Tras la bajante del agua en algunos barrios crece el riesgo de epidemias.

El gobierno provincial intentaba ayer conseguir un incremento en la ayuda internacional para afrontar los gastos de la reconstrucción de esta capital, afectada por las inundaciones, mientras se estudia la posible reubicación de los evacuados cuyas viviendas fueron destruidas por el agua. Fuentes gubernamentales precisaron que el gobernador Carlos Reutemann viajó a Buenos Aires para reunirse con el presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Enrique Iglesias, que llegó al país para dictar una serie de conferencias y a quien le solicitaría que incremente el monto del crédito pedido días atrás.
En tanto, la continua bajante del agua dejó en los barrios que hace dos semanas fueron tapados por la inundación olores pútridos provocados por bolsas de basura desparramadas en las veredas, cuerpos de animales y gran cantidad de barro, por lo que los vecinos que pudieron volver a sus casas o bajar de los techos trabajaron durante toda la jornada para limpiar la zona
Aún ayer, según los reportes oficiales del Ministerio de Salud había en esta ciudad 73.942 personas alojadas en 451 centros de evacuados, aunque no se informó si se hallaron muertos tras la bajante del río.
A todo esto, el ministro de Gobierno y director del Comité de Crisis, Carlos Carranza, admitió ayer que "se estudia junto a las autoridades municipales un programa de reevacuación para instalar definitivamente o por varios meses (en otros sitios) a las familias que no podrán regresar a sus hogares". Carranza estimó, ante la prensa local, que la cantidad de casas inhabitables "no será inferior a 4 mil viviendas y podría duplicarse", aunque aclaró "la cifra definitiva recién se obtendrá una vez que el agua haya bajado y se completen las inspecciones pertinentes".
Además, el funcionario reconoció que se intenta "verificar la posibilidad de desocupar algunas escuelas que tienen pocos evacuados, para reacondicionarlas con el objetivo de que se reinicien las clases el lunes 2 de junio".
Si bien aún no se determinó de qué modo serán reubicados los evacuados, lo cierto es que muchas casas de madera y chapa fueron prácticamente arrasadas por el agua, que hace dos semanas superó los dos metros de alto en algunas partes de la ciudad, mientras otras de material presentan graves rajaduras producto de la humedad que aún se condensa en sus cimientos.
Otro aspecto que preocupa a las autoridades y evacuados es la cuestión sanitaria y el temor a posibles contagios, por lo que el ministro de Salud provincial, Fernando Bondesío, recordó que se mantiene "una alerta amarilla" y operativos de control y atención en todos los albergues y "ocho hospitales móviles -que llegaron de otras provincias- trabajan en distintas zonas de la ciudad". "Vemos a muchos médicos y enfermeros que están agotados, actualmente tenemos trabajando unos 250 psicólogos para tareas de contención", dijo. (DyN)

Prevén sacar el agua en 6 días

Tres barrios del oeste de fueron casi completamente liberados ayer de las aguas gracias a las tareas de bombeo, y las estimaciones oficiales indican que en seis días no habrá más agua en las calles santafesinas. Las tareas de bombeo, y las brechas existentes en el terraplén Irigoyen y en la avenida Mar Argentino, despejaron las calles de barrios Barranquitas, Villa Hipódromo y Villa del Parque, y una importante zona de barrio Roma.
De acuerdo a estimaciones preliminares, entre 4 y 8 mil viviendas no podrán ser habitadas inmediatamente cuando las aguas desciendan, por lo que serán más de 10 mil las personas que deberán ser reubicadas, para lo cual se están levantando carpas, en las que muchos deberán vivir provisoriamente algunos meses.
La Dirección de Hidráulica informó que en las zonas anegadas se encuentra disponible una capacidad de bombeo del orden de los 80 millones de litros por hora, aunque recién está en funcionamiento con una capacidad de 25 millones de litros por hora.

Centenario dijo presente

CENTENARIO (ACE).- El intendente de Centenario, Adrián Cerda, envió anoche el resultado de más de una semana de recolección de víveres y ropa con rumbo a Santa Fe. La tarea incluyó varios festivales solidarios, actividades deportivas organizadas por diferentes instituciones, un maratón radial en el que participaron más de cinco emisoras locales y un cierre artístico el domingo. El camión se iba a terminar de llenar con otras donaciones de Neuquén capital para enviarlas a la casa de Santa Fe en Buenos Aires. Trabajaron en conjunto varias instituciones de la comunidad, hubo fiscalización del Club de Leones de Centenario y activa participación de personal de Cáritas. La infraestructura -vehículos oficiales, dependencias y personal- estuvo a cargo de la comuna.