Lunes 19 de mayo de 2003
  Tienen que arreglar un problema para continuar la sociedad
 
  Williams y BMW desean continuar con su proyecto conjunto en la Fórmula 1 luego de terminar el contrato que los une hasta el próximo año, pero antes tienen que solucionar un problema y tiene que ver con quién ser el mandamás. La firma alemana pretende más influencia en la construcción del vehículo e incrementar su personal en las pruebas, mientras que el equipo británico lucha encarnizadamente por no perder demasiado poder.
"Hay aún varias cuestiones pendientes, pero actual socio es para nosotros el preferido", confirmó Frank Williams, dueño del equipo, antes del Gran Premio de Austria.
El director de BMW, Mario Theissen, coincidió en que "Williams tiene prioridad para nosotros".
Las relaciones entre británicos y alemanes se enfriaron en el actual Mundial en forma notable. La alegría que produjo el segundo lugar entre los constructores en el pasado certamen se transformó en enormes tensiones ahora.
"El mayor problema son los resultados, hasta ahora decepcionantes", admitió Williams.
La culpa principal del enojo y de las demoras en las negociaciones de contrato se atribuye al chasis del nuevo FW25.
Gerhard Berger, director deportivo saliente del equipo alemán, hizo leña al fuego con fuerte críticas a Frank Williams. "No me sorprende. Conozco bien a Gerhard", relativizó Williams los ataques del austríaco. "Sabemos que debemos mejorar nuestro rendimiento", comentó Theissen, quien se mostró optimista.
"La posibilidad de llegar a un acuerdo es mayor que la posibilidad de que fracasen las negociaciones", aseguró.
Las exigencias de BWM son claras. Los alemanes quieren profundos cambios de estructura y colaborar en los sectores de aerodinámica, suspensión y caja de cambios. "Una gran empresa dispone de recursos de los cuales carece un equipo", opinó Theissen.
Pero Frank Williams, desde hace veintiséis años en la Fórmula 1 y jefe de uno de los equipos más exitosos con nueve títulos de constructores y siete de pilotos, no quiere que se le escape de las manos la obra de su vida. Pero los tiempos se acortan. Theissen habló de cuatro opciones. "Una es pararlo todo, lo cual hay que descartar. La segunda es reflexionar sobre un equipo propio. La tercera, sumar otro socio. Y la cuarta, en realidad la mejor, proseguir con el acuerdo", apuntó.
Williams replicó con frialdad. "Descuidaría mis obligaciones respecto a mi empresa si no tomase medidas preventivas para una situación como esta. Sería temerario depender sólo de una empresa. Naturalmente tenemos una alternativa", aseguró.
   
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