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Sábado 31 de mayo de 2003 | ||
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Luis Tomasello, de París a Neuquén | ||
En una velada excepcional, el Museo Nacional de Bellas Artes abrió sus puertas neuquinas al afamado maestro y exponente internacional del grupo de cinéticos parisinos Luis Tomasello. Anoche, el artista platense de 86 años radicado desde 1957 en Francia se vio rodeado de la calidez de quienes desbordaron las instalaciones durante la inauguración de su muestra. Esta megaexposición podrá ser visitada por todos hasta el 30 de julio. |
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Convocante de una gran cantidad de público, este hombre que es reconocido entre los grandes y que conformó el grupo de cinéticos parisinos con Julio Le Parc (quien ya estuvo en Neuquén con su obra), Vardánega, Marta Boto, Sobrina y García Rossi, recibió el reconocimiento, la calidez y las felicitaciones de los neuquinos. Anoche verdaderamente fue excepcional, no sólo por la calidad y cantidad de las obras que quedan expuestas en el Museo Nacional del Bellas Artes, sede Neuquén, ubicado en San Martín y Brown, sino por la presencia del indiscutido maestro, entre nosotros. El intendente Horacio Quiroga y el secretario de Cultura y Turismo del municipio, Oscar Smoljan -acompañados por otras autoridades y sus familias, junto a artistas e invitados especiales- mostraron la satisfacción de cumplir con la nueva programación del MNBA en su tercer año de actividad. Las obras que integran la presente muestra, fueron seleccionadas por el autor para ser donadas al Mueso de Arte Contemporáneo Latinoamericano (MACLA), de su ciudad natal y permiten recorrer el camino evolutivo de Tomasello a lo largo de su vida artística, tal lo que se pretende desde la organización. Esto fue justamente remarcado por los responsables de traer la producción, como la determinación del propio maestro, durante una entrevista que mantuvo con "Río Negro". Es que elegir de una producción tan extensa y sobre todo intensa como la de este artista, que comenzó en su pubertad, no fue tarea sencilla. Aunque parezca paradójico -suele suceder cada vez con mayor asiduidad- Tomasello como lo expresó, es más conocido (y mejor apreciado podemos agregar) en toda Europa que en la tierra que lo vio nacer. Una costumbre tan argentina, la de desconocer a sus talentos (o mirar hacia otro lado) y el hecho de esa desinformación fue explicada por el maestro. "Pocas fueron las exposiciones que realicé" en Argentina y si a esto se le suma que no pasan de la capital federal o de los límites bonaerenses, es para el resto de las provincias un artista mentado pero sobre aquel que algún audiovisual o revista ha traído eventualmente sus reproducciones. Bienvenida para un maestro Aún más valiosa se torna esta exposición para la región, con el antecedente de su escasa participación en la vida artística de la Argentina (desde 1957), por parte del visitante de honor, que desde el miércoles está en Neuquén para supervisar con sus propios ojos el montaje de su obra. También hay que tener en cuenta que, el color, la luz y el movimiento son tres elementos inseparables (como explicó Tomasello: "agregar movimiento, una cuarta dimensión al arte abstracto geométrico") y por lo tanto requiere que el autor esté junto a sus cuadros. En este caso no es cuestión de -como se dice habitualmente- colgar una muestra. De allí que significó un verdadero esfuerzo, ya no sólo el traslado de la producción sino ajustar los tiempos y compromisos internacionales de su autor para que decidiera dejar París y llegar hasta Neuquén. "Esta grata visita tiene lugar cuando nos aprestamos a cumplir tres años, de haber inaugurado la sede del Museo Nacional del Bellas Artes" señaló Smoljan al darle merecida bienvenida, explicando que "las obras que integran la presente muestra seleccionada por el autor, aparentemente quietas, sumergen a quien las contempla en una suerte de movimiento virtual, ilusorio, producido por el color, la luz y la sombra, eternos compañeros de ruta del pintor". Se trata de una cinética interior, privada e intimista -como la definió- percibida por el observador "casi con el recogimiento de quien contempla un vitral en una catedral gótica. Esa cinética se pone en marcha con cada nueva visión de sus obras y de cada ángulo de donde se lo observe, tanto en el todo como en cada una de las partes". Consideró el funcionario que en cada obra de Tomasello anidan diversas cromoplastias, para usar un término que le pertenece (a este artista) engañosamente estáticas, pero en realidad tan vivas y cambiantes como las luces, colores y sombras que surgen de entre los múltiples poliedros, seriados de sus notables objetos artísticos. "El sugerir movimiento, la luz es también tiempo para Tomasello, movimiento en o estático, relatividad en lo concreto de un cuerpo fijado para siempre sobre un panel" acotó. En una aproximación a la creación del platense, el presentador y anfitrión en la transitoria sede neuquina del MNBA, consideró -durante la noche inaugural- que la pintura, la escultura y hasta la arquitectura asoman con sus reglas y recursos en cada una de sus obras, las cuales constituyen en sí mismas un postulado filosófico que nos afirma que la luz es movimiento, pero también con la lógica fractal del cristal de nieve, del cual es imposible encontrar un par idéntico, que la misma obra no es igual para dos personas distintas. "Celebramos la llegada de estas obras en Neuquén, concluyó, así como la presencia de su autor entre nosotros, para regocijo y crecimiento de nuestra gente y orgullo de nuestro museo nacional". Es idea que la expo quede a la consideración del público como un atractivo también para quienes visitan la región en paso a la cordillera. Además, ya se ha lanzado un sistema de visitas guiadas para los escolares, por lo que se hace necesario gestionar turnos al 4491200 interno 4391/4392 |
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