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Que la del Neuquén es una provincia de notables contrastes
ya ha quedado demostrado a través de varios ejemplos. Pero siempre se
suma algún nuevo factor a aquellos que dieron la particularidad apuntada.
Este caso lo representa la decisión del Estado neuquino, a través de
la ley 2.422 (de reciente sanción), de promocionar el uso intensivo
del gas natural comprimido (GNC) en todo el territorio neuquino. Para
ello se habilitará, con fondos del Instituto Autárquico de Desarrollo
Productivo (Iadep), una línea de créditos en condiciones excepcionales
para ayudar al financiamiento de la instalación de una red de estaciones
de servicio que permita recorrer casi toda la superficie de la provincia
utilizando este combustible.
Lo que se hizo a través de este instrumento legislativo fue retomar
una decisión que nació a principios de la década del 80, cuando Neuquén
fue elegida por el gobierno central para participar de la experiencia
piloto de uso de GNC. En aquella oportunidad se instalaron en la Argentina
cuatro bocas de expendio, y una de ellas estuvo en la capital neuquina.
Hubo un compromiso oficial de apoyar con fuerza la expansión del uso
de este combustible -que no es nuevo, como se suele decir, ya que el
primer motor a gas fue puesto en marcha en 1860, mucho antes de que
se utilizara la nafta-, pero en los hechos eso no se concretó, a tal
punto que de las 17 provincias que tienen dentro de sus jurisdicciones
bocas de expendio de gas natural comprimido, la del Neuquén es la que
menos establecimientos posee: sólo cuatro, con 4.975 vehículos convertidos.
Río Negro, haciendo una comparación regional, tiene 8 bocas y 5.889
automotores que utilizan este combustible.
El fundamento del contraste o paradoja planteada en el primer párrafo
surge de las reservas gasíferas que tiene esta provincia, que siguen
siendo las principales del país y una de las primeras de Sudamérica,
habiendo sido relegada por los hallazgos producidos en Bolivia, no hace
muchos años.
Es decir, entonces, que en la tierra del gas, sus habitantes siguieron
teniendo preferencias por los combustibles tradicionales, mientras ocurrió
un fenómeno opuesto en otras 17 provincias argentinas y la Capital Federal,
casi todas ellas -exceptuando Salta- recibiendo el fluido a través de
gasoductos que parten de la provincia del Neuquén y deben cubrir centenares
de kilómetros, con los lógicos costos del transporte.
En los últimos 20 años se ha producido un fenómeno muy interesante en
la Argentina, a través del uso de GNC y otros componentes del gas. Sirvan
de fundamentos algunas cifras, extraídas de documentación del Ente Nacional
Regulador del Gas (Enargas). Funcionan en el país con este combustible,
porque se convirtieron o por ser fabricados con el sistema, 926.352
vehículos; se realizan unas 13.000 conversiones mensuales; hay 1.068
estaciones de carga en 206 localidades ubicadas en 17 provincias (incluida
la Capital Federal); funcionan unos 1.500 talleres de montaje y se venden
unos 166 millones de metros cúbicos de gas por mes.
El gobierno nacional y sectores privados han elaborado un "Plan Estratégico"
que propone la incorporación del GNC a las flotas de vehículos del transporte
de pasajeros, tanto urbano como de mediana y larga distancia, y de cargas,
con una amplia serie de beneficios que avanzan desde notables economías
en lo operativo (a valores de hoy las diferencias entre el costo del
GNC y los combustibles tradicionales ronda el 70%), hasta sustanciales
ventajas en cuanto a contaminación ambiental, expansión de la industria
(fabricación de equipos para estaciones de servicio y automóviles) que
ya está exportando a Corea, India, México, Brasil y España, entre otros
países. El sector industrial en la Argentina está involucrando a 60
empresas y genera alrededor de 12.000 puestos de trabajo, según informó
la Cámara que representa al sector. Las exportaciones para el presente
año arrojarían ingresos por alrededor de 80 millones de dólares.
La aceptación del combustible y los avances tecnológicos que se van
logrando permitirán en muy corto plazo la disponibilidad de camiones
y ómnibus "dualizados" (para ambos combustibles) y con motores fabricados
para funcionar con GNC. Son varias las automotrices que están fabricando
vehículos con esta adaptación.
Pero el fenómeno GNC también se está produciendo a nivel regional. Ya
es tema de discusión, acuerdos y planes dentro del Mercosur. En este
espacio geopolítico ya se ha avanzado en un proyecto piloto llamado
"Corredor Azul", que unirá por carretera Río de Janeiro con Santiago
de Chile, pasando por territorio argentino y cruzando los Andes por
Mendoza. La experiencia contempla la instalación, en dicho corredor,
de una red de estaciones de servicio de GNC. La medida neuquina apunta
también a incorporar un segmento complementario a dicho corredor, dado
que el paso mendocino se interrumpe por acumulación de nieve durante
los inviernos y el tránsito es derivado hacia los pasos andinos de la
provincia patagónica.
Acertada utilización del crédito blando - En Neuquén hay una larga historia
de desaciertos en materia de utilización del crédito público, sobre
todo por el destino que se les dio a esos fondos y la escasa voluntad
de contralor y de recupero que manifestaron los administradores de turno.
De tal forma, el Estado perdió centenares de millones de dólares, ya
sea a través de préstamos dados por el banco provincial o de otros organismos
oficiales como en su momento fue el Fondo de Desarrollo Productivo.
El proyecto original que terminó en la ley 2.442 no contemplaba créditos
"blandos" sino subsidios, porque se interpretaba que los beneficios
para los pueblos del interior y para la provincia toda que traería una
red de estaciones como la finalmente aprobada, eran superiores a los
dineros públicos que se debería afectar y que ese resultado final justificaba
la figura del subsidio.
Luego, en el análisis del proyecto, se avanzó hacia el crédito en condiciones
excepcionales (hasta 10 años de plazo para la devolución, hasta 2 años
de gracias, 6% de interés anual en pesos, etc.), lo que no alteró el
espíritu inicial en nada. Se le agregó una partida para créditos personales,
a los efectos de la conversión de automotores, con lo que se ayuda a
crear el mercado de consumidores. Todo redondea una masa crediticia
de 12 millones de pesos.
El impacto que producirá sobre las economías lugareñas -siempre necesitadas
de alicientes para luchar contra la concentración en la Confluencia-
se verá con los menores costos de transportes de mercaderías y pasajeros
y con el impulso que seguramente tendrá el turismo regional y nacional.
Un ejemplo:
Hasta ahora, un viajero que partía desde la Capital Federal llegaba
a Neuquén por rutas con estaciones de GNC. Pero desde aquí, para llegar
a Bariloche, San Martín de los Andes o Chos Malal, debía utilizar gasoil
o naftas, gastando en estos 400/450 km más de lo que pagó para transitar
los anteriores 1.200 km.
De tal forma, la provincia del Neuquén se va incorporando al fenómeno
nacional e internacional del aprovechamiento integral del gas, un proceso
que debió haber liderado desde un principio en lugar de quedarse en
la cómoda actitud de cobrar las regalías por extracción.
Algunas advertencias
De todas formas, hay que preservar algunos criterios
elementales para que no se repitan historias de aprovechamiento especulativo
de esta medida. En primer lugar, el Estado debe controlar que los fondos
ofrecidos se afecten a los proyectos específicos y que se conforme la
red troncal, que es la base de la propuesta.
Luego, de alguna forma, hay que observar los precios finales del producto.
Hoy se está produciendo una situación muy particular en esta materia:
Neuquén -que tiene el gas al alcance de la mano, es decir con una incidencia
nula o mínima en concepto de transporte- tiene uno de los precios finales
más altos del país, criterio que comparten -al menos eso es lo que demuestran
las pizarras- los "estacioneros" de la capital provincial y de Cipolletti,
que usufructúan el mismo mercado.
Algunos indicadores: Capital Federal, 0,479 pesos (hay valores desde
0,39 a 0,51); Mendoza, 0,477; Santa Fe, 0,493; Rosario, 0,497; San Juan,
0,569; Córdoba, 0,450; Bahía Blanca, 0,499; Salta, 0,520; Neuquén, 0,540;
Cipolletti, 0,540; Villa Regina, 0,583. (valores tomados en la primera
semana de mayo).
Composición del precio: de acuerdo con información extraída del Enargas,
el precio del GNC se compone así: valor del gas, 0,077481 (no incluye
cargo de emisión de factura, ni Ingresos Brutos, cuya incidencia es
mínima, según se informó); ITC ley 24.698, 0,0375; tasa de emergencia
hídrica, 0,05; Fondo Fiduciario ley 15.565, 0,004, lo que hace un subtotal
de 0,168981, al que se le debe aplicar el 21% de IVA, llevando el costo
que paga el "estacionero" a 0,20446701.
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