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Lunes 28 de abril de 2003 | |
Peronismo para armar |
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Análisis |
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| El destino inmediato del país quedó en manos del peronismo. Dos fórmulas de ese origen (Menem-Romero, la cara de centro derecha y Kirchner-Scioli, la faz de centro izquierda), se repartieron el voto de cerca de la mitad del electorado y se preparan para disputar "la pelea de fondo" el 18 de mayo y definir quién será el presidente de la Argentina hasta diciembre de 2007. En el imaginario colectivo, con un PeJota hegemónico (alguien lo llegó a comparar con el PRI mexicano después de la revolución de 1917), a partir de ahora viene la verdadera lucha de poder entre los dos colosos peronistas: Menem en un rincón, y Eduardo Duhalde, en el otro. Porque si bien Kirchner es un hombre de principios firmes, tiene su suerte atada al jefe territorial de la provincia de Buenos Aires y al ministro Roberto Lavagna, quien le dio sustento económico a su campaña y lo ayudó a emparejar el partido. A partir de hoy, con un López Murphy en expansión buscando ser la alternativa liberal al predominio "descamisado", habrá que prestar atención en el inédito escenario de segunda vuelta: • A la capacidad de tejer alianzas. Con un margen tan estrecho (Pablo Rojo y Francisco Mayorga seguían insistiendo a las 8 de la noche con el "blooper" de que Menem sacaba más del 40 por ciento), "el turco", por un lado y Kirchner (y Duhalde), por el otro, saldrán a la caza de extrapartidarios. "Lilita" Carrió, por ejemplo, descartó acuerdos, pero hizo hincapié en que "bajo ningún concepto haremos una alianza con Menem". A priori, podría presumirse que muchos de los electores de Murphy podrían ir a parar al riojano y que sectores de izquierda y del alfonsinismo residual, recalarían en el actual oficialismo. Clave será el comportamiento, además, de los seguidores del puntano Rodríguez Saá. • A la aptitud para garantizar la gobernabilidad y demostrar que se pueden trazar planes serios y previsibles sin espantar a los mercados. • A la credibilidad de los candidatos. En este sentido, es seguro que uno de los puntos centrales del debate que se viene girará alrededor de la corrupción, donde Menem concentra una negritud cerrada. • El alineamiento o no con los vencedores del mundo. Si bien es cierto que Menem prohijó una "relación carnal" con Estados Unidos, no es menos verdadero que las últimas medidas de Duhalde (cambio del voto por Cuba y oposición a la guerra contra Iraq), tuvieron un tinte oportunista electoral, pues Lavagna aceita como el que más las relaciones con el Fondo Monetario Internacional. Atención. Con los sinsabores vividos en los últimos años, no hay votos cautivos. Por eso, se le sacará lustre a las contradicciones y a los efectos negativos de los adversarios. Anoche, una alta fuente del gobierno confió a "Río Negro" que Duhalde le ofrecerá a Kirchner todo su gabinete para que haga una transición hasta diciembre de este año, marcando así una continuidad absoluta con lo que se está haciendo en materia de asistencia social y ayuda al empresariado nacional. Carrió y Murphy, especialmente éste, plantaron banderas éticas que influirán en la discusión ideológica que (ojalá) trazarían una línea entre lo caduco y nocivo, que abunda, y lo novedoso y saludable, que escasea. Arnaldo Paganetti |
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