Sábado 24 de mayo de 2003
  Uso de GNC: aliciente para
el interior neuquino
 

Por Ricardo Villar

 

Que la del Neuquén es una provincia de notables contrastes ya ha quedado demostrado a través de varios ejemplos. Pero siempre se suma algún nuevo factor a aquellos que dieron la particularidad apuntada.
Este caso lo representa la decisión del Estado neuquino, a través de la ley 2.422 (de reciente sanción), de promocionar el uso intensivo del gas natural comprimido (GNC) en todo el territorio neuquino. Para ello se habilitará, con fondos del Instituto Autárquico de Desarrollo Productivo (Iadep), una línea de créditos en condiciones excepcionales para ayudar al financiamiento de la instalación de una red de estaciones de servicio que permita recorrer casi toda la superficie de la provincia utilizando este combustible.
Lo que se hizo a través de este instrumento legislativo fue retomar una decisión que nació a principios de la década del 80, cuando Neuquén fue elegida por el gobierno central para participar de la experiencia piloto de uso de GNC. En aquella oportunidad se instalaron en la Argentina cuatro bocas de expendio, y una de ellas estuvo en la capital neuquina. Hubo un compromiso oficial de apoyar con fuerza la expansión del uso de este combustible -que no es nuevo, como se suele decir, ya que el primer motor a gas fue puesto en marcha en 1860, mucho antes de que se utilizara la nafta-, pero en los hechos eso no se concretó, a tal punto que de las 17 provincias que tienen dentro de sus jurisdicciones bocas de expendio de gas natural comprimido, la del Neuquén es la que menos establecimientos posee: sólo cuatro, con 4.975 vehículos convertidos. Río Negro, haciendo una comparación regional, tiene 8 bocas y 5.889 automotores que utilizan este combustible.
El fundamento del contraste o paradoja planteada en el primer párrafo surge de las reservas gasíferas que tiene esta provincia, que siguen siendo las principales del país y una de las primeras de Sudamérica, habiendo sido relegada por los hallazgos producidos en Bolivia, no hace muchos años.
Es decir, entonces, que en la tierra del gas, sus habitantes siguieron teniendo preferencias por los combustibles tradicionales, mientras ocurrió un fenómeno opuesto en otras 17 provincias argentinas y la Capital Federal, casi todas ellas -exceptuando Salta- recibiendo el fluido a través de gasoductos que parten de la provincia del Neuquén y deben cubrir centenares de kilómetros, con los lógicos costos del transporte.
En los últimos 20 años se ha producido un fenómeno muy interesante en la Argentina, a través del uso de GNC y otros componentes del gas. Sirvan de fundamentos algunas cifras, extraídas de documentación del Ente Nacional Regulador del Gas (Enargas). Funcionan en el país con este combustible, porque se convirtieron o por ser fabricados con el sistema, 926.352 vehículos; se realizan unas 13.000 conversiones mensuales; hay 1.068 estaciones de carga en 206 localidades ubicadas en 17 provincias (incluida la Capital Federal); funcionan unos 1.500 talleres de montaje y se venden unos 166 millones de metros cúbicos de gas por mes.
El gobierno nacional y sectores privados han elaborado un "Plan Estratégico" que propone la incorporación del GNC a las flotas de vehículos del transporte de pasajeros, tanto urbano como de mediana y larga distancia, y de cargas, con una amplia serie de beneficios que avanzan desde notables economías en lo operativo (a valores de hoy las diferencias entre el costo del GNC y los combustibles tradicionales ronda el 70%), hasta sustanciales ventajas en cuanto a contaminación ambiental, expansión de la industria (fabricación de equipos para estaciones de servicio y automóviles) que ya está exportando a Corea, India, México, Brasil y España, entre otros países. El sector industrial en la Argentina está involucrando a 60 empresas y genera alrededor de 12.000 puestos de trabajo, según informó la Cámara que representa al sector. Las exportaciones para el presente año arrojarían ingresos por alrededor de 80 millones de dólares.
La aceptación del combustible y los avances tecnológicos que se van logrando permitirán en muy corto plazo la disponibilidad de camiones y ómnibus "dualizados" (para ambos combustibles) y con motores fabricados para funcionar con GNC. Son varias las automotrices que están fabricando vehículos con esta adaptación.
Pero el fenómeno GNC también se está produciendo a nivel regional. Ya es tema de discusión, acuerdos y planes dentro del Mercosur. En este espacio geopolítico ya se ha avanzado en un proyecto piloto llamado "Corredor Azul", que unirá por carretera Río de Janeiro con Santiago de Chile, pasando por territorio argentino y cruzando los Andes por Mendoza. La experiencia contempla la instalación, en dicho corredor, de una red de estaciones de servicio de GNC. La medida neuquina apunta también a incorporar un segmento complementario a dicho corredor, dado que el paso mendocino se interrumpe por acumulación de nieve durante los inviernos y el tránsito es derivado hacia los pasos andinos de la provincia patagónica.
Acertada utilización del crédito blando - En Neuquén hay una larga historia de desaciertos en materia de utilización del crédito público, sobre todo por el destino que se les dio a esos fondos y la escasa voluntad de contralor y de recupero que manifestaron los administradores de turno. De tal forma, el Estado perdió centenares de millones de dólares, ya sea a través de préstamos dados por el banco provincial o de otros organismos oficiales como en su momento fue el Fondo de Desarrollo Productivo.
El proyecto original que terminó en la ley 2.442 no contemplaba créditos "blandos" sino subsidios, porque se interpretaba que los beneficios para los pueblos del interior y para la provincia toda que traería una red de estaciones como la finalmente aprobada, eran superiores a los dineros públicos que se debería afectar y que ese resultado final justificaba la figura del subsidio.
Luego, en el análisis del proyecto, se avanzó hacia el crédito en condiciones excepcionales (hasta 10 años de plazo para la devolución, hasta 2 años de gracias, 6% de interés anual en pesos, etc.), lo que no alteró el espíritu inicial en nada. Se le agregó una partida para créditos personales, a los efectos de la conversión de automotores, con lo que se ayuda a crear el mercado de consumidores. Todo redondea una masa crediticia de 12 millones de pesos.
El impacto que producirá sobre las economías lugareñas -siempre necesitadas de alicientes para luchar contra la concentración en la Confluencia- se verá con los menores costos de transportes de mercaderías y pasajeros y con el impulso que seguramente tendrá el turismo regional y nacional. Un ejemplo:
Hasta ahora, un viajero que partía desde la Capital Federal llegaba a Neuquén por rutas con estaciones de GNC. Pero desde aquí, para llegar a Bariloche, San Martín de los Andes o Chos Malal, debía utilizar gasoil o naftas, gastando en estos 400/450 km más de lo que pagó para transitar los anteriores 1.200 km.
De tal forma, la provincia del Neuquén se va incorporando al fenómeno nacional e internacional del aprovechamiento integral del gas, un proceso que debió haber liderado desde un principio en lugar de quedarse en la cómoda actitud de cobrar las regalías por extracción.            

Algunas advertencias

De todas formas, hay que preservar algunos criterios elementales para que no se repitan historias de aprovechamiento especulativo de esta medida. En primer lugar, el Estado debe controlar que los fondos ofrecidos se afecten a los proyectos específicos y que se conforme la red troncal, que es la base de la propuesta.
Luego, de alguna forma, hay que observar los precios finales del producto. Hoy se está produciendo una situación muy particular en esta materia: Neuquén -que tiene el gas al alcance de la mano, es decir con una incidencia nula o mínima en concepto de transporte- tiene uno de los precios finales más altos del país, criterio que comparten -al menos eso es lo que demuestran las pizarras- los "estacioneros" de la capital provincial y de Cipolletti, que usufructúan el mismo mercado.
Algunos indicadores: Capital Federal, 0,479 pesos (hay valores desde 0,39 a 0,51); Mendoza, 0,477; Santa Fe, 0,493; Rosario, 0,497; San Juan, 0,569; Córdoba, 0,450; Bahía Blanca, 0,499; Salta, 0,520; Neuquén, 0,540; Cipolletti, 0,540; Villa Regina, 0,583. (valores tomados en la primera semana de mayo).
Composición del precio: de acuerdo con información extraída del Enargas, el precio del GNC se compone así: valor del gas, 0,077481 (no incluye cargo de emisión de factura, ni Ingresos Brutos, cuya incidencia es mínima, según se informó); ITC ley 24.698, 0,0375; tasa de emergencia hídrica, 0,05; Fondo Fiduciario ley 15.565, 0,004, lo que hace un subtotal de 0,168981, al que se le debe aplicar el 21% de IVA, llevando el costo que paga el "estacionero" a 0,20446701.

Legislador (UCR)

     
     
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