Domingo 18 de mayo de 2003

  Hace más de un año esperan la escuela en Pichi Leufu
 

Hicieron una clase abierta para pedir el edificio.El colegio al que concurren se encuentra a 45 km.

  SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- La comunidad rural de Pichi Leufu realizó una clase abierta para reclamar al gobierno provincial la reconstrucción de la escuela 231, cuyo edificio se incendió hace más de un año.
La directora del establecimiento, Laura Fabbri, señaló que desde aquel fatídico 10 de febrero de 2002 los chicos tienen clases en un edificio prestado por el obispado en Pilcaniyeu Viejo, a 45 kilómetros. Pero la distancia es un serio inconveniente para los padres y también para los mismos chicos, que sólo vuelven a sus casas cada 15 días.
Se quejó también de que todo el mobiliario y los insumos que necesitan en el emplazamiento provisorio los fueron consiguiendo con donaciones que les llegaron incluso desde Buenos Aires, "porque el CPE no puso nada".
Claro que lo más grave es que el tiempo corre y -a pesar de las promesas- no hay indicio alguno de que el Estado vaya a iniciar las obras para recuperar las instalaciones originales de la 231.
La escuela de Pichi Leufu se encuentra en plena estepa patagónica, a unos 50 kilómetros de esta ciudad. Actualmente tiene 35 alumnos, que pertenecen a unas 15 familias.
En estos días están terminando el ciclo lectivo 2002/03 y a comienzos de junio comenzarán sus vacaciones. El invierno en la zona es muy riguroso y por esa razón los vecinos del paraje ven casi imposible que la escuela esté reparada para comenzar las clases en septiembre próximo.
Esto a pesar de que la ministra Ana Mázzaro "viene seguido a la zona y siempre dice que los trabajos están por comenzar", según relataron los docentes.
La experiencia les dice que en invierno será muy difícil construir nada, porque los caminos vecinales se cortan y las temperaturas descienden hasta los 20 grados bajo cero.

No irán a clase

Los padres se reunieron el viernes para dar a conocer su reclamo y aseguraron si no reciben respuesta favorable no enviarán a clase a los chicos en el próximo ciclo escolar.
"Desde noviembre vienen prometiendo la obra, pero se les pasó el verano y no hubo el menor avance -se quejó Fabbri-. Realmente no sabemos qué pensar, porque siempre nos dicen que ya sale, pero no pasa nada. Tal vez en algún momento tuvieron el dinero y lo usaron para otra cosa".
Señaló que la comunidad de Pichi Leufu "siempre tuvo un vínculo muy fuerte con la escuela" y ahora las familias tomaron a la reconstrucción del edificio como su principal reivindicación.
Dijo que la mudanza obligada a Pilcaniyeu Viejo (además de perjudicar a los chicos) resintió la actividad de los talleres que se realizaban en el edificio incendiado y también constituye un problema para las porteras, "que viven en el paraje y ahora deben trabajar lejos y dejar solos a sus hijos".
La seccional Bariloche de la Unter también se sumó a lo manifestado públicamente por la comunidad de Pichi Leufu y exigió que las promesas del gobierno provincial para reconstruir la escuela "se transformen en hechos en forma urgente".
El gremio consideró que los padres, maestros y alumnos "han puesto de su parte todo lo posible para sostener hasta este día" el funcionamiento provisorio de la escuela en otra sede, pero tienen el legítimo derecho a volver a desarrollar la actividad educativa "en el lugar donde viven".
   
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