Jueves 29 de mayo de 2003

  Para Indalo la situación mejoró poco
 

Los costos aumentaron 300% en el período 2001-2003 y la facturación un 20%, aseguró la empresa. Los pases libres se incrementaron en un 400%.

  NEUQUEN (AN).- El servicio de colectivos anda mejor pero "no es para tirar manteca al techo", advierte Indalo, el concesionario del transporte urbano de pasajeros. Funda esta afirmación en que la empresa factura un 20% más con respecto al primer cuatrimestre de 2001 pero con los costos de 2003, que treparon en ese lapso 200% promedio.
Dice además que en los lapsos comparados se registró una suba del 10% en el caudal de pasajeros, computando a los pases libres que son gratuitos y que en el segmento de los discapacitados subieron vertiginosamente de 9.000 a 46.000, casi un 400% más en los últimos dos años.
Estas son, quizá, las principales diferencias que mantiene Indalo con el municipio, pero no las únicas. El gobierno asiente que hubo una eclosión en el incremento de los pases libres pero advierte que no tiene un peso esencial, al representar un 3,2% sobre el total de los usuarios del sistema.
Las negociaciones entre el municipio e Indalo se encuentran en el tramo final. Ambas se juegan a todo. La concesionaria baraja con estadísticas referidas a desfasajes económicos, subas de precio en los insumos y la incidencia de nuevos impuestos en el costo global del transporte. Son datos que tienen relación directa en la metodología que se define y que permitirá establecer si los costos del sistema están equilibrados.
Ismael Infante, vocero de Indalo, da algunos ejemplos: el combustible subió un 50% en relación al valor del precio diferencial; las cubiertas un 400%; los repuestos un 300%; los sueldos del personal un 15% (650.000 pesos). Sigue: la amortización da resultado negativo de 600.000 pesos; aparecieron en escena los impuestos a la transferencia del combustible (ITC) y al cheque. "Son costos que no existían en 2001 y que deben ser reconocidos", dice Infante como contracara a la aseveración municipal, que augura resultados positivos y habla de orientar el "plus" a una mejora sustancial en la calidad del servicio.
"En este marco, ¿cuánto significa el 10% más en la facturación?", dispara el vocero de Indalo. No desconoce el aumento tarifario del 20% otorgado en diciembre ni la reducción tarifaria dispuesta el mes siguiente del 5%. Para la empresa el promedio porcentual rondó entre un 17 o 18%. Tampoco desconoce el ahorro sustancial en recorridos, ponderado en alrededor de 50.000 kilómetros menos por mes, "es importante pero no alcanza", repite.
Desde 1999 a la fecha, los balances de Indalo han arrojado resultado negativo, con un déficit que fue bajando hasta 2002, año en que la curva de amortización volvió a trepar en vez de bajar, como era la conducta esperada.
Es que para el año quinto de concesión, Indalo proyectaba lograr una curva equilibrada y a partir de entonces obtener una rentabilidad. "Hay una marcada crisis con falta de reglas claras e incumplimientos" que no permite planificar, se queja Infante, en momentos en que el transporte público en la región sufre traspiés, como sucede en Chos Malal, o pone en riesgo su continuidad, como en Viedma.
En fijar en un 10% el aumento de pasajeros transportados acuerdan el municipio e Indalo, siempre respecto al primer cuatrimestre de 2001 y 2003, aunque Infante aclara: de ese 10% de usuarios más, el 57% son discapacitados y municipales -que no pagan nada- y estudiantes -abonan un precio promocional-. En números redondos, por mes: 46.000 discapacitados, 3.000 municipales y 500.000 estudiantes.
   
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