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Miércoles 14 de mayo de 2003 | |
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Un poco más cerca del mundo | |
Estuvo de gira por la región el grupo "De Boca en Boca" |
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| No podemos estar muy seguros de que una prometida marroquí entone con tanta gracia su última canción de soltera antes de jurar amor eterno a dioses que no son los occidentales. Ni cómo se tomarían los rudos búlgaros la imitación que hacen las chicas de "De Boca en Boca" de sus proezas guturales. Después de todo, ¿a quién le importa? En realidad, no estamos frente a ellas para ser parte de un documental de la National Geographic sino para escuchar una versión de cómo se expresa el mundo. Y el mundo a través de sus voces, nacidas en la lejana Sudamérica, se siente hermoso, maravillosamente creativo. El espectáculo que trajo a la región el grupo "De Boca en Boca" -el lunes se presentaron en Casa de la Cultura de Roca, el domingo en el Español de Neuquén y antes en la cordillera- es una equilibrada síntesis de buen gusto (excelente oreja, diríamos), simpatía, variedad rítmica y, por supuesto, exotismo. Aunque estamos al tanto de lo que provocó esa ola llamada música étnica o música del mundo, de la mano de un archifamoso como Peter Gabriel, uno no deja de preguntarse ¿qué es lo que queremos encontrar en el trabajo de "De Boca en Boca"? ¿Por qué comenzamos el recital con una sonrisa predispuesta a nacer de la nada? ¿Por qué nos entregamos tan fácilmente a su embrujo? Hemos cometido hasta la imprudencia de suponer que la mayor parte de ese público ya está harto de escuchar más de lo mismo. Si algo no es "De Boca en Boca" es un hit radial. Cada una de sus canciones contiene un universo -pedagógicamente explicado por las chicas- y un porqué, un sentido que excede el interés comercial. Vivimos envueltos por una eficiente red que calcula los pro y los contra de la forma y el fondo de las canciones. Incluso, las de los grupos más fuertes del mercado, son testeadas antes de ocupar el primero o el segundo puesto de la grilla. Un esfuerzo colosal por convertir el arte en una ciencia exacta. "De Boca en Boca" transcurre por otros caminos. Entre palabras intrincadas que quién sabe qué dicen literalmente, nos revelan un poquito de otras almas. Que sus momentos son también los nuestros. Un chica casándose. Dos pastores discutiendo en su dialecto. Una oración para un santo patrono caribeño. Las imágenes de lo excepcional y lo cotidiano explotan de entre la música. Después de recorrer medio planeta -y de quedarnos en las caderas con las irreprimibles ganas de perpetuar un balanceo algo más digno que el que usamos para ir al trabajo- una intuición se entrevera con el entusiasmo: que los hombres y las mujeres somos capaces de hacer cosas muy bellas. No sólo de canalladas está compuesto nuestro sistema solar. Al aplauso que le dimos a "De Boca en Boca", habría que agregarle un "gracias" por ayudarnos a tener otra perspectiva de la realidad. (C. A.) |
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