Martes 6 de mayo de 2003

 

En la región se puede evitar una gran inundación

 

Deben concretarse obras para dar seguridad aguas abajo de las presas. Un experto recomendó elevar Portezuelo Grande y Arroyito. Los operadores de los embalses apuran las inversiones prometidas.

  CIPOLLETTI (AC)- La ciudad de Neuquén, sus alrededores y todo el Alto Valle del río Negro no están exentos de sufrir una catástrofe como la que inundó medio Santa Fe, pero hasta ahora ningún gobierno -nacional o provincial- se decide a darle seguridad al sistema que frena las aguas del Limay y el Neuquén, a pesar de las advertencias de los especialistas.
Ya se sabe: si una crecida como la que está probado que puede ocurrir llegara a darse en alguno de los dos ríos -o, lo que es peor, en ambos- el agua haría estragos en una franja que va desde Plottier y Centenario hasta Viedma.
Las presas ubicadas sobre esos dos ríos no darían abasto para contener lo que los especialistas llaman "crecida máxima probable".
Un consultor internacional de prestigio indiscutido, Giovanni Lombardi, recomendó elevar dos presas: Portezuelo Grande, en el río Neuquén, y Arroyito, en el Limay.
Es más: dictaminó que en el caso del río Neuquén las obras de elevación de Portezuelo Grande deben hacerse en vez de esperar la construcción de un hipotético Chihuido II, un proyecto que exige aportes estatales y que defiende con uñas y dientes el gobierno de Jorge Sobisch.
Los operadores de ambas presas, Hidroeléctrica El Chocón (Arroyito) e Hidroeléctrica Cerros Colorados (Portezuelo Grande) están reclamando la inversión estatal comprometida para este fin por el gobierno nacional, cuando privatizó las obras, en 1993.
Hay cierto apuro porque ese compromiso vence a los diez años de concesión: en escasos tres meses.
No son los únicos que fueron hasta la secretaría de Energía de la Nación -dueña de las presas- con el reclamo. No una, sino varias veces, el Organismo Regulador de Seguridad de Presas (Orsep) envió mensajes en la misma dirección al gobierno federal.
Arroyito, que es la última presa del Li-may, tiene capacidad para contener y erogar un caudal de 2.700 metros cúbicos por segundo, cuando la posibilidad es que el río crezca hasta los 4.200.
Portezuelo Grande -que no embalsa, sino desvía hacia un lago- puede derivar 9.600 metros cúbicos por segundo. La crecida máxima probable del río Neuquén en ese punto es de 14.000 metros cúbicos por segundo.
El argumento de Sobisch a favor de que el Estado aporte al proyecto privado de Chihuido II es que con esta obra, de un costo superior a los 300 millones de pesos, el riesgo quedaría mitigado.
Sobre la base de la recomendación de Lombardi, la empresa sostiene que con e 10% de se monto se podría elevar la obra actual.
El Instituto Nacional del Agua hizo un nuevo estudio sobre la posible crecida máxima del Limay.
El coordinador del trabajo, el mendocino Jorge Meza, le dijo ayer a "Río Negro" que en ningún caso están en riesgo las obras que reciben el agua de las altas cuencas (Alicurá y Piedra del Aguila), pero no opinó respecto del impacto sobre Arroyito.
Hidroeléctrica El Chocón dice que basta invertir tres millones en Arroyito para preparar a la presa para una crecida máxima probable.
Los especialistas de los organismos estatales dedicados a la materia están analizando si con un cambio en las normas del manejo del agua se puede evitar que, ante un evento inesperado, llegue tanta agua a Arroyito como para desmoronar la presa.
   
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