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Lunes 12 de mayo de 2003 | |
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Chicago goleó y sigue saliendo de la zona roja | |
En una buena producción venció a Huracán, que no puede hacer pie |
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| Nueva Chicago derrotó a Huracán por 4 a 2 y logró tres puntos de un doble valor, por haber vencido a un rival directo por la permanencia en primera división, mientras que el equipo de Parque de los Patricios cumplió con esta caída una rueda completa sin triunfos, con 6 empates y 14 traspiés. Si bien con este éxito Gorosito se desquitó de su rival de turno porque este equipo lo venció (2-1) en el Apertura 2002, cuando él debutó como entrenador de Nueva Chicago, hablar de venganza cuando el rival es este Huracán sería un acto inmoral. Mientras el equipo de Mataderos llegó a un promedio de 1,173 y sigue en zona de promoción (está a sólo cuatro milésimas de Talleres), Huracán se hunde en la zona de descenso directo, ahora con 1,056. Nueva Chicago dominó el partido desde el comienzo y contó con espacios amplios para atacar, sobre todo por el costado derecho, por el que se generaron tres de los cuatro goles de la etapa inicial. Carreño, gracias a su movilidad a partir de la posición de volante externo derecho que le asignó Gorosito en este certamen, fue incontenible para un Huracán que tuvo escasas respuestas. Ya a los 4 minutos de juego, un tiro de esquina de Amaya desde la derecha le permitió a Ceballos conectar de cabeza al medio del arco para decretar la apertura del marcador, hasta que surgió la versión goleadora de Carreño. El delantero, recibió por su sector un pase de Jonathan Santana, desbordó y definió con un remate cruzado de derecha que se metió a la izquierda de Martín Ríos. Veintiséis minutos tardó Carreño para inscribir su apellido en la red: esta vez calzó de derecha un córner de Amaya desde la izquierda y la pelota ingresó a la valla por idéntico lugar que el gol anterior. Dos minutos después fue el turno del "asistente" Amaya, quien gracias a un tiro libre de zurda desde afuera del área introdujo el balón otra vez a la izquierda de Ríos. Una pelea dentro de la propia hinchada del "Globo", que no tuvo graves consecuencias, sirvió como corolario de la etapa y como un ejemplo del pésimo momento del equipo de Jorge Célico. En el segundo tiempo Huracán (Célico metió los tres cambios en el entretiempo) aprovechó que Chicago le dejó manejar la pelota y, pese a sus reiteradas imprecisiones, comenzó a generar situaciones de riesgo para el arco de Catriel Orcellet. A los 36 después la defensa "verdinegra" se distrajo, Milano entregó por el medio a López, éste cedió a la izquierda a Alonso, quien mano a mano con Orcellet definió de derecha al medio del arco. Y en tiempo extra Hirsig convirtió el segundo de Huracán con un tiro combado que ingresó en el ángulo superior izquierdo del ex arquero de Boca. (AR y DyN) |
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