Ex policía confesó doble crimen ante los jueces

Está siendo juzgado en Viedma y relató lo sucedido con absoluta tranquilidad.

Las víctimas fueron su ex esposa y un amigo de ésta. Otro joven quedó herido.

Osvaldo Basualdo dijo que antes de matar de un tiro a su ex mujer, "le pegué una cachetada, le apunté y ella se rió".

VIEDMA (AV).- Un ex policía de Viedma confesó ayer con absoluta tranquilidad haber matado a su ex pareja y a un amigo de ésta, en la primera audiencia de un juicio oral y público que se realiza en los tribunales capitalinos.

Osvaldo Angel Basualdo se mantuvo imperturbable en todo momento cuando relató los hechos ocurridos en la noche del 3 de octubre de 2001 cuando baleó a su ex mujer, Erica Urrutia de 34 años; y a Waldemar Barrientos de 21. Un amigo de la infancia de este último, Mauro Fumarola, salvó milagrosamente su vida.

El ex policía, actualmente alojado en la alcaidía viedmense, está siendo juzgado por doble homicidio calificado por alevosía en concurso real con tentativa de homicidio.

El resonante caso se ventila ante la Cámara del Crimen integrada por Susana Milicich de Videla, María del Carmen Vivas de Vázquez y Eduardo Giménez. La fiscal es Daniela Zágari y el defensor del imputado es César Gutiérrez Elcarás.

Ante la atenta mirada de los presentes, Basualdo contó que el día del hecho había estado merodeando el departamento de la calle Dorrego al 800. Esa vivienda oficial había sido prestada a Urrutia -por entonces empleada del Ministerio de Coordinación- para vivir junto a sus hijos, luego de la separación.

Señaló que esa noche, al ver entrar a un hombre (por Barrientos) fue hasta su casa a buscar un arma "para llevarme a Erica conmigo". Según dio a entender, había un motivo de celos en el medio.

El imputado aseguró que "me quedé afuera y sentí que en el departamento hablaban de mí, y en un determinado momento se abrió la puerta (cuando Fumarola que compartía la cena decidió irse) entonces me aparecí frente a Erica, le pegué una cachetada, le apunté, ella se rió.... cerré el puño" con lo que dio a entender que el arma se disparó.

Casi como si fuera un detalle más, contó que procedió de la misma manera cuando Barrientos quiso interponerse para evitar una tragedia.

Luego declaró Fumarola, quien esa noche se tiró al piso y al cubrirse el rostro con sus manos recibió un balazo en el dedo. Este joven dio detalles, pero estaba muy nervioso y declaró sin la presencia del acusado, debido a que -según dijo- aún recuerda con mucha amargura ese episodio.

También comparecieron los dos hijos que tenían la víctima y el autor de los disparos, y un familiar de la joven.

Para esta etapa del proceso, la familia Urrutia nombró como abogados querellantes a Fernando Ruiz y Marisa Yensen. Para la jornada de hoy, está prevista la comparencia de seis testigos.

Cuando en la noche del 3 de octubre de 2001 Basualdo efectuó los disparos, huyó llevándose a su hija quien se aprestaba a dormir en una de las habitaciones del departamento El hombre, que tiempo atrás había sido cesanteado de la Policía, fue detenido en la localidad bonaerense de Stroeder.Se había refugiado en una casa abandonada.