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Presión sobre el gobierno

La saturación del gasoducto ya frena inversiones

En San Martín y en La Angostura, Camuzzi no autorizó la instalación de dos estaciones de GNC. El problema se origina en la falta de inversiones y el inesperado crecimiento demográfico.

El representante de Camuzzi, Gustavo Pedace, aseguró que la negativa a autorizar conexiones "no es voluntad de la empresa".

SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- La empresa Camuzzi Gas del Sur aseguró que las limitaciones que le impiden incorporar nuevos clientes en la zona cordillerana se deben a la paralización de las inversiones originadas por la ley de Emergencia Económica y también a un aumento de demanda que superó todas las previsiones. La situación ya tiene un impacto directo en la economía de la región, ya que cualquier hotel, hostería o centro gastronómico en las ciudades cordilleranas no podrá contar con el gas natural.

Algo así les ocurrió ya a quienes planean construir estaciones de GNC en La Angostura y en San Martín. Camuzzi les denegó el proyecto pese a que son clientes más que apetecibles.

El gerente de relaciones institucionales de Camuzzi, Gustavo Pedace, señaló que las "factibilidades denegadas" (así las llaman) suman ya 45 en toda la región Quienes hasta ahora no exhibieron ninguna reacción fueron las cámaras empresariales, pese a que la imposibilidad de contar con gas natural puede constituir una traba insalvable para cualquier futura inversión El gasoducto cordillerano provee del combustible domiciliario a un área donde viven alrededor de 240 mil personas. Camuzzi toma el fluido en Piedra del Aguila y lo distribuye con su propia red a los 80.000 clientes que sumó hasta la fecha en toda la zona.

Según explicaron sus directivos, el gasoducto está trabajando "al límite de su capacidad" y ya no tiene cómo ampliar su cobertura. Dijo que para la empresa también significa un perjuicio porque pierde la oportunidad de sumar clientes, pero tuvieron que "hacer pesar la responsabilidad de mantener en condiciones la provisión a usuarios actuales".

Según Pedace, la demanda creció en los últimos años a un ritmo mayor del previsto por razones demográficas -hubo un au

mento de radicaciones-, el crecimiento del turismo y también por la creciente brecha de precio entre el gas natural y sus alternativas: el gas envasado, la leña y el kerosene Aseguró que la negativa a seguir conectando consumidores "no es una cuestión de voluntad de la empresa". Explicó que las obras de ampliación de suministro quedaron suspendidas desde 2001, cuando venció la última revisión quinquenal. A partir de entonces las inversiones requeridas según lo planificado se postergaron hasta concretar la rediscusión de contratos y tarifas, según lo impuesto por la ley de emergencia económica para todos los servicios públicos privatizados. Pedace dijo que aún así, la empresa "invirtió por decisión propia unos seis millones de pesos en equipos de inyección de propano aire", hasta aumentar en un tercio la capacidad original. Pero para seguir multiplicando la oferta ya no existe otra fórmula que ampliar la capacidad de transporte de los caños.