Llega la "mano dura" con los boliches neuquinos

Las autoridades y los concejales de Neuquén están cansados de que algunos boliches les vendan bebidas alcohólicas a los menores y se excedan en el límite horario de las seis de la mañana.

Concejales se reunieron con funcionarios municipales para afinar la política que se implementará con los boliches bailables.

NEUQUEN (AN).- Imponer la ley a rajatabla, endurecer las penas para los infractores, otorgar herramientas más amplias a los inspectores y extender el convenio de control con la policía de la provincia es lo que se viene para poner a raya a los propietarios de boliches de Neuquén que venden bebidas alcohólicas y mantienen abiertos los locales después de las seis de la mañana.

Las autoridades ni los concejales están dispuestos a mostrar el más mínimo signo de debilidad. Sobre todo, después de que los bolicheros atacaron sin suerte en la justicia la ordenanza que reglamenta su actividad.

Por encima de todo, lo que más interesa a unos y otros, es proteger los derechos de los jóvenes y de los adolescentes, e incorporar en este objetivo primario a las familias, como ocurre en otras localidades de la región.

Son decisiones resultantes de la convocatoria realizada por los concejales al subsecretario de Desarrollo Local, Alejandro Vidal, y a los titulares de los juzgados de Faltas, Mónica Acuña y Jorge López.

Es que en muchas ocasiones los inspectores labran las actas de infracción pero los responsables de los boliches rehusan a firmarlas, lo cual inhibe a los jueces a actuar conforme a la ley al no existir una notificación fehaciente.

Ante este tipo de situaciones recurrentes se acordó modificar el código de procedimientos habilitando a los agentes municipales a clausurar preventivamente los locales. La faja de clausura sólo puede ser levantada por el juez de Faltas, lo cual obligaría a los infractores a concurrir al tribunal, a notificarse de la falta y ello motorizaría el proceso buscado.

Si el infractor rompiese por su cuenta la faja de clausura preventiva se toparía con una penalización severísima que avanza hacia a la clausura definitiva. Es decir, caminaría hacia un mal mayor.

"Cuando detectamos que los boliches funcionan después de las seis, no podemos ingresar al interior para labrar la infracción y cuando la mandamos por correo certificado nos viene la carta rechazada. Entonces no podemos perfeccionar la infracción", explica el cisma Alejandro Vidal. "Hay entre 25 y 30 actas -dijo- con porcentaje bajo de éxito, de modo que buscamos un procedimiento que permita perfeccionar las infracciones para acotar la impunidad".

La decisión política en hacer cumplir la ordenanza es tan fuerte que la concejal Angélica Carnaghi afirmó que por parte de su partido, el Movimiento Popular Neuquino, existe la convicción de apoyar el aumento de la partida presupuestaria con destino a industria y comercio, de 1.393.641 pesos. La operatividad está acotada debido a que un millón va al pago de sueldos.

"Es importante mantener la regularidad y creemos que el éxito de este cumplimiento reside en que el municipio sostenga las acciones en el tiempo", razona la concejal empenista.

El frentista Carlos Di Camillo sostiene en sintonía la alternativa de ampliar el convenio con la policía, acotado al control de venta de bebidas alcohólicas, a fin de acompañar a los inspectores cuando los boliches funcionan a espaldas de la ley. "Sería saludable terminar con la viveza que se está haciendo costumbre", sostuvo sin vueltas.