"Mi expectativa era en función de las ideas y de un proyecto político, no de cargos", aclaró ayer Oscar Parrilli respecto de su designación en el gabinete nacional.

NEUQUEN (AN) - Venían amasando sueños desde hace varios años. Desde cuando Néstor Kirchner era intendente de Río Gallegos y Oscar Parrilli apuntaba al Congreso Nacional forjaron proyectos políticos que de a poco concretaron, cada uno por su lado. De paso alimentaban otros objetivos, mucho más ambiciosos, como llegar a la Presidencia de la Nación. El paso que acaba de dar el santacruceño. Y ayer llegó llegó la convocatoria para el neuquino, con un lugar el gabinete nacional: la secretaría general de la presidencia.
Se lo había anticipado minutos antes el designado jefe de Gabinete, Alberto Fernández, pero a media mañana en pleno trajinar bancario, Parrilli escuchó la voz del nuevo presidente para confirmarle que lo necesitaba en su equipo.
"Me sorprendió por el lugar asignado, pero ya me había preguntado la semana pasada si estaba dispuesto a tomar el compromiso. Por supuesto, él sabía que contaba con mi aceptación. Nos une una gran amistad, personal y política", dijo ayer rodeado de colaboradores, en una improvisada charla con un grupo de periodistas locales su estudio, desbordado de amigos, algo de nerviosismo y un ambiente cargado de alegría.
"Empezamos a trabajar un proyecto presidencial en el "97; en el "99 no se nos dio por diversas circunstancias y enero de 2002 nos lanzamos, pero pensando en el 2007. Se nos dio antes y lo asumimos con la profunda convicción de no defraudar las expectativas de la sociedad", dijo mientras acomodaba un libro flamante que aún destila el olor a tinta fresca.
"Conversaciones, después del derrumbe", es el título de una obra que salió de la imprenta en abril y lleva a firma de Néstor Kirchner y Torcuato Di Tella. "Sí, tiene los lineamientos de lo que el presidente piensa plasmar desde el gobierno", comentó Parrilli, para prologar el perfil que trazó del nuevo presidente.
"Es un hombre de mucho trabajo, fuertes convicciones, con una línea de conducta que se trasunta en saber escuchar y resolver con solvencia. Se ha preparado y capacitado mucho para este desafío, un desafío que compartimos quienes lo vamos a acompañar en la gestión", comentó. Parrilli viajará hoy a Buenos Aires para participar al mediodía de una reunión del presidente electo con su equipo. Dijo que conoce a todos los miembros que ha designado Kirchner y que se siente "orgulloso" de ellos.
Admitió que le asignaron un puesto clave, como será asumir las relaciones del presidente con las demás fuerzas políticas, por ejemplo. ¿Será la mano derecha de Kirchner?, se le planteó.
-"No, no me considero ni mas ni menos que otros miembros del gabinete. El presidente tiene muchas manos derechas para cumplir su gestión. Todos formamos parte de un proyecto y yo soy un dedo más de todo el equipo", dijo. Añadió que "aportaré mis ideas, propuestas y mi lealtad hacia una idea de trabajar en política. Seré una cuota de la gran responsabilidad que asumimos, para no defraudar las expectativas que tiene en él la sociedad". Parrilli reconoció el decisivo aporte de Eduardo Duhalde en la campaña, pero descartó de plano que signifique un condicionamiento para su sucesor, "de ninguna manera. El presidente tuvo un gesto de importante y en el futuro lo seguirá teniendo para colaborar y ayudar a que el gobierno de Kirchner sea mejor que el de él.

Personalidad: Todo un estilo

Una designación merecida.
Esta es la acentuada impresión que deja Néstor Kirchner al elegir a Oscar Parrilli para la Secretaría General de la Presidencia.
La decisión reconoce algo más que la confianza que los une. Se forja en optar por un hombre de conductas y estilos políticos muy claros. Porque no es aventurado afirmar que Parrilli es ajeno a los claroscuros que signan el paso de muchos políticos.
Tanto, que es uno de los tres diputados nacionales que tuvo Neuquén que a lo largo de la transición no aceptó una jubilación de privilegio.
De estilo franco, Parrilli hace de la reflexión un instrumento para su accionar político. Buscó posiciones de poder sin dejarse atosigar por la adrenalina que alimenta la ansiedad. Ese no poder vivir "sin estar en la cosa".
En ese camino, la soberbia siempre le fue distante. No es un político de agravios. Simplemente ve la política como una construcción para el conjunto.
Ganó y perdió. Y cuando esto último sucedió, se replegó en su estudio de abogado. "Arrancar de nuevo", dijo. Y de ahí sale ahora rumbo a la compleja Casa Rosada.

"¡Venite, estás en el equipo!"

NEUQUEN (AN) - "¿Oscar? Te asigné la secretaría general en el Gabinete. Te felicito, venite a Buenos Aires". Palabras más, palabras menos, ese fue el saludo-designación que ayer le hizo el presidente Néstor Kirchner a Oscar Parrilli.
"Estaba haciendo bancos... no me sorprendió del todo porque momentos antes me lo había anticipado Alberto Fernández, pero tuvo la particularidad de que quien me hablaba era el presidente", relató ayer el futuro secretario general de la Presidencia.
Para Parrilli será la primera vez que asuma un cargo ejecutivo de este nivel, pero dijo que estaba preparado para aceptar el puesto que le asignaran. "Mi expectativa era en función de las ideas y de un proyecto político, no de cargos", venía diciendo desde hace varios días.
Cuando de le preguntó por qué creía que había sido elegido para ese cargo, se limitó a sonreir y a recordar que cuando hace seis años Kirchner decidió poner en marcha su proyecto presidencial, la decisión la tomó junto a un grupo de 8 a 10 amigos: entre otros "Alberto Fernández, Carlos Kunkel, Ledesma, Aldo Sampedro, Eduardo Sigal... y yo".

"Me parece bien y me alegro", dijo Sobisch

VILLA LA ANGOSTURA (AB).- "¿Ah sí?, ¡qué bueno!, exclamó sorprendido el gobernador Jorge Sobisch cuando un cronista de "Río Negro" le informó que Oscar Parrilli había sido designado secretario general de la presidencia.
"Me parece bien y me alegro, pues vamos a tener a un neuquino en un puesto muy importante del gabinete nacional", agregó Sobisch, quien inmediatamente confirmó la noticia con sus asesores.
Consultado sobre si la designación será útil al diálogo con Kirchner, el gobernador indicó que "no hay que pensar que el dialogo no es bueno y tampoco crear la idea que estemos distanciados o enojados".
"El es el presidente de la Nación, electo legítimamente y yo soy el gobernador de la provincia; vamos a reunirnos cuando corresponda y espero que trabajemos para el bien de nuestros ciudadanos",sostuvo. Según Sobisch el hecho de que él haya apoyado la candidatura de Carlos Menem en nada condiciona el futuro diálogo y trabajo con el gobierno nacional. Sobisch se negó a precisar la fecha de las elecciones provinciales.