El Enargas está en el centro de las críticas

Ediles de Bariloche apuntaron sus cañones hacia el órgano de control. Llamaron a una reunión con legisladores y autoridades del ente.

Realizar inversiones para ampliar el gasoducto cordillerano es la única salida a la vista para la crisis del gas.

SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- Los concejales de Bariloche convocarán para la próxima semana a una reunión ampliada con los legisladores nacionales por Río Negro y con autoridades del Enargas para discutir alternativas a la imposibilidad de sumar usuarios al servicio de gas natural.

La limitación reconocida públicamente el lunes por la empresa Camuzzi Gas del Sur implica un virtual bloqueo para el desarrollo de futuras inversiones hoteleras, industriales o la construcción de nuevos barrios.

El problema -que afecta a todas las localidades surtidas por el gasoducto cordillerano- podría también tener consecuencias en la "confiabilidad de los servicios en el próximo período invernal" para los clientes ya conectados.

Así lo reconoció el Ente Nacional Regulador del Gas en una nota enviada por su presidente, Héctor Fórmica, girada al jefe de Gabinete, Alfredo Atanasof, y fechada el pasado 10 de abril.

La presidenta del Deliberante local, Graciela Di Biase, se quejó de que "la empresa sabía muy bien que el problema se venía y el Enargas también, pero no dijeron nada" hasta que la crisis estalló cuando se acumularon quejas de potenciales usuarios rechazados.

El lunes los ediles escucharon azorados las explicaciones del gerente de Relaciones Institucionales de Camuzzi, Gustavo Pedace, y de inmediato resolviero enviar notas al gobernador Verani, a los legisladores y al Enargás pidiéndoles que "intervengan" para garantizar el servicio. También tienen previsto convocarlos a una reunión que se realizará el próximo viernes 30 para discutir la forma de sortear en el corto plazo las supuestas carencias de inversión que impiden sumar nuevos usuarios.

Di Biase consideró sugestivo que el planteo de la firma surgió "a pocos días del recambio presidencial" y advirtió que no quieren ser usados "para presionar por la suba de tarifas".

En la carta a Alfredo Atanasof, el Enargas advirtió que la prohibición de realizar aumentos de tarifas que rige desde enero de 2002 "afecta la posibilidad de afrontar los requerimientos de inversión y de prestación de los servicios en los niveles de calidad y confiabilidad que aseguren la sustentabilidad y el crecimiento del sector".

El diagnóstico corresponde a la distribución de gas en todo el país y advierte que las empresas no cuentan con capacidad para otorgar el suministro "a futuros usuarios residenciales, industriales y estaciones de GNC".

Al detallar el mapa de las consecuencias más serias, el Enargás menciona en primer lugar la suspensión de nuevas conexiones en las localidades dependientes del gasoducto cordillerano. También detalla las restricciones impuestas en Tucumán, que afecta a los ingenios, citrícolas e industria del papel.

Otras zonas críticas son las de San Nicolás (Buenos Aires), el litoral correntino, y Tierra del Fuego, donde hay dificultades en el abastecimiento de centrales termoeléctricas.

En algún párrafo de la nota el Enargas aparece como vocero de las empresas, al señalar que durante el quinquenio 1993/97 realizaron obras por 1.740 millones de pesos, "dando adecuado cumplimiento a los compromisos de inversión".

Al menos en Bariloche, el sector empresario no exhibió todavía una postura pública frente a la crisis de provisión de gas. El titular de la Asociación Hotelero Gastronómica, Sandro Gressani, dijo no tener información precisa para opinar. Por su parte, el vicepresidente de la Cámara de Comercio, Guillermo Gatto, opinó que lo ocurrido con el servicio de gas natural "demuestra que el nivel de inversiones prometido con las privatizaciones no es tal, y que el riesgo empresario en la práctica no existe".