Muchas veces las medidas de seguridad en los yacimientos no son grandes y esta ventaja suele ser aprovechada por los delincuentes.

RINCON DE LOS SAUCES (ARS)- Ausencia de cierres perimetrales, válvulas sin custodia que quedan al alcance de manos expertas, y un sofisticado sistema de control que no da abasto, son los elementos que facilitaron el trabajo de la banda del crudo detenida hace diez días por la justicia.
Esta ciudad es la principal productora de petróleo de Neuquén; de aquí se extrae mensualmente el 80 por ciento del hidrocarburo de la provincia y casi el 30 de todo el país. Cientos de ductos atraviesan los campos no muy lejos del casco urbano de la localidad, y son el lugar elegido por los piratas del crudo para concentrar sus operaciones.
Según trascendió de una fuente calificada y ligada con la actividad, "en Rincón no es necesario pinchar los caños, lo cual dejaría en evidencia el lugar del robo. Hay semejante cantidad de válvulas que sólo hace falta acercar el camión hasta la instalación y abrir la llave".
La frase "entrar a la instalación y abrir la llave" suena tan fácil como realmente lo es en la práctica, en algunos yacimientos.
Según pudo comprobar "Río Negro" durante una recorrida, la mayoría de los pozos y baterías ubicadas en el campo no tienen cierre perimetral de seguridad; sólo algunos cercos fáciles de eludir con el salto de una persona mayor.
Las válvulas tampoco están resguardadas, por lo que los ladrones en muchos casos ni siquiera tuvieron que romper cadenas o candados para abrirlas.
El principal detector de anormalidades que tiene la industria es un complejo sistema de telesupervisión: los pozos y baterías están conectados por una señal remoto que viaja por microondas desde el yacimiento hasta la oficina de control. Cuando hay un cambio de presiones, sean altas o bajas en los ductos, una alarma pone en conocimiento de la situación al operador de turno, indicándole el ramal en problemas. Destruir el sistema es inútil, porque la irregularidad "salta" de inmediato en las computadoras del control.
Pero aún con el sistema, los robos de petróleo fueron cuantiosos.
Una fuente indicó a "Río Negro" que "los tres camiones que la policía secuestró con petróleo este año no representan ni el diez por ciento del crudo que robaron en los últimos meses".
Cada día, por los Parques Industriales y yacimientos de la zona se mueven entre 400 y 500 camiones de diverso tipo e igual número de camionetas. Y los controles de ingreso y egreso a las áreas no cubren todos los caminos.
Las picadas rurales son el fuerte de los delincuentes ya que las empresas privadas de seguridad apenas tienen puestos de control fijos en entradas principales.
En el ámbito petrolero era un secreto a voces que la empresa de seguridad más importante que operaba en la zona antes de terminar su contrato con Repsol-YPF hace dos años tenía una sola camioneta para recorrer los yacimientos de Rincón.

"Apoyo interno"

Más allá de las medidas de seguridad, los investigadores están convencidos de que la banda del crudo contaba con "apoyo interno".
En algunos de los operativos que realizó la policía en el campo con resultados positivos, personal de las compañías con jerarquía de supervisor quedó bajo sospecha.
Lo que también llama la atención en esta zona es que el secuestro de camiones con crudo robado se incrementó este año, aunque la actividad ilegal tiene por lo menos tres años. Y en ese período, la comisaría 35 de esta ciudad cambió cinco veces de jefe. Además, todas las gestiones fueron investigadas por Asuntos Internos. ¿Están relacionados estos hechos?
Por otra parte, la ubicación geográfica de Rincón también favorece a los ladrones. A sólo 70 kilómetros, 53 pavimentados y 17 consolidados, se encuentra el paraje Octavio Pico, enclavado en el único punto tetrapartito de la Argentina.
En ese lugar confluyen las provincias de La Pampa, Mendoza, Neuquén y Río Negro y muy cerca del paraje nacen o continúan caminos en todas direcciones que permiten acceder, lejos de miradas indiscretas, a cualquiera de esas provincias.

Camioneros expertos

RINCON DE LOS SAUCES (ARS).- Camioneros expertos, capaces de conducir por el laberinto de picadas petroleras, es una de las claves para el éxito de la banda. En ese sentido sirve como ejemplo lo sucedido en Auca Mahuida a principios del año pasado.
Dos laderas del cerro son el fuerte hidrocarburífero de varias empresas que trabajan en el lugar. El macizo está a 70 kilómetros de Rincón de los Sauces y los yacimientos distan a otros 10 kilómetros, cerro arriba. A principios de 2002, tres camiones tanque fueron avistados en el lugar realizando maniobras no programadas. La policía logró atrapar a uno de ellos y verificó que trasportaba petróleo robado. Los otros dos vehículos fueron buscados intensamente pero sin resultados alentadores. Sin apoyo aéreo y aunque fue un operativo policial importante, los investigadores estaban en desventaja frente a la banda.
Allí quedó claro que los choferes de los camiones conocían a la perfección las áreas de explotación. La Policía manifestó en su momento que "escuchábamos los motores de los vehículos pesados pero no los podíamos ver". El relato puso en evidencia que los choferes manejaban camiones con acoplados cargados sin luces durante la noche. Esa es la única explicación que encontraron los investigadores.