Jueves 8 de mayo de 2003

 

Feroz represión policial en Vialidad de Zapala

 

Hubo gases lacrimógenos y balas de goma que no sólo afectaron a los subsidiados que reclamaban en el edificio, sino también a niños y mujeres. Un barrio vecino fue saturado de gases. Dos concejales fueron echados a trompadas por los manifestantes. Detuvieron a seis personas y se registraron varios heridos. El juez se sorprendió por el accionar policial.

 
Los gases formaron una barrera que les impedía a los manifestantes y vecinos protegerse.
ZAPALA (AZ).- El reclamo de un centenar de subsidiados de Vialidad Provincial tuvo el peor final ayer en Zapala. Un nutrido equipo de policías armados hasta los dientes reprimió con ferocidad al grupo manifestante entre los que se encontraban mujeres y niños. Los uniformados, al mando Julio Trepat, barrieron con la protesta pero también ingresaron en un barrio vecino donde dispararon gases contra viviendas desoyendo las recomendaciones del juez Hugo Saccoccia, quien se mostró sorprendido del accionar policial. El saldo del enfrentamiento fue la detención de seis personas y varios heridos. Anoche queda una persona internada con lesiones por balas de goma.
La batalla campal se desató poco después de las 19 cuando más de un centenar de efectivos arremetió contra los trabajadores que mantenían tomado Zona II, un depósito de camiones y maquinarias de la DPV, en reclamo de una suba salarial de 150 pesos.
Lo que siguió fue dramático. La batería de gases produjo un desbande generalizado entre los manifestantes que huyeron por la ruta 14 en dirección a esta ciudad. Sólo algunos pocos arrojaron algunas piedras, pero al estar en franca desventaja escaparon.
Pocos minutos después llegó la carga definitiva. Los policías avanzaron disparando gases respaldados por el camión hidrante y derribaron las barricadas de cubiertas encendidas que habían edificado los trabajadores. La persecución no dio tregua. Un puñado buscó refugió en el barrio vecino y fueron virtualmente emboscados por los policías con una lluvia de gases lacrimógenos que, de milagro, no produjo una tragedia en viviendas precarias.
Los ruegos desesperados de los vecinos no pudieron frenar el embate de los uniformados. Una mujer, en la huida desesperada, se cayó con su bicicleta en un zanjón y cuando un hombre intentó auxiliarla recibió una cortina de balas de goma.
El juez Hugo Saccoccia se mostró sorprendido por el accionar de la policía y subrayó que "le pedí expresamente al jefe del operativo que no se registraran heridos". En la resolución donde se explicita el desalojo, Saccocia destaca que este debía realizarse "dentro de los límites estrictamente necesarios debiendo garantizarse los derechos humanos y resguardando los bienes y personas".
Julio Trepat, un ex comisario de esta ciudad, encabezó el accionar. Dos carros hidrantes, varias camionetas y un centenar de efectivos fueron suficientes para atemorizar por varias horas a manifestantes y vecinos.
En medio de la represión los concejales Darío Mattio (MPN) y Juan Carlos Alvarez (PJ) intentaron mediar pero fueron echados a trompadas por los manifestantes. "Andate, alcahuete de Sobisch" le gritaron al emepenista. La edil oficialista Ana María Cuadrado tuvo mejor suerte porque alcanzó a perderse entre el grupo de gente antes de que la identificaran.
Las recriminaciones hacia las autoridades locales y provinciales fueron múltiples. Desde los insultos hacia el vicegobernador Jorge Sapag que fracasó en su intento de formar una mesa de "diálogo" previo a las elecciones, hasta las recriminaciones al intendente Raúl Podestá, los trabajadores dejaron en claro que "solo nos tienen en cuenta a la hora de votar".
Anoche se decidió en una asamblea que representantes de los manifestantes y el intendente Podestá viajen a Neuquén para entrevistarse con el vicegobernador Sapag.

"Me van a matar al nene"

"Paren hijos de puta, me van a matar al nene", gritaba desencajada una joven mujer en el patio de su humilde vivienda del barrio Fattorello. "Tengo un chico enfermo adentro y no puede respirar por el gas", clamaba la madre ante los policías. La indignación de los vecinos por el accionar policial se reflejaba a cada metro. "Mirá, me van a quemar la casita", gritaba otro muchacho con los ojos enrojecidos mientras mostraba una bomba de gas que cayó frente a su puerta. "No tenemos nada que ver, pedimos que el intendente, el juez o alguien pare a la policía porque nos están tirando", pidió una anciana.
A pocos metros, la ruta 14 parecía un campo de batalla. Una camioneta de ATE que recibió un impacto de gas en su interior y sufrió un principio de incendio yacía inmóvil. A su lado, referentes gremiales todavía no salían de su asombro.
   
    ® Copyright Río Negro Online - All rights reserved    
     
Tapa || Economía | Políticas | Regionales | Sociedad | Deportes | Cultura || Todos los títulos | Breves ||
Ediciones anteriores | Editorial | Artículos | Cartas de lectores || El tiempo | Clasificados | Turismo | Mapa del sitio
Escríbanos || Patagonia Jurásica | Cocina | Guía del ocio | Informática | El Económico | Educación