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Sábado 31 de mayo de 2003 | ||
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Otro motín puso en vilo a la U 11 de Neuquén | ||
Participaron cerca de 20, pero no están claros los motivos. Hubo quema de colchones y rompieron el sistema de seguridad. El conflicto se superó tras una tensa y larga negociación. |
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Los motivos de la revuelta no están claros. La Policía informó oficialmente que todo comenzó con el reclamo de uno de los detenidos para recibir visita, mientras que los internos denunciaron a los gritos, a través de las rejas, que los habían "gaseado" (arrojado gases lacrimógenos dentro del pabellón) sin ninguna razón. Cualquiera haya sido el origen, quedó demostrado otra vez que la Unidad 11 es un polvorín que estalla a cada momento. Las explosiones son, por ahora, de baja intensidad pero cada vez más frecuentes. Quienes no se plegaron a la protesta fueron los alojados en el pabellón 8, que llevan adelante una huelga de hambre pacífica pidiendo conmutación de penas e indultos similares a los que aplicó el ex presidente Eduardo Duhalde a poco de abandonar el poder, en beneficio de Mohamed Seineldín y Enrique Gorriarán Merlo. Los incidentes comenzaron temprano a la mañana y se agravaron hacia el mediodía. Alrededor de 20 presos del pabellón 1, sindicados como los más peligrosos por la policía, quemaron colchones y destruyeron el costoso sistema de seguridad interno, que incluye cámaras de video que monitorean sus movimientos. También habrían intentado tomar guardiacárceles como rehenes y habrían estado a punto de copar la guardia del pabellón. Hacia el mediodía, los movimientos que se observaban fuera del penal ubicado detrás del Parque Industrial revelaban que la situación era grave. Primero ingresó una dotación del grupo especial Despo, luego se vio llegar a otras unidades especiales que rara vez se hacen presentes en la cárcel; entre ellos había efectivos de los departamentos Delitos y Homicidios. Es que desde la Jefatura se bajó la orden de que todo el personal disponible debía hacerse presente en la U11 para evitar un motín de proporciones y una eventual fuga. Todo el amplio perímetro de la cárcel era custodiado por policías que portaban armas largas y se movían a pie, en auto y en moto. Un grupo de presos se acercó hasta el cerco perimetral y a los gritos informó que el conflicto comenzó porque el personal policial había gaseado el pabellón sin motivo. Episodios similares han ocurrido varias veces este año, y llegaron a ser de tal gravedad que la justicia le ordenó a la Jefatura que descabezara a la conducción de la Unidad 11. La situación interna se fue calmando hacia las 14, y finalmente el conflicto se dio por superado. Un vocero policial informó oficialmente que el origen de la revuelta fue la situación de un preso, que dependería de la justicia rionegrina, que reclama por un régimen especial de visitas o un traslado. La fuente minimizó los destrozos, pero reconoció que "se están haciendo las reparaciones correspondientes en el pabellón". También aseguró que no hubo lesionados. |
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