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Sábado 31 de mayo de 2003 | ||
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Vecinales, un trampolín para llegar a cargos políticos | ||
Manejan fondos públicos por 234.000 pesos. Las integran gente solidaria, pero también punteros. |
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Mañana se votará en ocho barrios de esta ciudad y se renuevan autoridades en otros tres, pero sin urna de por medio, porque se presentaron listas únicas cuyas autoridades sólo esperan que sean proclamadas. La capital tiene 45 comisiones vecinales que renuevan autoridades cada dos años. Los vecinos empadronados suman 90.000, pero el promedio de participación en las elecciones se ubica entre el 20 y el 25%. Al acceder a los cargos, los vecinalistas manejan un discreto espacio de poder y fondos públicos que les gira la municipalidad, a razón de 1.800 pesos por trimestre a cada organización. ¿Y los controles? Rodolfo Espiñeira, director de Comisiones Vecinales de la municipalidad, asegura que existen y aclara que si los vecinalistas no rinden los fondos como corresponde no reciben la partida del trimestre siguiente. ¿Pero no hay irregularidades, como desvío de fondos? "Hay habitualmente", responde a este diario Fabián Pelliza, subsecretario de Gobierno de la municipalidad. Y enseguida aclara algo que ya mencionó Espiñeira: que los fondos se auditan y que si existen irregularidades se suspende el envío de recursos. Aunque para la militancia política la vecinal es un objetivo a conseguir, para la mayoría de los vecinos las elecciones pasan desapercibidas. En las primeras luchas celebradas este año en cinco barrios, la participación de vecinos fue escasa, excepto en un lugar, Rincón de Emilio, donde por primera vez en su historia dos listas pugnaron por el control de la comisión. El clima electoral empujó a las urnas al 61% del padrón de vecinos. Por el contrario, en La Sirena, apenas fue a votar el 26,2% de un padrón de 2.003 personas, en Limay el 29,5% de 1.710 vecinos en condiciones de sufragar, en Villa Farrell el 22,1% de 2.000 vecinos y en Parque Industrial el 22,5% de un total de 2.030. Pelliza lamentó ayer el escaso interés de los vecinos en la participación de las elecciones municipales y los convocó a cambiar de actitud frente a los próximos comicios que se llevarán a cabo mañana (más detalles ver aparte). El funcionario admitió que las vecinales representan, para algunos, un escalón expectante a cargos electivos o de puestos políticos en alguna gestión. Dijo que eso es una realidad y que "no nos molesta". Sin embargo, la ordenanza que rige la vida de las sociedades vecinales no dice, en ninguno de sus artículos, que la vecinal se crea para promocionar candidatos. Las vecinales funcionan de acuerdo a la ordenanza 8.178 que le asigna, entre otros, los siguientes roles: estimular la participación cívica y la defensa de las instituciones, colaborar con las autoridades municipales en la determinación y solución de los problemas, estimular el estudio, cuidar el medio ambiente, crear bibliotecas populares, estimular el embellecimiento de los barrios mediante la parquización y gestionar servicios públicos para los vecinos. Muchas veces, los aspirantes a conducir una vecinal están lejos de estos fines. Tal es el caso de un candidato en el barrio La Sirena que utilizó un vehículo con un logo del Banco de la Provincia de Neuquén para hacer campaña y prometió planes de empleo. |
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