El juez Fayt dijo que son "injustos y con falta de fundamentación" los cargos que le endilga la Comisión de Juicio Político de Diputados.

La Corte Suprema de Justicia se reunirá hoy por última vez antes que asuma Néstor Kirchner, aunque los ministros, más preocupados en elaborar una estrategia contra supuestas presiones y una posible embestida del presidente electo, no resolverán las causas de contenido político y económico pendientes de definición.
El ministro Carlos Fayt negó ayer supuestas negociaciones con el Poder Ejecutivo relacionadas con las leyes de Obediencia Debida y Punto Final. "Es absolutamente falso", aclaró y aseguró que el tema no será tratado hoy. "No negociamos con nadie. Yo soy un juez y ninguna fuerza política está detrás de mí", enfatizó el ministro.
En coincidencia con Fayt, otro ministro que prefirió mantener su nombre en reserva dijo: "no nos vamos a dejar presionar, no estamos dispuestos a tolerar presiones desde ninguno de los poderes", en relación a los rumores de renuncia que circulan desde la Casa Rosada y al fallo sobre las "leyes del perdón", cuya validez sería confirmada por el Tribunal.
Fuentes judiciales informaron que en el acuerdo de hoy estarán presentes todos los miembros de la Corte, incluso Fayt, quien se ausentó la semana pasada debido a un fuerte estado gripal, pero que hoy estará en su despacho bien temprano, según confirmó el propio ministro.
Si bien en el Poder Ejecutivo especulan con al menos dos vacantes, "el viejo Fayt", como le dicen cariñosamente en la Corte, no está dispuesto a renunciar a pesar de su edad y de una eventual acusación de la Cámara de Diputados, según manifiestan sus allegados.
Uno de sus colegas fue contundente y dijo que Fayt "sólo se irá cuando se muera", para ratificar el mecanismo natural de renovación del Poder Judicial, en el que los jueces permanecen en sus cargos mientras no renuncien o no se los destituya por juicio político.
Por otra parte, fuentes cercanas a Eduardo Duhalde comentaban que una de las vacantes podría producirse por la renuncia del juez Guillermo López, quien desde el año pasado viene padeciendo problemas de salud.
Pero desde la vocalía de López insisten en que el ministro no piensa por ahora abandonar su despacho. Lo cierto es que los cortesanos prefieren guardar silencio, están expectantes luego de las declaraciones de Kirchner, quien afirmó que "no va haber impedimentos para activar, como corresponde" el juicio político contra los integrantes del tribunal.
La Corte podría demorar el fallo por el que se ratificaría la constitucionalidad de las leyes de Obediencia Debida y Punto Final, sobre el que ya hay un borrador que contaría con la firma de al menos seis ministros. La intención del gobierno era que el fallo saliera a la luz antes de la asunción de Kirchner, lo que se considera poco probable en Tribunales. Por otra parte, en la Corte ya están pensando en quien será el próximo presidente del tribunal, cargo que se renovará en noviembre. El actual, Julio Nazareno, no sería reelecto esta vez, y la titularidad del cuerpo podría quedar en manos de otro de los denominados jueces menemistas, Eduardo Moliné O´Connor, quien en los últimos meses ha tenido un contacto más fluído con el Poder Ejecutivo. Moliné O´Connor cuenta con el apoyo de varios ministros, incluso el de Fayt, que podría ser decisivo a la hora de definir la presidencia de la Corte.

Duhalde le pide paciencia a la oposición

El presidente Duhalde reclamó ayer a la oposición que "por lo menos por este año morigere sus críticas" contra el nuevo gobierno de Kirchner, quien el próximo domingo asumirá al frente del Poder Ejecutivo.
Duhalde aseguró también que no aspira a ocupar ningún cargo partidario ni ejecutivo y afirmó que colaborará con el nuevo gobierno, aunque "sólo desde el ámbito académico".
"La verdad es que estoy deseoso el próximo domingo de entregar la banda presidencial tal cual nos comprometimos y después pasar a un segundo plano", subrayó el jefe de Estado, durante una conferencia de prensa ofrecida en una visita realizada a la ciudad de San Miguel del Monte, en la provincia de Buenos Aires.
El mandatario saliente dijo que espera que la oposición liderada por los ex radicales Ricardo López Murphy (Movimiento Federal Recrear) y Elisa Carrió (ARI) colaboren con el gobierno de Kirchner, al remarcar que "estamos frente a una oportunidad para que le vaya bien al país, una oportunidad para los argentinos".
En su mensaje dirigido a "los dirigentes que hoy están en partidos políticos nuevos, pero que obtuvieron sus bancas y participaron en el gobierno de la Alianza" que encabezó Fernando de la Rúa -tal es el caso de López Murphy y Carrió-, Duhalde pidió que "por lo menos por este año morigeren sus críticas porque este gobierno está por comenzar".
En otro orden, el mandatario volvió a la carga contra el actual sistema presidencialista porque "ha fracasado en todo el continente americano, menos en Estados Unidos".
Consideró que en el mediano plazo debe analizarse la posibilidad de cambiar a un régimen parlamentario, como rige en la mayoría de los países europeos.
Por otra parte, hizo votos a que "se haga carne en la Argentina una nueva ideología que tenga que ver con el trabajo y la producción" y destacó el comportamiento de su gobierno en 16 meses de gestión, durante los cuales -dijo- no hubo "despilfarro, corrupción ni frivolidad".
Durante su discurso, el presidente saliente sostuvo que la recuperación del país "necesita de la ideología del trabajo y la producción". Además, dedicó elogios a los integrantes de su gabinete, de quienes dijo: "No han sido criticados como pasaba en otras épocas, (porque) no ha habido escándalos".

Sigue el combate con Menem

A menos de 24 horas del día en que se tendría que haber realizado el ballottage entre dos candidatos peronistas, frustrado tras el abandono de Carlos Menem, el eje de la polémica en el PJ parece haberse trasladado hoy a la disputa por la jefatura del partido.
El presidente Eduardo Duhalde advirtió que ya caducó el mandato de las autoridades del Consejo Nacional del PJ, entre ellos el de Menem, quien, no obstante, espera retomar las riendas del partido a regreso de Chile.
En el duhaldismo, empezando por el propio presidente saliente, existe coincidencia, sin embargo, en postergar toda puja interna sobre cargos partidarios, a raíz de que la gente no vería con buenos ojos que se refloten las peleas intestinas por espacios de poder.
Duhalde no quiso soslayar las intenciones del ex jefe del Estado de retomar la conducción del PJ: "En el justicialismo caducó hace un mes el mandato del Consejo Nacional, no tiene más conducción ejecutiva", afirmó.
En el menemismo no piensan lo mismo: fuentes cercanas al ex mandatario adelantaron que el riojano, cuando vuelva de Chile, retomará la conducción del PJ, la cual "no abandonará -dijeron- hasta que se cumplan las normas, que son las nuevas elecciones partidarias".Duhaldistas afirmaron que si Menem carga las tintas sobre el asunto la instancia que queda es "hacer un nuevo Congreso e intervenir el Consejo".

Fidel promete cooperación con Kirchner

El presidente Cuba, Fidel Castro, envió ayer sus felicitaciones al Jefe de Estado electo, Néstor Kirchner, por su nominación para conducir el país y comprometió su "disposición de trabajar en el desarrollo de las relaciones entre nuestros dos países". Así señala Castro en una misiva enviada al santacruceño, aunque en el texto de la misma no hace mención si viajará a la Argentina para participar de los actos de asunción del próximo 25. El texto completo de la carta es el siguiente: "Me satisface hacerle llegar, en nombre del gobierno y del pueblo cubanos, las más sinceras felicitaciones por su elección como presidente de la República Argentina. En tal especial ocasión deseo asegurarle nuestra disposición de trabajar por el desarrollo de las relaciones entre nuestros dos países, que tienen un sólido sustento en los sentimientos de amistad, cooperación y solidaridad que unen a los pueblos cubano y argentino. Le expresarle mis mejores deseos de éxitos en el desempeño".