Jueves 22 de mayo de 2003
  El turismo
patagónico a partir
del nuevo gobierno
 

Por Antonio Torrejón

  La primera vez que un presidente "nacido y criado en la Patagonia" (NYC) llega a la Presidencia de la Nación origina para uno de los sectores productivos genuinos de la región, el turismo, una particular expectativa.
Por supuesto, la infraestructura que "pone en valor" los productos turísticos es lo esencial, siempre que se lo acompañe de políticas turísticas de Estado. Esto hay que destacarlo con mayúscula, ya que "sin reglas de juego", desde el Estado y con perdurabilidad de país definitivamente serio, no puede darse el cambio en tiempo y forma, necesario y posible.
Necesitamos políticas de Estado,  ejecutadas por gobiernos sucesivos, aunque sean de distinto signo cívico, de allí la sabiduría y el consenso que les debe dar origen. Concienticemos a todas las áreas de la política, la economía, el trabajo y la cultura.
Creo que en los anuncios programáticos de Kirchner y de todos los candidatos de la última elección hay cierta proximidad, pero no conocemos la coherencia que pueda alcanzar la ejecución. ¿Cómo se aplicarán los fondos sociales para crear empleo? ¿Qué se hará con la deuda externa? ¿Y con la coparticipación federal impositiva? ¿Cómo se obtendrá equilibrio fiscal? ¿Con qué recursos económicos se emprenderán los cambios...?
El gobierno debe respetar el orden legal, porque los descontentos pueden recurrir a las convulsiones a las que nos vamos acostumbrando con pesar. Desde los cortes de ruta u ocupación de la tierra fiscal -delitos impunes-, a la evasión fiscal, todo debe cambiar, más allá de las demagogias o los "loobies".
Recuperar la seguridad supone autoridad moral del poder estatal, medios preventivos, aplicación de la ley con firmeza, grandeza y sabiduría.
Pero vamos acumulando tantas expectativas, que nos preguntamos sobre la sensación de legitimidad. Porque ella es la que permite mantener a los descontentos en la legalidad. Como nos recordaba días pasados en este diario el Dr. Frías, uno de los paladines del federalismo argentino: 
"Yo soportaré con calma coaliciones que no serán de mi preferencia, acuerdos para fortalecer la mayoría. Pero en fin, me remito al Acuerdo de San Nicolás. Recuérdese que allí se reunieron gobernadores opuestos, que afrontaron las cuestiones urgentes que eran también las necesarias, que simularon olvidar sus rencores y perdonaron los mutuos agravios, para pensar el futuro. Hace 150 años, por el Acuerdo llegamos a la Organización". Hoy comenzando por el acuerdo de los gobernadores de cada región, podemos concretamente construir, desde lo sectorial, las bases que pueden hacer a un cambio perdurable.
El turismo, al ser un sector nuevo, que surge a partir de "verdades", no de manipuleos caprichosos de turno, es el sector que menos preconceptos mezquinos puede generar, de allí la contribución que podemos hacer en el inicio de esta historia, que no tiene demasiado tiempo para perder, al encontrarnos como sostuvo Kirchner en el "amanecer de la nueva República"…, propongamos líneas de inicio a nuestro alcance y parafraseando a Ortega y Gasset:
Argentinos, a las cosas.
     
     
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