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Lunes 14 de abril de 2003 | |
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El "Toto" Méndez nunca falta a clase |
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Con un gol del enganche, Villa Iris le bajó el copete a Atlético Neuquén y es líder. |
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| NEUQUEN (AN).- Gabriel Burgos, ausente. Fernando Bragil, ausente. Ezequiel Merino, ausente. Sergio Strevensky, ausente y así casi con la veintena de jugadores que estuvieron en el campo. En la pasada de lista, las ausencias fueron notorias, pero antes de que tocara el timbre dijo presente Héctor Méndez y Villa Iris se llevó un aprobado para el que muy poco había hecho. Atlético Neuquén se fue aplazado, pese a que fue el que mejor intentó el "verso" para zafar del examen. El 1 a 0 para el "verdinegro" le dio la punta compartida en el Apertura de Lifune y a los "tricolores" los bajó de la cima y los dejó sin invicto. Fue una especie de revancha para Villa Iris, por la final del Clausura 2002 que quedó en manos de su rival. El partido fue muy pobre en emociones y en buen juego; y rico en movimientos tácticos y en marcas pegajosas. Los dos dispusieron de muchas piernas y pocas ideas en el medio campo, lo que provocó que la pelota nunca llegó bien tratada a los que más saben. En cuanto se acomodaron en el campo, se formaron las parejas por ambos lados y los que intentaban obstruir tuvieron una tarde más feliz que los que buscaban crear. Por eso sólo alguna individualidad podía sacar a los equipos del libreto que armaron los técnicos, algo que recién llegó a un minuto del final. En ocasiones de gol, en el primer tiempo, estuvo mejor la "Villa". La más clara fue de Pablo Castro, a los 32, cuando quedó solo frente a Santiago López, pero el "1" adivinó y controló abajo. En el complemento, con limitaciones, dominó Atlético Neuquén, que tuvo tres oportunidades para marcar, todas en los pies de Enrique Velázquez, su hombre más peligroso. El actual campeón no concretó, pero mereció un poco más por lo hecho durante ese lapso del encuentro. Se iba el partido y dijo presente el más dotado. La jugada nació de un pase-despeje de Castro, que estaba en una sola pierna; Fernando Bragil no la dio por perdida, la peleó, dio el pase atrás y Méndez que entraba por el medio sometió a López, para desatar el delirio de la parcialidad con sede central en el barrio Mariano Moreno. Villa Iris no había hecho mucho más, pero lo tenía al "10" adentro de la cancha y por eso se fue con el festejo y la punta del Apertura. Pasó la cuarta fecha de un torneo cada vez más atractivo. |
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