Prat Gay dijo lo suyo sin saber que había un periodista cerca. Después intentó aclarar.

Estalló la primera crisis en el nuevo gobierno y el detonante es el precio del dólar a futuro.
El presidente del Banco Central, Prat Gay criticó ayer las declaraciones del presidente Kirchner sobre el nivel que le gustaría que tuviera el dólar. "Es un enorme disparate" la idea del jefe de Estado de sostener la cotización del dólar en tres pesos.
En una clara maniobra para delimitar su campo de acción dijo que un "Presidente no tiene que dar nunca semejante nivel de detalle. El BCRA es el que tiene la potestad de legislar el sistema financiero". Y lamentó: "hay tres actores definiendo la política económica: el Ministerio de Economía, el Central y el FMI".
Sobre el FMI dijo que "todavía se rige por recetas que tienen casi 60 años, insiste en anclar la política monetaria alrededor de una meta de expansión, entonces el BCRA no tiene más margen".
Prat-Gay lo dijo durante en un desayuno organizado por la Universidad Hebraica en la Argentina, según un cable de Bloomberg.
El titular del Central no sabía que su disertación estaba siendo escuchada por un periodista de esa agencia de noticias.
Prat Gay embistió, además, contra el ministro de Economía, Roberto Lavagna, por considerar que su cartera comete una intromisión al participar en la reestructuración del sistema financiero mediante la creación de un superente conformado por integrantes de Hacienda y el BCRA.
"El Banco Central es el que tiene efectivamente la potestad de legislar todo lo referido al sistema financiero", señaló.
Con estos dichos retornaron los cruces entre la cúpula del BCRA y Economía, que datan de las presidencias de Mario Blejer y Aldo Pignanelli al frente de la autoridad monetaria. El problema es que ahora Prat Gay fue mucho más lejos y atacó directamente al presidente con sus críticas. Horas más tarde, al observar que sus dichos eran el título principal en los diarios electrónicos, salió a bajar el tono a través de un comunicado. ("Fue en tono...)
En relación a la postura de Kirchner sostuvo que "el presidente electo nos dijo que le gustaría un dólar a tres (pesos), lo cual en este ambiente uno podría decir es un enorme disparate. El Presidente no tiene que dar nunca semejante nivel de detalle", analizó. Aseguró, además, que "no hay forma de pronosticar los tipos de cambio", por lo que recomendó al primer mandatario no "jugar su credibilidad en algo que no puede pronosticar". "En mi gestión no vamos a mirar el tipo de cambio, no vamos a mirar, por lo menos no mucho más que de reojo, el ritmo de expansión, lo que vamos a mirar es el producto final de la política monetaria", explicó.
Agregó que este mes "se aumentó bastante el ritmo de expansión monetaria, se salió a comprar algunos dólares más que lo que se venía comprando antes, no porque queremos que el tipo de cambio este en un nivel sino porque queremos que la inflación este dentro de un nivel".
Adelantó, además, que la semana que viene, cuando el INDEC publique los números de inflación de mayo, "por primera vez desde que se salió de la convertibilidad, se va a tener un nivel de deflación".
"Mayo va a mostrar una caída en el nivel general de precios. Esto podría a priori lucir como una buena noticia después de semejante cimbronazo, los precios no solamente no crecen sino que decrecen", subrayó.
"Desde el punto de vista de la política monetaria, un índice negativo de inflación es mala noticia, así como un índice muy alto de inflación es mala noticia. De ahí viene toda nuestra idea de orientar la política monetaria en torno de metas e inflación", indicó.
(DYN y Redacción Central)

"Fue en un tono coloquial"

Horas después de su discurso, mediante un comunicado oficial, Prat Gay intentó relativizar sus declaraciones matinales señalando que "en un tono coloquial se refirió a la imposibilidad de predecir cuál será en el futuro el tipo de cambio de equilibrio en un determinado país".
"La política del Central, tal como lo ha repetido Prat Gay en numerosas oportunidades, es la de fijar metas de inflación y no de tipo de cambio. La preocupación no es el valor del dólar sino el valor del peso", agrega el comunicado.
"El presidente nos dijo que le gustaría un dólar de tres pesos, lo cual en este ambiente es un enorme disparate", estimó.
Dijo que "lo último que le recomendaría a un presidente recién electo es jugar su credibilidad en algo que no puede pronosticar".