Otro duro golpe a la mafia de los desarmaderos

Hubo cinco detenidos en varios operativos simultáneos. Lograron recuperar automóviles, entre ellos un Fiat Uno que había sido robado por la mañana y estaba desmantelado por completo. Entre los que cayeron ayer habría varios individuos que fueron apresados por idénticas razones en febrero pasado. Al parecer, la banda se encarga de "levantar" los vehículos en la calle, los desarma en pocas horas y comercializa los repuestos a través de varios puntos de venta.

El Fiat Uno recuperado ayer había sido robado por la mañana. En pocas horas lo desmantelaron.

NEUQUEN (AN)- La Policía dio un nuevo golpe a la mafia de los desarmaderos, con una serie de allanamientos, detenciones y secuestros realizados ayer en distintos puntos de la ciudad. Según la versión que trascendió anoche, ya que se negó información oficial, algunos de los demorados son los mismos que cayeron en febrero pasado por un hecho similar, y entre los vehículos recuperados hay un Fiat Uno blanco que había sido robado a la mañana y ya estaba desmantelado.
Los procedimientos fueron el fruto de una larga investigación para desarticular una red que se dedica a sustraer automóviles, los desarma y luego comercializa los repuestos. A pesar de que uno de los presuntos cabecillas de la banda tendría 20 causas abiertas en su contra, sigue en libertad según revelaron fuentes policiales.
Los allanamientos de ayer comenzaron a media tarde, y estuvieron a cargo de los efectivos del departamento Sustracción de Automotores con el apoyo y colaboración del departamento Delitos.
Las fuentes consultadas por "Río Negro" indicaron que el desencadenante se dio cuando los investigadores observaron el ingreso de un Fiat Uno blanco a un taller semioculto al fondo de una vivienda en la calle Monseñor D"Andrea al 100.
Ese vehículo había sido robado a la mañana en jurisdicción de la comisaría 17 del barrio La Sirena, según se pudo confirmar después.
El inmueble de calle D"Andrea quedó bajo una discreta vigilancia, hasta que a media tarde observaron que salía de allí un Renault 18 en dirección al barrio Confluencia. Los efectivos lo siguieron hasta las inmediaciones de las calles Aluminé y Colibrí, donde los esperaba el presunto líder de la banda en un Peugeot 405.
"Estaba tranquilo, leyendo el diario y esperando al R18 donde, averiguamos después, habían cargado algunos repuestos del Fiat Uno", explicó una fuente policial que participó de los procedimientos.
A bordo de varios móviles, los efectivos les cayeron encima y los detuvieron. En efecto, en el R18 había partes del Fiat Uno, y el resto fue hallado en el taller de calle D"Andrea que fue allanado simultáneamente por otra comisión.
A los investigadores les llamó la atención la celeridad con la que habían desarmado al automóvil. "No lo cortaron, lo desmontaron pieza por pieza, le sacaron las puertas y quedó el casco solamente", dijo otra de las fuentes
Estos dos procedimientos dispararon a su vez otros en distintos puntos de la ciudad, que seguían al cierre de esta edición. Las fuentes revelaron que hay por lo menos cinco detenidos y tres automóviles recuperados.
El Renault 18 también tiene su historia. El sábado pasado, su propietario tuvo una discusión con un hombre en una gomería, en el barrio Cuenca 15, y lo hirió de un balazo en una pierna.
Por ahora se desconocen los motivos de aquella pelea y si está vinculada con la mafia de los desarmaderos.

Desmantelan autos con vertiginosa celeridad

NEUQUEN (AN).- "Trabajan cada vez más rápido", se asombró una fuente policial que participó de los operativos de ayer. "Calculamos que el dueño del Fiat Uno apenas estaba haciendo la denuncia cuando ya se lo tenían medio desarmado. Si llegamos un poco más tarde no encontramos nada, porque las piezas las distribuyen con la misma celeridad".
Si hay algo que caracteriza a los desarmadores que cayeron ayer es la velocidad con que trabajan. En los ardientes días de febrero, tres de los integrantes de esta banda fueron detenidos en distintos puntos de la ciudad, donde se localizaron partes de cinco vehículos que habían sido robados durante los diez días anteriores.
El centro del operativo fue un galpón del sector Barreneche del barrio Colonia Valentina Norte, muy cerca del aeropuerto neuquino. El depósito fue ubicado en Costa Rica y Bermudas, un lugar de muy difícil acceso. Allí, los policías encontraron partes de cinco vehículos: dos Fiat Uno y un Regatta; un VW Gol y una camioneta Ford F100 de la que apenas quedaba el chasis.
El operativo -que se dividió en tres puntos de la ciudad- permitió detener a otras tantas personas el 24 de febrero. Al frente del mismo estuvo también el jefe del departamento Sustracción de Automotores, Oscar Pincheira. Además del galpón de Barreneche, los policías barrieron un depósito en la calle Gatica -cerca del río Limay- e incluso fueron al barrio Valentina Sur y de ahí al paraje Las Perlas, en la vecina provincia.
En aquella oportunidad, los policías dieron con los desarmadores a partir de la denuncia de un vecino que no podía dormir por causa del molestísimo accionar de una amoladora, algo así como el brazo derecho de los delincuentes que se dedican al desguace de vehículos. Con una de esas herramientas y varios discos de corte los desarmadores pueden abrir un auto como "una lata de sardinas en 20 segundos", suelen exagerar los investigadores.
Uno de los demorados ayer en los operativos de ayer sería un sujeto que responde al apodo de "Bocha", y manejaría el negocio ilegal junto con su hermano.