Domingo 13 de abril de 2003 | ||
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Dos sepelios y más dolor para la comarca petrolera |
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Los entierros de Patricia Sandoval y Daniel Pompilio, en Cutral Co y Plaza Huincul, sumaron desolación luego de la tragedia familiar ocurrida el jueves. Mauren Bravo se recupera. |
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CUTRAL CO / PLAZA HUINCUL (ACC) - Ayer, en medio de un profundo dolor, fueron sepultados los restos de Patricia Sandoval y Daniel Pompilio, protagonistas de la tragedia familiar que sacudió el viernes a la comarca petrolera neuquina. La mujer fue llevada al cementerio de Plaza Huincul, mientras que su ex pareja a la necrópolis de Cutral Co. Los rostros de pesar y angustia fueron el común denominador entre los familiares, amigos y allegados a quienes murieron el jueves por la noche cuando se desató la balacera en pleno barrio 25 de Mayo de Cutral Co. Sandoval, de 41 años, trabajaba como secretaria en un consultorio médico y recibió de cuatro disparos desde un arma de fuego que manipulaba su ex marido. Las balas le impactaron en la cabeza, el cuello, el tórax y la región lumbar. Luego de una autopsia, su cuerpo fue entregado a sus familiares para su velatorio, ceremonia se concretó desde la tarde del viernes en una de las salas que Copelco tiene en Cutral Co. Poco después de las 10 de ayer, el cortejo fúnebre partió rumbo al cementerio de Plaza Huincul. Sandoval, según señalaron allegados, había iniciado de manera reciente una nueva relación sentimental con un vecino de Cutral Co. Ahora se investiga si esa característica incidió en la reacción final del ex esposo. Mientras tanto, el cuerpo de Pompilio, al que también se le practicó la autopsia, fue entregado el viernes a sus familiares, que dispusieron que el velatorio se iniciara ayer desde las 8.30 en una sala de Copelco de Plaza Huincul. Sus restos fueron sepultados a las 11 de ayer en el cementerio de Cutral Co. El hecho que golpeó a los habitantes de estas dos ciudades se consumó el jueves por la noche en la casa Nº 194 de la calle Los Cedros en el barrio 25 de Mayo, donde vive Mauren Bravo, amiga íntima de la infortunada Sandoval. Al parecer, Bravo habría ofrecido su hogar para que el ex matrimonio intentara un diálogo sobre los términos del divorcio. Nadie sospechó que la tragedia se desencadenaría aquella noche. Todo parece indicar que Pompilio luego de entablar una fuerte discusión extrajo un arma de grueso calibre y arremetió contra su ex mujer, hiriéndola de gravedad. Al advertir la situación, su amiga habría intentado evitar que siguiera la agresión y fue así que recibió un disparo que le ingresó por la zona abdominal y le salió por uno de los glúteos. Luego, el hombre se colocó el revólver en la sien y se descerrajó un tiro ante la desconcertada mirada del hijo de Bravo, Jorge Rouret -de 24 años- quien estaba en un cuarto junto con otras personas y al sentir las detonaciones se asomó hasta el living comedor donde minutos antes se desarrollaba la reunión. El saldo del espantoso episodio fue de dos muertos: Pompilio y su ex mujer, mientras que Bravo, fue trasladada hasta el hospital local donde después de ser operada se reponía de la lesión, que no puso en riesgo su vida. La ex pareja tenía dos hijos, una mujer de 20 y un adolescente de 17 años, quienes no encontraban consuelo. Algunos allegados a Pompilio daban cuenta que atravesaba un fuerte estado depresivo y se encontraba desde hacía tiempo desocupado. La policía secuestró en la casa de la tragedia el arma de fuego y al menos 9 vainas servidas. Además se realizaron una serie de pericias que serán incorporadas a la causa que lleva el juez Mario Tomassi, al cargo del Juzgado de Instrucción Nº 2 de Cutral Co. |
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