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Los radicales "protestantes", entre los que también figuran otra veintena de jefes comunales, legisladores y el ex ministro Juan Manuel Casella, analizarán las consecuencias desastrosas de la elección del pasado 27 de abril, en la que la UCR que llevó a Leopoldo Moreau como candidato apenas si obtuvo un poco más del dos por ciento de los votos, mucho menos que los obtenidos por los ex afiliados Ricardo López Murphy y "Lilita" Carrió.
Un documento que circula entre los que promueven "la transferencia del poder partidario a una nueva generación política, en edad pero fundamentalmente en su comportamiento sin claudicaciones", denuncia al Pacto de Olivos (firmado entre Alfonsín y Carlos Menem), como disolvente de la identidad radical y debilitador de las convicciones morales.
La declaración, a la que accedió en exclusiva "Río Negro", afirma por ejemplo que "el menemismo, moralmente transgresor y contagioso en grado sumo, terminó infectándonos".
Destaca, además, "la pérdida de representatividad social, agravada por las contradicciones y la falta de idoneidad demostradas durante el gobierno de la Alianza".
"Una cosa -agrega- es apoyar a un gobierno que tiene que afrontar una crisis espectacular debida en gran medida a nuestra culpa, y otra buscar formar parte de cualquier estructura en forma ventajera y cómplice".
"Un partido político democrático existe mientras sirve...para salvar al radicalismo y, por encima de todo, para reconciliarnos con nuestro propio pueblo, sin echar a nadie que no merezca sanción moral, tenemos que renovar ideas, métodos y dirigentes", dice el documento.Un encuentro clave, para hoy.
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