Domingo 4 de mayo de 2003

 

Detienen a dos hombres por el crimen de Gómez en Allen

 

Ayer hubo cuatro allanamientos, donde se habrían obtenido pruebas.

 
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ALLEN (AA).- Dos hombres fueron detenidos ayer en esta ciudad, y otros demorados, en el marco de la investigación que se lleva adelante por el brutal crimen de Manuel Gómez. El muchacho allense, de 20 años, fue asesinado por una patota de una decena de jóvenes durante una verdadera cacería humana. Fue en la madrugada del último jueves en un barrio próximo al sector de la costa en Allen.
Pudo saberse que la policía efectuó durante las últimas horas de la tarde de ayer cuatro allanamientos, por orden del Juzgado NÂș8, en el barrio Costa Oeste y en las inmediaciones. Allí se habría detenido a dos jóvenes mayores de edad y se habrían secuestrado además importantes elementos de prueba que permitirían avanzar hacia el esclarecimiento del homicidio.
Trascendió que además de los dos detenidos, habría otros individuos demorados que podrían aportar datos a la causa.
Gómez, un primo y un amigo, fueron perseguidos por un grupo de alrededor de diez individuos a la salida de un festival gauchesco. El primero fue alcanzado al enredarse con un alambrado y recibió una brutal golpiza que le desfiguró la cara, además de puñaladas en la espalda y otra que le seccionó una arteria a la altura de la rodilla y le costó la vida.
Según pudo reconstruir este diario, los tres amigos salieron de la fiesta alrededor de las 5. Al caminar en dirección a Allen notaron que los venían siguiendo, por lo cual apuraron el paso, y luego corrieron cuando los tenían prácticamente encima. Uno de los perseguidos logró escapar rumbo a una chacra y perder de vista a los agresores. La descomunal patota entonces siguió a Gómez y su primo, pero el primero tuvo la mala suerte de enredarse con un alambrado. Su primo habría tratado de ayudarlo pero debió enfrentarse con sujetos que ya los habían cercado. Incluso se habría defendido con una botella rota y habría alcanzado a herir a uno de los atacantes. Luego escapó mientras veía que su primo lograba desenredarse. No supo más de él hasta la tarde de ese día cuando, al ver que Manuel no regresó a su casa, fue al último lugar donde lo había visto y lo halló muerto, con la cara desfigurada y una mano al parecer comida por un animal.
Según pudo saberse, las víctimas desconocían quiénes eran los agresores y qué los motivaba a tamaña agresión.
Los procedimientos policiales se pusieron en marcha alrededor de las 18 de ayer en diferentes domicilios ubicados en el interior del barrio ribereño y en zonas aledañas.
Fuentes allegadas a la investigación se mostraron conformes con los resultados obtenidos tras el accionar, que permitirían dar con los matadores de Gómez, quien ayer por la mañana fue enterrado.
El cuerpo de Gómez fue hallado en el interior de una acequia y la autopsia permitió conocer que el joven habría muerto desangrado en el lugar.
Ayer, familiares de la víctima prefirieron no hablar porque, según indicaron, el caso está en manos de la justicia. No obstante, la abuela del joven muerto -quien se encargó de su crianza desde pequeño, según se comentó- en medio de un fuerte dolor dijo que su nieto "era un chico trabajador, que no tenía problemas con nadie, ni se metía con nadie".
El crimen causó un hondo malestar en la comunidad y en el barrio Tiro Federal, donde residía Gómez, ante las graves características del hecho y la saña a la que fue sometido.
Manuel Gómez trabajaba en los hornos, "hacía changas", comentó dolida una tía del muchacho. "No andaba en nada raro, vivía con su abuela y el primo también vivía ahí, se criaron juntos", dijo. "Ellos tenían la ilusión de ver esa noche a "Picunches" (un grupo de música) en el festival que hacían en la costa. Yo les dije que no vayan para allá, tan lejos, pero nunca pensamos que podía pasar algo así", comentó la mujer, sin consuelo.
Si bien ésta prefirió no ahondar en el tema, añadió que "eran varios los que lo agarraron, como 9 o 10, lo han golpeado brutalmente", añadió ayer, "mi otro sobrino no puede hablar, llora todo el tiempo, él lo quiso ayudar a saltar el alambre pero no pudo. Cuando venían caminando los traían siguiendo, parece que adentro de ahí del festival ya habían tenido problemas", relató la tía de Manuel. La mujer pidió que "se aclare esto y que encuentren a los asesinos" y "que la gente que vio algo que lo diga, que no tenga miedo".
   
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