Domingo 18 de mayo de 2003

  Rehaciendo el camino hacia la infancia
 

María Cristina Ramos presentó este mes en la Feria del Libro "Maíces de silencio". La elogiada obra, dedicada la poesía infantil, está ilustrada por su amigo el artista Carlos Juárez.

  NEUQUEN (AN).- María Cristina Ramos no logra esconder su alegría, y tampoco hace muchos esfuerzos para conseguirlo. No es para menos, ya que esta escritora neuquina cristalizó el sueño de muchos de sus colegas. El primero de mayo se dio el lujo de presentar en la Feria del Libro "Maíces de silencio", una obra de poesía infantil ilustrada por su amigo Carlos Juárez y publicada por "Ruedamares", una editorial que lanzó al mercado su propia familia.De pura cepa neuquina. Así se podría calificar a "Maíces de silencio". Mejor que nadie lo explica Juárez, el hombre que le dio imagen a las bellos poemas de María Cristina utilizando la técnica del collage y el óleo, y sobre todo el ingenio. "Este es el primer libro de poesía infantil de autora e ilustrador neuquinos, publicado en una editorial local, con calidad de edición internacional".
La entrevista con "Río Negro" se realizó en la vivienda de María Cristina, con el folclore apoderandose de cada rincón del lugar y los mundos de fantasía y realidad conviviendo con total normalidad.
El amor por la poesía comenzó a tomar forma en el interior de la autora en 1989, cuando "vio la luz" "Un sol para tu sombrero", libro que dos años después integró la lista de honor de la Asociación de Literatura Infantil y Juvenil de Argentina (ALIJA). Catorce años después el fuego y la pasión por este género continúan ardiendo en ella, cosa que quedó reflejada en los trece poemas de "Maíces de silencio", la decimosexta obra de su autoría.
"Creo que el silencio es la napa de fecundidad desde la cual se hace posible la creación humana", explica el título de su nueva obra - "muy elogiada en la Feria del Libro"-, y luego habla del surgimiento de la editorial "Ruedamares", nombre de uno de los personajes de sus tantos libros.
"La editorial surgió a finales de 2002 como un emprendimiento provincial para dar cabida a proyectos literarios que por motivos comerciales no tienen posibilidad de ser publicados por las grandes editoriales". Claro que luego aclaró: "para comenzar Ruedamares publicará sólo mis obras, pero esperamos que en un futuro no muy lejano podamos trabajar con muchos autores", se entusiasmó la escritora.
El turno le llega a Carlos. Como primera medida explica que no le fue fácil aceptar el ofrecimientos de su amiga. "Para hacer este trabajo tuve que vencer ideas equivocadas, pues creía que la ilustración era una especie de hermana menor de las artes plásticas, olvidando que la calidad artística no tiene géneros y que el desdén hacia cualquier expresión del espiritu sólo conduce a la soberbia". Las palabras y los elogios de María Cristina no se hacen esperar: "Carlos es un gran artista plástico que en un momento de lucidez creativa hizo este trabajo. Para mí fue un orgullo y un lujo".
La charla va llegando a su fin, pero antes los "socios" confirman que "Maíces de silencio" se venderá en todo el país y que el 13 de junio -Día del Escritor- se expondrá en el subsuelo del Palacio Municipal de esta ciudad. Pero queda una sorpresa, y es que presentaron la obra en un concurso internacional que se definirá en julio.
En el ocaso de la entrevista quedaron un par de reflexiones para resaltar, como la que viene. Dice María Cristina: "los textos poéticos rehacen el camino hacia la etapa inicial, recuperando en la memoria del niño los instantes fundantes en que recibía la palabra. Otros, hacen pie en el territorio de la sugerencia, soltando al que lo escucha el plus emocional de las realidades que evocan". Hay mucho de verdad en ello.

Una mirada refrescante del mundo

NEUQUEN (AN).- "Siempre trabajé con chicos desde la docencia. Creo que la experiencia de la maternidad tiene mucho que ver, pero para mí fue muy importante ver en ellos esa mirada del mundo tan refrescante", dice.
María Cristina Ramos tiene una voz dulce y maternal, que le da mayor claridad a su gusto y afecto por la literatura infantil, una pasión que nació en ella desde "muy chica" y que se fue puliendo con el tiempo.
Si de hacer una síntesis de sus obras se trata, esta docente que trabaja en el Instituto de Formación Docente 12 de esta ciudad dice que muchas de ellas -sobre todo "Maíces de silencio"- "tratan del juego con la palabra y de la musicalidad con que nos comunicamos", y que la poesía infantil "libera la imaginación hasta hacer posible otro modo de construcción de significados".
Carlos Juárez no se queda atrás y manifiesta que "imaginar los seres y los colores de esa mundo que crea María Cristina fue la consecuencia lógica de los sentimientos que generan sus textos. Mundo donde la imagen tiene que responder creativamente al discurso poético, sin perder de vista a sus destinatarios, los niños".
Estos dos artistas son de la idea de que sumergirse en el universo de la poesía desafía el pensamiento mundano actual, cada vez más lejos de los sentimientos y las sensaciones. Una verdadera mirada refrescante del mundo.
   
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