Jueves 29 de mayo de 2003

  Murió el compositor y director Luciano Berio
 

Unía textos literarios y partituras para "pensar música".
  Roma (dpa).- Alguien le preguntó una vez a Luciano Berio cuál era su actividad favorita. "Pensar música", contestó el compositor italiano, y eso fue lo que hizo toda su vida. Berio, quien murió el martes a los 77 años en una clínica romana, era considerado uno de los representantes más importantes de la música contemporánea y un pionero en la articulación entre literatura y música.
El amor por la música de este hombre macizo, nacido el 24 de octubre de 1924 en la localidad ligur de Oneglia, le venía por herencia, con su padre y su abuelo también compositores. "Sólo hubo un corto período en el que quería ser capitán de la Marina de Guerra", reconoció en una entrevista. Pero la inclinación musical dominó ampliamente.
Su primera obra, una pastoral para piano, fue compuesta por Berio a los doce años. Pero no sólo fue un compositor sutil, sino también director de orquesta y docente, y en general un intelectual con una particular debilidad por la literatura. Joyce, Auden, Cummings o Italo Calvino, las obras de Berio son en gran parte "elaboraciones textuales", en las que confluyen la musicalidad de la lengua y el lenguaje de la música. "Fue amor a primera vista", dijo cierta vez sobre la obra de Umberto Eco.
En homenaje a Leonard Bernstein y la Filarmónica de Nueva York compuso en 1969 la "Sinfonía para ocho voces y orquesta", tal vez su obra más conocida, que le valió sin embargo también el reproche de los críticos musicales de que su música se habría comercializado.
Entre sus obras figuran también las óperas "La Vera Storia" (1978) y "Un Re in Ascolto" (1983), surgidas de la colaboración con Italo Calvino.
Berio, considerado uno de los padres de la música electrónica, recibió en 1989 el premio Ernst von Siemens, considerado el equivalente al Nobel de la música.
Enseñó en las más renombradas escuelas de música, como las de Tanglewood, San Francisco, Juilliard, Cambridge y Harvard.
El mismo estudió en el Conservatorio Verdi de Milán, en Estados Unidos y en Alemania.
Entre sus maestros se cuentan Karlheinz Stockhausen y Luigi Dallapiccolla, quien influyó en su acercamiento al serialismo dodecafónico en obras como su ciclo "Música de Cámara" para voces y trío sobre textos de Joyce.
De 1974 a 1980 condujo el "Institut de Recherche et de Coordination Acoustique-Musique" (IRCAM) de París. Pero en 1988 admitió ante un periodista que había cerrado definitivamente su colaboración con el gran laboratorio musical. "El músico debe trabajar en casa con sus propios instrumentos".
Esto es lo que hizo los últimos años de su vida en su mansión en un romántico paisaje de colinas en Toscana, con la ayuda de su joven mujer Talia Packer, una musicóloga israelí, y sus hijos Daniel y Jonathan. Desde el año 2000 presidía además la Academia Santa Cecilia en Roma.

"Se perdió a un gigante"

Roma (dpa).- El mundo de la música se manifestó ayer consternado por la muerte del compositor y director italiano Luciano Berio.
"El mundo perdió a un gigante de la música", dijo el director de orquesta Zubin Mehta. El director italiano Riccardo Muti, en tanto, sostuvo: "Es una gran pérdida para el mundo de la cultura. Como compositor, fue de una importancia fundamental para el siglo XX".
El tenor italiano Luciano Pavarotti, por su parte, dijo que el mundo de la música perdió "a un gran artista que era capaz de romper los muchas veces sutiles límites entre los géneros musicales".
"Es un día negro para el mundo de la música. Berio era uno de los compositores más importantes de su generación. Siempre me gustó dirigir su música y lo seguiré haciendo", dijo el director alemán Ingo Metzmacher.
Sir Peter Jonas, de la Opera Estatal de Baviera, señaló: "Con Luciano Berio, nos deja no sólo un compositor extraordinario, sino también un gran motivador. Berio fue un colega simpático y brillante. Lo voy a echar mucho de menos y el duelo será largo y profundo".
El "New York Times" consideró ayer que Berio fue un compositor que en sus obras "unía una imaginación innovadora y una profundidad analítica con una marcada sensibilidad para el sonido y la forma".
Una de sus composiciones más importantes, la "Sinfonía para ocho voces y orquesta", quedará para siempre unida a Nueva York, comentó el periódico, ya que el italiano influyó en la cultura musical de esa ciudad entre 1963 y 1971.
Berio escribió obras para Leonard Bernstein y la Filarmónica de Nueva York.
   
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