Jueves 29 de mayo de 2003
  Ruggeri busca instalarse en la historia "roja"
 

Sostiene que no es su intención "usar" a Independiente para llegar a la selección
  El flamante entrenador de Independiente, Oscar Ruggeri, intentó volver sobre sus pasos al hacer su presentación oficial en el cargo que hasta ocupó Américo Gallego y aseguró que no es su intención "usar" al club de Avellaneda como trampolín para llegar al seleccionado argentino.
"No tengo dudas que si Independiente me da prestigio, en el futuro dirigiré la selección, pero quiero aclarar que la mente está puesta en esta gran institución, a la que no voy a usar a como trampolín para otra cosa", afirmó Ruggeri en su primer encuentro con la prensa en la sede "roja".
Tanto en uno como en otro caso el "Cabezón" intentó bajar los decibeles de esos cuestionamientos para defender su honor. "Nunca llamé a periodistas para que me ayudaran a llegar a Independiente.
Otro momento "cálido" de la charla tuvo lugar cuando fue interrogado sobre las desprolijidades de su arribo, que se produjo cuando a Gallego aún le faltaba más de un mes para la finalización de su contrato.
"Cuando regresé de México vi por televisión que Gallego no iba a ser más el técnico. Entonces me llamaron para decirme si me interesaba trabajar en Independiente, pero me avisaron que había dos o tres candidatos más", comentó.
"Después los dirigentes lo evaluaron y me eligieron. La única diferencia con otras épocas fue que antes esos asuntos no se conocían con antelación, pero ahora todo se ventila enseguida", argumentó.
"De todas formas, sé que con él me voy a juntar en algún momento y entonces le preguntaré porqué no pudo repetir en el Clausura todo lo bueno que hizo en el Apertura", adelantó.
Siempre a la defensiva, luego debió sortear las preguntas relacionadas con los dichos de Daniel Grinbank, quien advirtió que "Gallego tenía caviar a su disposición, pero el nuevo técnico se tendrá que arreglar con choripán", en referencia a la reducción que se viene en el plantel.
"Además a mí me gusta el choripán -ironizó- y a Grinbank no lo conozco, pero me gustaría hacerlo porque ayudó mucho a Independiente. Yo no tengo desafíos personales. Acá está primero la institución y a mi lo único que me gusta es trabajar y estar a disposición del club".
"Los pedidos que me hizo el presidente (Andrés) Ducatenzeiler fueron que ganáramos el domingo, recuperar el prestigio y terminar formando un plantel surgido de las divisiones inferiores", expresó.
La oposición de los hinchas de Independiente a su llegada dijo que le hizo aumentar "las ganas de empezar a entrenar al día siguiente".
"Quiero quedar en la historia del club. Me gusta el buen fútbol y no pongo a defensores de delanteros. Trataremos de jugar bien, porque a la larga, el que lo hace así es el que más va a ganar", se siguió defendiendo cayendo en lugares comunes.
"Estoy en una buena etapa como profesional. En San Lorenzo y en México aprendí, me equivoqué, crecí, pero seguramente volveré a cometer errores. Y tengo claro que si ganamos estará todo bien y si perdemos me sacarán los riñones", admitió.
   
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