Jueves 8 de mayo de 2003

 

"Asesiné a Sepúlveda sin la ayuda de nadie"

 

Se hizo ayer la reconstrucción de un asesinato ocurrido en Roca. La víctima había sido encontrada descuartizada por animales. El imputado trató de "despegar" a su novia, también procesada.

 
Siebenhar, de camisa a cuadros y chaleco, muestra cómo golpeó a la víctima con una palanca para aflojar tuercas de rueda.
aEl acusado dijo que a Sepúlveda Barra lo cargó en el asiento trasero de su auto.
Posteriormente recorrió el camino que supuestamente hizo la madrugada del hecho.
Ya en la zona de Paso Córdoba, utilizando un maniquí mostró cómo arrojó a la víctima.
ROCA (AR).- Juan Carlos Siebenhar le mostró ayer a los jueces de la Cámara Segunda del Crimen, cómo asesinó el 13 de mayo de 2001 a Héctor Sepúlveda Barra, durante la reconstrucción del caso que se inició en el barrio Islas Malvinas de Roca, y que terminó en un camino vecinal de la zona de Paso Córdoba.
El imputado está siendo juzgado junto a Dalila Cares, quien era la esposa de la víctima y que mantenía una relación amorosa con su compañero de causa. A los pocos días del crimen, ambos procesados fueron padres de una niña.
Siebenhar se mantuvo en su versión sobre cómo ocurrieron los hechos, y ratificó que él fue el único autor del crimen, deslindando cualquier responsabilidad de Cares.
De todos modos, ahora se esperará la llegada de una ampliación de la pericia toxicológica, ya que la acusación fiscal refiere que Cares le habría suministrado un tranquilizante a la víctima, quien tenía conocimientos de artes marciales, para supuestamente evitar que se defendiera ante el ataque.
Los jueces, el fiscal Edgardo Rodríguez Trejo, el defensor Jorge Crespo y la querellante Cecilia Lumelli, se trasladaron a la vivienda ubicada en Panamá 2.395 de Roca. Allí vivían Cares y Sepúlveda Barra, y fue donde se cometió el asesinato.
El imputado apoyó su versión en la reconstrucción del hecho, recordando el diálogo previo que mantuvo con la víctima antes de trabarse en lucha.
"Cuando llamé a la puerta me atendió él (la víctima). Me hizo pasar y me dijo que a Dalila no me la iba a llevar a ningún lado. Yo había ido a la casa porque Dalila me llamó para avisarme que tenía dolores de parto", dijo Siebenhar.
"La discusión comenzó a subir de tono. En un momento me dijo "te voy a matar a vos y a tu "guacho" que está por nacer"", aseguró, y señaló que inmediatamente empezaron a forcejear.
Tras caer ambos al piso, el imputado dijo que sacó una palanca para aflojar tuercas de rueda de autos de una mochila que había llevado, y le pegó en la cabeza o en el cuello. "Quedó tendido, esperaba que se vuelva a levantar, pero no se movió más. No sé si estaba muerto", dijo.
Sin embargo, el juez Juan Rotter le hizo notar que en su primera declaración había afirmado que "no respiraba". De todos modos, el acusado ratificó que no sabía que ya estaba sin vida.
Luego se dirigió a la habitación, y "le dije a Dalila que se quedara encerrada bajo llave. Ella llamó a un taxi y me fui a buscar mi auto para sacarlo (a Sepúlveda Barra) de la casa. Lo único que quería era sacarlo de ahí", señaló.
Relató que volvió con su viejo Citroën Visa en el que cargó a la víctima y se alejó del lugar. Según el recorrido que mostró ayer, y que realizó en su propio auto aunque acompañado por un uniformado, salió en su vehículo por calle Panamá hasta Jujuy, tomó por Rochdale hasta Mendoza, e ingresó a la ruta 22.
Lo que llamó la atención de los jueces, es que el imputado aseguró haber pasado por la caminera de Roca, una maniobra un tanto riesgosa, si se tiene en cuenta que en el asiento trasero del auto transportaba a una persona muerta.
Siempre según lo que mostró ayer en la reconstrucción, tomó por ruta 6 hacia el sur, y a unos mil metros de la ruta 22, se internó en un camino vecinal por unos 250 metros. "Paré contra el desagüe, lo bajé (al muerto) y lo acosté en el borde. Luego lo empuje al canal. Quedó boca arriba y había tan poca agua que no lo tapaba", aseguró.
"¿Cómo sabía que había poca agua y que quedó boca arriba?", le preguntó el fiscal, a lo que Siebenhar respondió que algo se veía a pesar que era plena madrugada.
Luego aseguró que nunca había vuelto al lugar y que "no me ayudó nadie. Todo lo hice solo".
Ahora, la Cámara Segunda espera la llegada de la ampliación de la pericia toxicológica para ahondar en el suministro de calmantes que recibió la víctima, y de no haber otros planteos de las partes, en esa misma jornada de debate se realizarán los alegatos.
El cuerpo de Sepúlveda Barra fue encontrado 15 días después del crimen. Había sido comido por perros vagabundos, aunque conservaba sus ropas y sus documentos. Los médicos forenses terminaron de confirmar su identidad de la víctima.
   
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