El candidato a gobernador por el MARA está decidido a promover su proyecto de recortar significativamente el gasto de ese poder. Reducirá drásticamente el plantel de colaboradores -unos 450 contratados entre empleados y asesores- y recortará en un 50% los viáticos. Alentará la eliminación de comisiones, que son 30.

Salto, Rosso, Sarandría:miradas dispersas..

Compromiso Eduardo Rosso: si llega a gobernador promoverá un drástico recorte del presupuesto del Poder Legislativo.
Lo dijo ayer en Roca, donde ratificó que, como candidato a mandatario por el Movimiento de Acción Rionegrina (MARA), mantiene en todos sus términos el proyecto que, en función de aquel objetivo, no pudo poner en marcha el año anterior.
Como se recordará, ese proyecto establece -entre otras propuestas- la reducción del 40% de los gastos burocráticos de los bloques legislativos, la eliminación del 50% de los gastos en viáticos, desmontar el sistema de puntos de modo que el próximo período la Legislatura suplante ese esquema por otro en el que cada legislador sólo pueda nombrar a dos personas para tareas administrativas y de asesoramiento.
Hoy la Legislatura tiene aproximadamente 200 empleados en su planta permanente. Se suma a esto el staff político, conformado por unos 450 contratados por los 43 diputados y la presidencia del Poder Legislativo.
O sea, que si la propuesta de Rosso llega a instrumentarse, legisladores y presidencia sólo podrían tener no mucho más de 86 empleados y asesores.
Como ya se señalara en estas páginas en marzo del año anterior, en los hechos la iniciativa de Rosso liquida toda una estructura de punteros y designaciones que, en los más de los casos, sólo sirve para hacer política partidaria y pagar favores.
Ya el año anterior Rosso había propuesto que para este ejercicio el Poder Legislativo recortara su presupuesto en un 20%.
El proyecto contempla además eliminar de ese presupuesto subsidios a entes de desarrollo y entidades intermedias.
Y ayer, en Roca, el candidato a gobernador por el MARA reiteró que, en su consideración, la Legislatura debe eliminar el 50% de las 30 comisiones que mantiene en su organigrama. Defiende sólo la vigencia de aquellas dedicadas a investigaciones de temas muy específicos, seguridad y corrupción.
La iniciativa de Rosso fue el año anterior duramente resistida y abortada por el grueso de diputados de su propio bloque -el peronista- y por el conjunto del radicalismo.
En ambos casos, receptores directos de los beneficios que se extraen de la actual política de asignación de recursos en la Legislatura.
-¿Esta iniciativa no genera contradicciones en el seno del MARA con la existencia del bloque de legisladores que, como el del MPP -hoy compañeros suyos en el MARA-, al menos hasta hace poco tiempo tenía 19 asesores para dos diputados? -se le preguntó ayer a Rosso.
-Puede generar tensiones, pero ya hemos hablado y tenemos la decisión de tratarla antes de llegar al gobierno y no repetir así viejas historias -respondió.
Todos estos conceptos fueron expresados por Rosso durante una conferencia de prensa que, con la presencia de la máxima dirigencia del MARA, entre otros el intendente de Roca, Ricardo Sarandría, el presidente del MPP Julio Salto y el empresario Ricardo Epifanio, así como varios diputados, sirvió para ratificar el respaldo de la fuerza a "Néstor Kirchner presidente".

El salto de Salto

No se profesan ni siquiera el saludo. Y cuando por razones sociales no lo pueden eludir, el saludo es casi un gruñido.
En estos términos se vinculan el intendente de Cipolletti y candidato a gobernador por el Frente Grande Julio Arriaga y el líder del Movimiento Popular Patagónico, Julio Salto.
Fueron socios en el MPP. Desde ahí, de la mano del segundo el primero llegó a intendente. Luego, choque de cuotas de poder en colisión y el avance hacia el divorcio.
Un día Arriaga vació parte del MPP y se fue al Frente Grande. Entonces, la rudeza dominó el verbo entre ambos.
Hoy candidato a gobernador, Arriaga no descarta una convergencia electoral con el Movimiento de Acción Rionegrina (MARA), espacio que contiene al MPP. "Pero con Salto yo no habló", acota.
Salto, en cambio, mira el tema ajeno a todo primitivismo a la hora de reflexionarlo desde la política.
Lo demostró ayer, cuando le preguntaron sobre si la colisión con Arriaga es un impedimento para una eventual convergencia Frente Grande-MARA.
-Yo no vine al MARA con mis problemas, historias personales o frustraciones. No hubiera valido la pena el esfuerzo de construir el MARA para ingresar con odios, resentimientos o revanchas. Yo ya participé de mucha política hecha contra alguien y esto forma hoy parte de mi autocrítica. MARA no nace contra nadie, incluido Arriaga o los candidatos a gobernador Saiz y Soria... si tuviera alguna cuestión personal -no las tengo-, no las traería al MARA de ninguna manera -sentenció Salto.
No reflexionó desde las vísceras.
Lo hizo desde la política.
Y entonces se diferenció ante tanta víscera dando vueltas en la política argentina.