Tres muertos en un drama pasional en Neuquén

Un policía le disparó a quemarropa a su ex esposa. Mató al hombre que acompañaba a la mujer y luego se suicidó. Un juez había dispuesto su exclusión del hogar, por violento.

En la garita de Belgrano y El Tostado todavía quedan las manchas de sangre de las víctimas y del policía.

NEUQUEN (AN).- Un policía de la dirección de Tránsito de Neuquén mató a balazos y a sangre fría a su ex esposa y al hombre que la acompañaba y luego se suicidó de un disparo en boca ayer a la madrugada en una garita de la calle Belgrano de esta ciudad.
Las tres personas murieron en el acto y ayer a la tarde el caso estaba virtualmente cerrado para los investigadores: "drama pasional sin sobrevivientes, no mucho más que decir", fue elocuente una alta fuente policial consultada por "Río Negro".
El policía, se supo, tenía orden judicial de "exclusión del hogar" por anteriores agresiones.
Caída la tarde, el sector Copol del barrio San Lorenzo -donde vive una importante cantidad de policías- seguía sacudido por el hecho, que se produjo poco antes de la 1 de ayer.
A pocos metros de la esquina de El Tostado y Belgrano, donde está la garita, muchas personas llegaban para ver el escenario de uno de los hechos más violentos producidos en los últimos tiempos en esta ciudad.
De acuerdo a la información que pudo recoger este diario, Teresa Garate (de 30 años) y Ceferino Acosta (de 35) esperaban un colectivo para trasladarse hacia el centro de esta ciudad.
Fue en ese momento que Raúl Marcelo López, un cabo de policía que prestaba servicio en la dirección de Tránsito, llegó al lugar y disparó a quemarropa primero contra Acosta y luego contra su ex mujer.
El policía disparó desde muy corta distancia y los impactos se repitieron con una velocidad asombrosa: en apenas unos segundos Acosta recibió un impacto de bala en el rostro y otro en el pecho.
El hombre, que mantenía una relación sentimental con Teresa Garate, alcanzó a dar unos pasos pero cayó detrás de la garita. La mujer, en tanto, intentó resguardarse en uno de los costados de la estructura de chapa, pero enseguida cayó desparramada en el charco que había alimentado con su propia sangre.
Solo en el tenebroso escenario, el cabo de Policía se ubicó en el centro de la garita, abrió su boca y disparó la que habría sido la sexta bala de su arma reglamentaria.
Las detonaciones del arma -una pistola nueve milímetros de uso reglamentario- pusieron en alerta a los vecinos de Copol y fueron dos chicas jóvenes las que dieron el primer aviso a un policía que vive en ese lugar.
Las muchachas -que no pudieron ser identificadas hasta ahora- habrían presenciado el ataque y por eso fueron a casa del efectivo. Pero se marcharon en el lapso que el policía necesitó para vestirse.
De allí en más, el barrio fue un hormiguero de móviles policiales y ambulancias; además de los curiosos que se contaban por decenas.
Según los testigos, el cuadro era horroroso, por la cantidad de sangre que quedó sobre la tierra suelta de la vereda y dentro y fuera de la garita.
"Se escucharon los disparos y algunos gritos pero todo fue muy rápido. No sabíamos que dónde venían. Al principio pensamos que era algo que tenía que ver con el recital que había en el (gimnasio) Ruca Che (del grupo de rock Ataque 77) pero después nos enteramos que era esto", afirmó una mujer que vive a pocos metros de la garita donde sucedió el crimen.
Según se supo, Garate y López estaban separados desde hace más de cinco meses y que la relación estaba muy deteriorada, a tal punto que el policía tenía prohibido acercarse al que había sido su hogar, en Antártida Argentina al 3.900, justo frente al Ruca Che.
En esa casa vivieron hasta la separación y allí habría permanecido Teresa Garate con sus tres hijas, dos de los cuales serían fruto de la relación con el cabo de policía.
Ayer, frente al enorme gimnasio, había un móvil de la policía neuquina.
En la vivienda, ubicada en el fondo, no había nadie. Se supo que familiares de Garate llegaron muy temprano desde Zapala y se habrían abocado a acompañar a los menores.
Vecinos consultados por este diario comentaron que López tenía "exclusión del hogar" y confirmaron que la separación había sido traumática.
Las personas requeridas por este diario se excusaron de dar más detalles y lamentaron el terrible final.
La investigación de este caso que conmovió al barrio del oeste recayó en la fiscal Sandra González Taboada y en el juzgado de instrucción número dos.

Madrugada fatal

NEUQUEN (AN).- Los investigadores del doble crimen y el suicidio del barrio Copol creen que Teresa Garate (que tendría 30 años) y Ceferino Acosta (35) salieron de Antártida Argentina al 3.930 poco después de las 0.30. Caminaron unos 400 metros en penumbras hasta la garita de El Tostado y Belgrano y allí permanecieron esperando alguno de los colectivos rojos que van al centro.
Es posible que López los haya seguido hasta la parada y que recién en ese lugar se haya animado a dispararles, para después suicidarse.
Según los datos que pudo recoger este diario, Garate y López llegaron desde Zapala hace tres años. Primero vivieron en una casa en la calle Tierra del Fuego y después compraron el terreno frente al Ruca Che, un enorme baldío que se fraccionó a partir de un loteo.
Con mucho esfuerzo, la pareja levantó su vivienda en los fondos del predio donde vivieron juntos hasta hace unos seis meses.
En la casa, ayer a la tarde no había nadie y una brisa leve apenas meneaba la melena de dos sauces flacos y de plantación reciente. Temprano allí habían estado familiares llegados desde Zapala, donde la familia Garate es muy conocida.
Fuentes consultadas por este diario comentaron que la separación de Garate y Raúl López fue "traumática" y que el jueves pasado el policía estuvo deambulando el frente pero sin ingresar, debido a la orden que había impartido un juez de Familia.
Los vecinos estaban al tanto de la mala relación pero no preveían que podía pasar algo como lo que pasó en la madrugada del domingo.
Los movimientos durante la noche del crimen fueron incesantes en ese sector de la ciudad, donde una multitud de chicos y algunos grandes concurrió al recital del grupo Ataque 77. Los vecinos de la zona comentaron que apenas comenzaron apagarse las brasas del recital se conoció la noticia de la tragedia. El hecho prolongó los ruidos y las voces del domingo de pascua que acababa de comenzar.