No obstante, la fuente gubernamental consultada por "Río Negro" señaló que el presidente Eduardo Duhalde, pidió a sus colaboradores que no pongan trabas a los movimientos de Kirchner, quien está decidido a exhibirse con un gran poder de decisión política, independiente de los "aparatos" que contribuyeron a desplazar a Carlos Menem y llevarlo a la primera magistratura del país.
El duhaldismo, no obstante, aspira que (además de Roberto Lavagna y Ginés González García) participen en la primera línea de Kirchner, por lo menos dos de los actuales escuderos del bonaerense, José Pampuro y Aníbal Fernández.
Voceros del peronismo anticiparon también que Kirchner no tendrá mayores problemas en el Senado, donde hasta los menemistas han decidido "ser un soporte de la gobernabilidad". En tal sentido, pusieron de relieve manifestaciones positivas del polémico Luis Barrionuevo y de Eduardo Menem. Admitieron, a la vez, que las relaciones institucionales serán más difíciles en Diputados, dado que allí subsiste una gran fragmentación y heridas abiertas tras la deserción del riojano antes del ballottage.
Los menemistas más moderados señalan que la salida de su "jefe" de la segunda vuelta fue un "error gravísimo". Ellos hubiesen preferido la compulsa aún a sabiendas que podían perder 70 a 30, ya que los hubiese ubicado como la principal oposición. "En lugar de eso, Menem optó por retirarse al desierto", afirman.
De hecho, legisladores, intendentes y gobernadores han empezado a apoyar a Kirchner luego del viaje a Chile de Menem, y ahora están observando si el futuro Presidente "tiene pasta de líder" y actúa con pragmatismo no desatando una caza de brujas en el sector que le opuso tenaz resistencia hasta el pasado 27 de abril.
Senadores y diputados nacionales del PeJota esperan que Kirchner asuma un política realista y, por ende, no de confrontación , con los centros financieros internacionales.
Todas las expectativas están centradas en el discurso de asunción del próximo 25 de mayo. "No habrá ruptura con el mundo capitalista, ni con los bancos ni con las empresas", aseguró una fuente que trabaja en el Congreso a favor de los vientos que llegan desde Santa Cruz.
Sin embargo, hizo notar que el péndulo de la historia marca que, a tono con lo que sucede hoy en Brasil, Chile y Venezuela, la Argentina del próximo gobierno deberá hacer recuperar al Estado un rol más activo, poniendo equilibrio entre los distintos actores sociales.
Ayer, el ministro de la Producción Aníbal Fernández indicó que se pasó de un "Estado sobredimensionado" a un "Estado desertor". Abogó en coincidencia con Kirchner, por lograr un "Estado controlador", alejado del paternalismo y del abandono frente a las fuerzas del mercado.
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