Los caballitos de mar están en riesgo en el golfo

El dragado de la bahía San Antonio para el puerto de Alpat arrasaría con uno de sus principales hábitats.

La belleza del caballito de mar es sólo comparable con su fragilidad.

Científicos y estudiantes del Instituto de Biología Marina y Pesquera "Almirante Storni" se encuentran diseñando un plan de conservación de los denominados "caballitos de mar", debido a que las especies que se incluyen en el género de los Hippocampus, se encuentran en todo el mundo en serio riesgo de extinción.
Además de considerar en su estudio la distribución y abundancia de las poblaciones locales de estos curiosos integrantes de la fauna del golfo San Matías y la actual explotación pesquera de esos animales, especialmente destinada al acuarismo y a la ornamentación, los biólogos se preocuparon por los posibles futuros impactos que podrían afectar a los "caballitos de mar" de la bahía San Antonio.
Así fue que confirmaron que la mayor densidad poblacional se ubica justamente en el mismo sector en el que está diagramada la traza del dragado para el ingreso de los buques al puerto de Alcalis de la Patagonia, para la provisión de piedra caliza a la planta industrial para cuando esté en pleno funcionamiento.
En su Prognosis del Estudio de Impacto Ambiental, Alpat detalla que realizará un dragado para hacer más profundo el canal natural de acceso a la Bahía San Antonio. Para ello, deberá extraer sedimentos a lo largo de 3.900 metros, por 90 de ancho y cuatro de profundidad, lo que permitirá el arribo de buques de hasta 200 metros eslora y 30 pies de calado.
Los científicos que estudian a la población de los Hippocampus del golfo, encabezados por el director del Instituto de Biología Marina, el doctor Raúl González, están preocupados por esta obra programada ya que el diseño marca que el canal en cuestión pasará justo por donde esta especie en peligro tiene su hábitat natural, en cercanías al Banco Reparo. "El dragado o el paso de una hélice de grandes dimensiones puede eliminar de una sola vez a varios cientos de ejemplares", expresó González.
El biólogo sostuvo que es muy dificultoso estimar la biomasa existente de Hippocampus, pero está claro que la densidad es muy baja, ya que durante los estudios realizados se han encontrado de a decenas cada varios metros de superficie. "Estos peces serán unos cuantos miles en toda la bahía San Antonio y se distribuyen especialmente en la zona de Banco Reparo, Punta Verde, los canales y la Isla de los Teros, pero también se suelen encontrar en la costa de Las Grutas", afirmó.
González indicó que "en la bahía San Antonio existe una pesquería del Hippocampus, destinada a la venta para acuarios, domésticos o de exhibición públicas, y con fines ornamentales, en estos casos generalmente disecados y barnizados. Se capturan mediante buceo autónomo, snorkeling o como especies acompañantes en redes de pesca playeras", expresó el titular del centro de investigación. Además consignó que cada ejemplar secado y pintado puede ser comercializado a los turistas en entre 3 y 10 pesos, mientras que los vendidos vivos oscilan entre 40 y 100 pesos por ejemplar.
En el proyecto de investigación que lleva adelante González participan también dos estudiantes de la Tecnicatura en Producción Pesquera y Maricultura, Marcelo San Martín y Marcelo Gavensky y la estudiante de la Universidad de Córdoba, Lorena Storero, quien presentará su tesis para la Licenciatura en biología acerca de las características reproductivas de los hipocampos en cautiverio. Además, los buzos del Instituto, Tony Brochado, Néstor Dieu y Sandro Acosta, son quienes realizaron varias campañas subacuas para el estudio de estos animales.

Macho ejemplar: fiel y protector

Según Laurie, Vincent y Hall, autores del libro "Seahorses: an identification guide to the world´s species and their conservation", una de las características más destacadas de este género es su reproducción.
Los cortejos son complejos y extensos, tras los cuales la hembra madura deposita sus huevos en una bolsa que el macho posee en su parte delantera.
En ese momento, los machos fecundan los óvulos y transportan los embriones hasta el momento del nacimiento. La gestación dura entre 20 y 30 días, y en la bahía San Antonio se da entre los meses de octubre y enero.
Las crías suelen formar nubes pelágicas –nada en aguas superficiales- pero luego, ya adultos sus hábitos son bentónicos –habitan el fondo- y se alimentan de microcrustáceos y anfípodos.
Otra característica saliente de su reproducción es la fidelidad de pareja que suele durar toda la vida.

Peces, aunque no lo parezcan

Los hipocampos, o "caballitos de mar", son peces. Aunque hasta Linnaeus, padre de la taxonomía moderna, los haya clasificado como anfibios, en alguna edición de su clásico Sistema Naturae y muchos textos de historia natural los hayan catalogado como insectos o crustáceos, los Hippocampus integran la familia de los Syngnathidae, que incluye también a los peces aguja y a los dragones de mar.
Tienen branquias, aletas y vejiga natatoria y además su cuerpo está compuesto por huesos en forma de anillos que le brindan rigidez a su estructura corporal, como las espinas lo hacen con el resto de los peces teleósteos –peces óseos, a diferencia de los condrictios o cartilaginosos, en los que se incluyen tiburones y rayas-.
El caballito de la bahía San Antonio, pertenecería a la especie Hippocampus erectus, aunque recientes análisis desarrollados por González en coordinación con el autor del libro "Seahorses, pipefishes and their relatives", Rudie Kuiter, un holandés residente en Australia, tenderían a confirmar la existencia de una nueva especie, únicamente existente en el golfo San Matías.
"Para asegurar que estos peces conforman una nueva especie aún no clasificada requiere de mayores estudios taxonómicos que estamos desarrollando en la actualidad", expresó González.
Del hasta ahora denominado Hippocampus erectus, se sabe que alcanza un largo total –desde la corona hasta la punta de la cola estirada- de 14 centímetros, talla a la que llega a los 2 o 3 años de vida, que es lo que en general sobreviven en el medio natural. En acuario pueden hacerlo un par de años más.
Posee una aleta dorsal y una anal, y no posee aleta caudal, ya que su extremo posterior se modificó pasando a ser una cola extensa y puntuda con uso prensil.

Lo capturan por su belleza y propiedades

Los hippocampus son especies de bajo número poblacional y delicadas desde el punto de vista biológico.
Además de estar sometidos a la predación impuesta por peces mayores y pingüinos, son pescados por el hombre para uso ornamental, medicinal o para acuarios. Los caballitos de mar integran la larga lista de animales que se incluyen en el libro rojo del CITES, organismo internacional dedicado a la conservación de especies en peligro de extinción.
Su belleza genera el interés de quienes desean poseerlos en acuarios a fin de exhibirlos y para quienes los prefieren secados, barnizados y expuestos sobre conchas de bivalvos, como adornos.
Y no solamente eso: en la medicina tradicional china, se los usa para el tratamiento de diferentes males, como asma, arteriosclerosis, impotencia, incontinencia, desórdenes tiroideos, debilidad de los huesos, problemas de la piel y enfermedades del corazón.
Otro uso oriental, no reservado exclusivamente a esta especie sino a muchas otras en especial de moluscos, es como afrodisíaco, y para ello también es consumido en China y Japón. En la bahía San Antonio son capturados para ser vendidos secos a turistas que los llevan como souvenirs o vivos, a acuarios del país. La concreción del dragado para el puerto de Alpat, es un negro nubarrón que se cierne sobre el futuro de la especie local de Hippocampus, y que obliga a acelerar los estudios para su conservación.