Jueves 15 de mayo de 2003
  Adiós a Dante Quinterno, el padre de Patoruzú
 

El dibujante que comenzó con los personajes de la tira cuando tenía apenas 18 años, publicando en el mítico diario "Crítica" de Buenos Aires, murió a los 93 años. Imaginó y logró que los argentinos quisieran con ternura a ese último cacique de los tehuelches gigantes de las pampas, noble e inocente, siempre dispuesto al coraje para defender al débil, y tímido y pudoroso frente a las mujeres. Lo soñó opuesto al vividor, representado por Isidoro Cañones.

 

BUENOS AIRES (Télam).- El dibujante Dante Quinterno, creador de la célebre historieta "Patoruzú", un indio de las pampas argentinas, famoso por su bondad, inocencia, nobleza, valentía, patriotismo e integridad moral, falleció ayer a los 93 años.
La noticia de su fallecimiento fue anunciada en primer lugar por un vocero de la Secretaría de Cultura de la ciudad de Buenos Aires, y luego confirmada por fuentes de la editorial Universo, a cargo de sus publicaciones. Antes de los "huija" y los "canejo" que hicieron famoso a "Patoruzú", con apenas 18 años Quinterno comenzó a publicar en el diario Crítica la tira "Un porteño optimista", que poco después se transformó, en "Las aventuras de Don Gil Contento".
Espejo de una imagen muy cercana a los porteños, el personaje que con los años se convirtió en Isidoro Cañones, resumía el perfil del vividor, juerguista nocturno, cínico y jugador: un "bon vivant" al que le gustaba tirar manteca al techo.
En octubre de 1928, Quinterno presentó al indio tehuelche de la Patagonia "Curugua-Curiguaguigua" y posteriormente desde el diario La Razón el padrino Don Gil Contento comenzó a ser acompañado en sus correrías por el cacique, rebautizado Patoruzú.
Ya con el nombre de "Isidoro Cañones", en 1935, la serie se trasladó al matutino El Mundo, entonces dirigido por Muzio Saenz Peña, en lo que se considera el tercer nacimiento de estos personajes.
Varios de los biógrafos de la historieta argentina, coinciden en que el personaje de Patoruzú condensa una suma de valores, contrapuestos a los de Isidoro: bondad, inocencia, nobleza, valentía, patriotismo e integridad moral.
Con sus características vincha y pluma en la cabeza, su poncho criollo, su formidable nariz y enorme dedo gordo del pie, dotado de una fuerza poco común, el personaje surge como historieta propia en 1936, con un formato apaisado que fue toda una novedad en el periodismo gráfico.
"Ya me tenís, chei, jineteando una revista, crioya hasta los caracuses, que, como siempre, está pa"vos, juntito al corazón. í Ansina lo he soñado y ansina ha di ser, e canejo!", disparó "Patoruzú" a sus lectores en la presentación del primer número.
Después fueron apareciendo los demás personajes que, al paso de los años, conformaron la familia del cacique: sus hermanitos "Upa" y "Patora", la "Chacha Mama", el caballo "Pampero" y "Mandinga", entre otros.
Primero mensual, luego quincenal y, finalmente semanal, la revista de Quinterno llegó a tener tiradas de más de 300.000 mil ejemplares, a la que se sumaron posteriormente los recordados "Libros de Oro" que chicos y grandes leían con fruición en las fiestas de fin de año.
Quinterno siempre fue considerado un conservador, en lo que hace a sus ideas políticas, y en ese sentido Patoruzú encarnó el nacionalismo de las clases altas de los años 20 que rechazaban el yrigoyenismo, la inmigración europea y el movimiento obrero.
A fines de los años 60, y con la finalidad de actualizar al personaje, Patoruzú rescatará a Los Beatles de un secuestro ocurrido en Buenos Aires, así como en los 90 luchó contra una red de falsificadores de dólares y de autos truchos, sin incursionar en el ámbito político, sólo desde el humor.
Quinterno siempre fue enemigo de los flashes, y se movió entre las redacciones retando a sus dibujantes si los trazos de sus personajes eran diferentes a los imaginados por él.
Desde los años 70 su presencia se diluyó aún más desde que se dedicó a la actividad forestal y ganadera en una estancia de Brandsen.

Los orígenes de un cacique

El 17 de octubre de 1928 se anuncia en el diario Crítica, que "Don Gil Contento adoptará al indio Curugua-Curiguagüigua". El 18, otro cartel reza "Mañana debuta el indio Curugua-Curiguagüigua". Finalmente, el 19 de octubre del primer cuadro de la tira, asomándose desde la puerta de un tren carguero, el indio grita "¡Guaagua Piragua! ¿Vos sos meu tutor, chei? Curugua-Curiguagüigua te saluda", a lo que Gilito responde "¡Por fin llegaste Patoruzú! te bautizo con ese nombre porque el tuyo me descoyunta las mandíbulas". Lo cierto del caso es que Muzio Sáenz Peña, tras ver los anuncios, le sugirió a Quinterno que cambiara el nombre de su criatura, demasiado difícil para ser recordado por todo el mundo.
El apodo de Patoruzú surge de un caramelo que por entonces se vendía comúnmente en las farmacias, la pasta de Orozú.
Según la trama, Patoruzú es último Tehuelche Gigante de la Patagonia, que llega a Buenos Aires acompañado de su avestruz Carmela para vivir en la casa de Don Gil Contento, cuyo difunto tío había sido tutor del cacique. Poco más pudo desarrollar Quinterno, ya que el 21 de Octubre la tira desaparece del matutino.Durante años, la la historieta argentina sigue siendo la misma, y hasta llegó al cine.

   
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