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Domingo 4 de mayo de 2003 | |
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Un empate emotivo donde sólo faltó el grito de gol |
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Los palos evitaron que Independiente anotara.Albil fue infranqueable para los muchachos de Sarandí. |
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| Arsenal e Independiente le dieron forma en el escenario de Lanús a un emotivo empate, aunque la noche careció de goles. Los de Sarandí llegaron con bastante frecuencia y profundidad, pero Damián Albil aprovechó al máximo la oportunidad que le deparó el conflicto entre el arquero Leonardo Díaz y el entrenador Américo Gallego. Independiente fue perseverante en la búsqueda de la victoria, pero los palos del adversario lo limitaron tres veces. El primer tiempo tuvo un comienzo favorable para Independiente, pero en ese cuarto de hora desaprovechó dos situaciones, ambas generadas mediante tiros libres. La chance inicial fue consecuencia de una asistencia de Federico Insúa que Castagno Suárez remató de zurda por encima del travesaño, a pesar de que el mediocampista estaba frente al arco. La otra ejecución fue directa hacia el objetivo, pero el envío de Juan José Serrizuela pasó apenas por encima del horizontal. A partir de entonces y hasta el final del período Arsenal logró cortar en la mitad de la cancha el circuito creativo de Independiente, por lo que, controlados Daniel Montenegro e Insúa, el único delantero neto, Andrés Silvera, tuvo un desempeño intrascendente. Una vez en poder de la pelota, fue Arsenal el que dispuso de ocasiones como para desnivelar, en especial por la tarea del habilidoso Silvio González, un problema mayúsculo para Serrizuela. Javier Morales colocó un pase hacia el centro del área, pero Martín Aldrizzi falló cuando procuró desviar la pelota, la que fue a parar a las manos de Albil. En la mejor maniobra del capítulo, hubo un cambio de frente sobresaliente de Silvio González, un centro de Espínola y una chilena de Morales que terminó cerca del poste izquierdo. A pesar de que el equipo de Jorge Burruchaga tenía controlada la situación, el Rolfi Montenegro recibió un rebote cerca de la media luna y remató abajo y a la derecha de Alejandro Limia, pero el arquero retuvo con seguridad. Antes del descanso el local volvió a comprometer al fondo rojo, porque probó Andrizzi, tapó Franco, recogió la pelota Cogliandro y el zurdazo final del Pulpo González resultó imperfecto. La segunda etapa fue entretenida porque el conjunto dirigido por Gallego buscó desde el principio la victoria y Arsenal también, con la diferencia de que los de Sarandí recurrieron al contraataque. Independiente estuvo a punto de desequilibrar a los 3 minutos porque, tras un córner cerrado, Víctor Molina intentó el despeje de zurda, pero el balón dio en el travesaño. A los 22 Independiente se topó por segunda vez en la noche con los palos, ya que hubo un cabezazo de Insúa para habilitar a Montenegro y el toque del Rolfi pegó en el poste derecho y cruzó todo el arco, hasta que Cogliandro giró y cedió un córner. Independiente creció en su juego, intensificó la presión, acorraló a Arsenal y casi lo doblega, pero cabeceó Federico Domínguez y Limia levantó el balón hasta hacerlo dar en el travesaño. A Arsenal y a Independiente les faltó el gol, pero hubo emociones como para compensar el marcador. (AR y DyN). |
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