Martes 13 de mayo de 2003
  Un ejército para Europa
 

Por Martín Lozada

  El presidente francés Jacques Chirac y el canciller alemán Gerhard Schröder, junto con los primeros ministros de Bélgica y Luxemburgo, acaban de lanzar en Bruselas una polémica iniciativa para que Europa disponga de una autonomía militar al margen de la OTAN.
Los cuatro proponen crear un "núcleo con capacidad colectiva de planificación y de dirección de operaciones para la Unión Europea" al que se sumarían los países que lo deseen (los quince, más los diez de la ampliación). Sin embargo el proyecto nace sin Gran Bretaña, la principal potencia militar del Viejo Continente.
El plan está destinado a reforzar la seguridad europea y a crear un mecanismo de reacción rápida basada en la brigada franco-alemana, integrada por comandos belgas y elementos de reconocimiento de Luxemburgo, todo ello sin esperar las decisiones de sus pares europeos. También apunta al establecimiento de un comando europeo de transporte aéreo estratégico, a más tardar en junio del 2004, y la puesta en funciones de varios centros de formación militar.
Esta iniciativa se produce en un contexto regional por de más conflictivo. El primer ministro Tony Blair acusó días atrás a Francia de querer crear una rivalidad europea con Estados Unidos y de intentar construir un rival de la OTAN en el seno del continente.
Se trata de una de las previsibles consecuencias de lo acontecido en Irak. Después de la batalla diplomática en la ONU y sin participación evidente en la reconstrucción de la posguerra, los líderes autoconvocados consideran que la defensa europea es una condición indispensable para tener una política exterior común y coherente en la Unión. Para ellos ahora resulta claro que la acción diplomática no es creíble, ni eficaz, si no se puede apoyar en capacidades civiles y militares reales.
La idea de contar con un ejército propio no es nueva en Europa. Su origen se encuentra en el llamado "Eurocuerpo", surgido en 1963 como consecuencia del Tratado del Elíseo firmado entre el presidente francés Charles de Gaulle y el canciller alemán Konrad Adenauer.
El objetivo de aquel tratado fue intensificar la cooperación franco-alemana, uno de cuyos capítulos, por supuesto, incluía el aspecto militar. En consecuencia se incrementaron los intercambios políticos entre los dos países y de personal entre sus respectivas fuerzas armadas, así como la interacción en el ámbito de la industria de defensa.
En 1987, 24 años más tarde, el presidente François Mitterrand y el canciller Helmut Kohl decidieron dar un paso más en el campo de la cooperación militar entre Alemania y Francia. Anunciaron la puesta en marcha del Consejo de Seguridad y Defensa franco-alemán que iba a permitir la creación de la brigada franco-alemana en 1989. Esta gran unidad compuesta por militares alemanes y franceses es operativa desde 1991.
Tanto es así que en octubre de 1991, los dos jefes de Estado enviaron una carta conjunta al presidente del Consejo Europeo para informarle de su decisión de intensificar aún más su cooperación militar. De este modo, sentaron las bases de un cuerpo de ejército en el cual podrían participar también otros Estados miembros de la Unión Europea Occidental (UEO).
A raíz de ello, en mayo de 1992, durante la Cumbre de La Rochelle, François Mitterrand y Helmut Kohl tomaron la decisión oficial de crear el Eurocuerpo y algunas semanas más tarde, un Estado Mayor provisional se instaló en Estrasburgo en miras a elaborar las bases del cuartel general del mismo.
El Eurocuerpo cumple desde entonces sus funciones dentro del marco de la OTAN, y sus competencias en la planificación de operaciones, así como su empleo, se efectúan en forma coordinada con el mando de dicha organización transatlántica.
A partir de 1993 se empezaron a realizar ejercicios para fortalecer la disponibilidad y la capacidad operativa del Eurocuerpo, algunos juntamente con fuerzas de la OTAN, que le sirvieron para acercarse más a la alianza. En 1998 tuvo lugar su primera misión en el terreno: un total de 470 militares del Eurocuerpo, divididos en cuatro contingentes, participaron en tareas llevadas a cabo en Bosnia-Herzegovina. Luego lo hicieron en el 2000 en Kosovo.
Resta ahora saber si el nuevo resorte militar creado por el grupo de los cuatro, y cuyo origen encuentra en el Eurocuerpo su antecedente inmediato, intensificará la ruptura que de hecho ha sufrido la relación entre Francia y Alemania con el Reino Unido. También es una incógnita cómo se adecuará a la estructura de defensa inherente a la OTAN. Y si, en definitiva, contribuirá a una Europa más independiente de los designios geoestratégicos del Departamento de Estado, al otro lado del Atlántico norte.
     
     
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