Las cábalas y costumbres estuvieron a la orden del día

Los principales candidatos a la Presidencia de la Nación cumplieron con su derecho a voto en cinco provincias distintas. Cada uno vivió a su manera las elecciones, pero en casi todos los casos apelaron a "ritos" electorales. Kirchner prefirió seguir atentamente las alternativas desde Río Gallegos; Menem votó en La Rioja, pero inmediatamente viajó a Buenos Aires en un avión privado para reunirse con su esposa; López Murphy votó en Adrogué y luego se instaló en el centro capitalino de su partido; Elisa Carrió lo hizo en la escuela chaqueña donde estudió y se vistió de la misma manera que cuando rendía en la Facultad, y Rodríguez Saá, en tanto, votó en San Luis y hoy irá a Villa de la Quebrada a venerar al Santo Cristo, como cada vez que participó en elecciones.

El santacruceño Néstor Kirchner prefirió seguir los comicios desde su casa.

Kirchner no modificó su rutina en Río Gallegos

El acto eleccionario no modificó las costumbres de Néstor Kirchner. El sábado cumplió con su habitual recorrido por las heladas calles de Río Gallegos -rodeado por un numeroso grupo de periodistas y admiradores-, tomó un café con amigos en un bar céntrico y, por la noche, disfrutó del tradicional asado con amigos.
Tranquilo, con mucha gente a su alrededor, del candidato del Frente por la Victoria emitió ayer su voto en Río Gallegos a las 16.33, no sin antes afirmar que "está todo muy bien" y adelantar que permanecerá en Santa Cruz hasta hoy, al menos.
Kirchner comenzó el día "en familia", con su esposa Cristina Fernández de Kirchner y sus hijos "compartiendo la lectura de diarios y viendo en algunos medios" el desarrollo del comicio.
"Como casi todos los cuidadanos, como ustedes, seguimos las alternativas de las elecciones por los distintos canales", afirmó.
Llegó al lugar de la votación, la Escuela EGB N° 70, ubicada en el centro de la capital santacruceña, acompañado de su hija, quien lo ayudó a introducir el voto en la urna ante las cámaras fotográficas y de televisión.
Vestía de sport, con camisa cuadrillé y campera de cuero negra, que dijo usar en cada elección por cábala, ya que "siempre me fue bien".
"Todo está muy bien", dijo antes de retirarse el mandatario patagónico, quien además reveló que se había comunicado telefónicamente con el presidente Eduardo Duhalde, con el gobernador bonaerense Felipe Solá y con algunos intendentes del conurbano, entre ellos el de La Matanza, Alberto Ballestrini; y de Florencio Varela, Julio César Pereyra.
El mandatario repartió besos, agradeció a los presentes, de los que recibió aplausos, mientras algunos adherentes gritaban "se siente, se siente, Kirchner presidente...".
Cuando se le preguntó cómo se sentía, Kirchner no dudó en responder: "emocionado" y agregó que "lo más importante es que no hay más democracia que el voto de la gente. Demuestra la representatividad de cada uno".