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Jueves 8 de mayo de 2003 | ||
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Los números son más que claros en Las Grutas |
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Resurgió la idea de independizar la villa turística. Pero los recursos no alcanzan para hacerlo. |
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El elegido esta vez es la folletería: pequeños volantes que puntualizan las ideas son distribuidos en el balneario y en Las Grutas por los impulsores de la municipalización. Afirman por caso que pretenden elegir autoridades representativas, planificar obras e infraestructura, administrar los ingresos, participar activamente con los vecinos, definir un plan de desarrollo, lograr una política de promoción y planeamiento turístico, terminar con la venta del patrimonio territorial, lograr servicios definitivos (juzgado de Paz, bancos, rentas, etc.) y tributar para Las Grutas. Firman el folleto "vecinos autoconvocados de Las Grutas", que se agrupan bajo el lema: Municipalizar Las Grutas. La pretensión, que por cierto no es novedosa y que tuvo su pico máximo hace unos cuatro años, cuando a las reuniones se acercaban más de 300 personas comprometidas con la causa, se pintaban carteles, se diseñaban banderas y hasta nuevos logotipos institucionales, parte de una información que según los guarismos municipales es completamente errónea. Los "vecinos autoconvocados" dejan taslucir en su volante y lo han afirmado en reiteradas reuniones, que al casco urbano de San Antonio Oeste se destinan fondos que ingresan a la comuna desde Las Grutas, tanto por tributos como, especialmente, por venta de tierras. "En Las Grutas este año se vendió todo, y acá no vemos nada", afirman algunos de los vecinos. Los guarismos oficiales que fueron entregados ayer a "Río Negro" y que hace poco tiempo fueron enviados al ministro de Economía de la Provincia, José Luis Rodríguez -ante su requerimiento ya que como propietario de viviendas en Las Grutas había recibido muchas consultas sobre el tema- dejan en claro que Las Grutas es deficitaria. Es decir que los gastos que produce la prestación de servicios municipales en Las Grutas son mayores que los ingresos generados por la cobranza de impuestos, venta de tierras y hasta considerando el proporcional por coparticipación en relación a los 2200 habitantes que estimó el último censo nacional. En un año -de febrero del 2002 a febrero del 2003- se gastó 1.703.428,87 pesos en personal, bienes de consumo, servicios no personales, bienes de uso y transferencias. E ingresaron en el mismo periodo 1.666.819,03 correspondientes a impuestos, coparticipación nacional y provincial, tasas, ingresos no tributarios, transferencias corrientes, recursos propios de capital -venta de tierras- y recuperación de préstamos a corto plazo. Si a esto se suma el gasto estimativo de la creación de una planta permanente de funcionarios -hoy solamente hay un delegado-, tanto del Ejecutivo como Legislativo y Contralor, si se contempla la compra o alquiler de un edificio para el municipio, de una flota automotor y otros bienes -Polideportivo, Salón de Usos Multiples, Salón de Exposiciones- que hoy corresponden a la comuna de San Antonio, queda claramente demostrado que la independencia de Las Grutas es económicamente inviable y, sobre todo perjudicial tanto para el desarrollo turístico de la villa, como de toda la zona de influencia. El porqué de los reclamos Las ansias municipalizadoras surgen en algunos casos por apetencias personales. En otros, son fruto de la insatisfacción de los vecinos hacia las sucesivas gestiones de gobierno. Insatisfacción que también sienten los habitantes de San Antonio y del Puerto, que ven sus calles destrozadas, la basura por todos lados, cientos de perros sueltos en cada barrio y otras falencias que es difícil desconocer. Pero los vecinos autoconvocados parten del supuesto de que Las Grutas tendría fondos para solucionar sus problemas sin necesidad de San Antonio. Y que mucha de la plata que ingresa a las arcas en vez de ser devuelta a Las Grutas en obras y servicios es llevada a San Antonio para cubrir faltantes allí. Ahí es donde radica el error que queda demostrado con los números. La enorme cantidad de visitantes que llega cada verano, provoca además de un incremento en la actividad comercial, una impresionante cantidad de gastos extras que solamente en bañeros, por caso, demanda más de 150 mil pesos por temporada. Una solución conciliadora radicaría en la exigencia a la comuna del cumplimiento de determinados trabajos que mejoren la actual realidad de todo el ejido. Y fundamentalmente en la participación popular. Participación que en Las Grutas es escasa, como queda demostrado en cada convocatoria, en la total ausencia de instituciones como Cámaras de Comercio que con el tiempo dejaron de tener representatividad e ingresaron en un peligroso ostracismo, arrastrando con ellas a otras entidades que podrían haber sido importantes, como el Comutur. |
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