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Viernes 23 de mayo de 2003 | ||
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El edificio para el industrial cipoleño aún no está alquilado | ||
Pese al anuncio de la ministra Mázzaro, la decisión de alquilar un antiguo bazar todavía no salió de Viedma. Los chicos del industrial cipoleño siguen de prestado y sin clases de taller. |
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Pero nada de eso se hizo realidad y los padres de los chicos de la escuela están indignadísimos porque la formación de sus hijos es cada vez más precaria. Hace dos meses que los alumnos comenzaron a cursar y no pueden completar sus clases de taller porque no tienen lugar donde hacerlo. Las madres María Virginia Zapata, Claudia Derías, Laura Jara y Norma Gatica le dijeron ayer a "Río Negro" que la delegada del Consejo de Educación Ana Marinozzi les comunicó que el expediente está en Viedma a la espera de una decisión. Mázzaro estuvo el 13 de mayo en Cipolletti para participar de la presentación de un concurso de la Autoridad Interjurisdiccional de Cuencas. Este diario le preguntó por el edificio del nuevo industrial y la funcionaria anunció que ya se había alquilado la esquina del ex bazar Elosegui, de Fernández Oro y España, y que su acondicio- namiento "va a ser muy rápido", con modernas técnicas de construcción. El director de Administración de Consejo de Educación, Jorge Calvo, les aclaró a las madres que el acuerdo con la familia Elosegui -dueña del inmueble a alquilar- no estaba aún sellado. Las madres esperarán hasta el viernes que viene y si no obtienen una respuesta pensarán qué medida tomarán. Aunque es un colegio industrial, los 60 chicos que cursan allí aún no recibieron una sola clase práctica de taller. Los chicos estudian a pesar de las dificultades en un salón que la Asociación del Personal Jerárquico de Agua y Energía (Apjaye) le presta solidariamente a la escuela a cambio del pago de los servicios. El salón se divide en dos para separar los cursos y los chicos usan las mesas y las sillas del salón de fiestas. Todas las áreas de conducción (dirección, secretaría y preceptoría) funcionan en un mismo ambiente, para nada convencional: la cocina extensa y flaca del salón, a cuyo largo se luce una parrilla enorme. Frente a ella acomodan mesas y trabajan los empleados. Los lunes -dicen- es insoportable el olor a asado y las moscas que quedan dando vueltas en el ambiente, que se viste de fiesta los fines de semana. Elosegui era como un antiguo almacén de ramos generales, donde podía encontrarse desde artículos de ferretería y bazar hasta bebidas. Las madres están decididas a tomar medidas de protesta si en una semana el gobierno no les da una respuesta. "Desechamos cortar las clases de taller porque nunca las comenzamos a dictar", se permitió la broma una de las madres. |
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