Lunes 28 de abril de 2003
 

De cómo ser y sonar argentinos

 

"Puente Celeste" y "Pequeñas alegrías", dos discos con sonido bien argentino en los que los músicos abren nuevos caminos expresivos.

  En la música hay un ser argentino -eso que es mucho más que ser porteño-, que va más allá del ritmo de un tango o una chacarera. El percusionista Sergio Vázquez -fundador del grupo "Puente Celeste"- dice: "No entiendo a esos músicos que hacen un esfuerzo para mostrarse bien argentinos. Si sos argentino, confiá en eso y listo".
"Pasando el mar" es un disco indudablemente argentino e incontestablemente folclórico.
Su fuente es toda la música que puedan tocar, toda la que sepan, siempre a través de sus manos argentinas, y esa inevitabilidad de ser y sonar de aquí, los coloca un paso más allá –o más acá- de la llamada "world music".
Marcelo Moguilevsky (clarinete, clarón, flautas dulces y voz), Alejandro Franov (acordeón, sitar, guitarra, percusión y voz), Edgardo Cardozo (guitarra, requinto, acordeón, cajón y voz), Luciano Dyzenchauz (bajo acústico, percusión y berimbao) y Santiago Vázquez (percusión, berimbao, mbira, tablas, guitarra y voz), dan forma a este puente entre las músicas.
Como se dice, quizá Buenos Aires, en su calidad de puerto, sea un punto de encuentro único, como antes lo fue para el tango, para estas mezclas de tradiciones tan diversas.
Aromas de los cuatro puntos cardinales pueden sentirse en Puente Celeste, y los cinco continentes pueden reclamar algo como propio.
Desde el folclore argentino y el tango hasta la música clásica contemporánea y el jazz –más como modelo de creación y e improvisación-, músicas antiguas y contemporáneas de todo el mundo, sin dejar de lado el clásico formato de la canción, son parte de este combo inquietante.
Cardozo, en una entrevista denominó a esta conjunción "cirujeo étnico"; es una aventura, donde lo inesperado está: el sitar se toca con "slide" o aparece un berimbao en una chacarera.
Son excelentes instrumentistas, de fuertes personalidades y sólidos proyectos personales, como el Colectivo Eterofónico de Vázquez, o el dúo de klezmer de Moguilevsky con César Lerner. Lo destacable es que han ido más allá de la unión de sus talentos individuales, y que sus tantas diferencias son, en definitiva, su fuerte. (I. A.)

"Pequeñas alegrías"

Hay discos sesudos, intelectuales. Hay también discos interesados, pendientes de los rankings y los números. Hay otros –aunque no los suficientes- que son producto de la alegría de hacer música y la reflejan.
Samy Mielgo y Quique Condomí decidieron concretar "un disco que testimoniase la alegría de hacer música con amigos", y emprendieron una grabación a la que naturalmente llegó el maravilloso piano de Lilian Saba, que "completó el sonido y aportó mucho al concepto general" y que concluyó de formar el trío de músicos y de amigos. Luego se sumaron los invitados Verónica Condomí en voz, Horacio "Mono" Hurtado en contrabajo y Germán Gómez en percusión.
La edición, del sello independiente Llajta Khuyaj, está muy cuidada, hasta el detalle de traer un colgante de ónix realizado por el tallista Juan Alberto Torres.
La libertad de creativa también está a la vista en los temas elegidos. El repertorio va de la chaya al tango –"Fuimos" de Dames y Manzi-, pasando por la cueca, la zamba, la guarania, la canción y el candombe –"Camina y sonríe", un homenaje de Mielgo a Pat Metheny-.
En pocos momentos se sale de un clima reposado e intimista, y la atmósfera permite que la música fluya entre la transparencia del piano de Lilian Saba, la guitarra de Samy Mielgo y el vuelo del violín de Condomí.
Dan un sonido diferente "Si están lejos" – un aire de joropo con un cuarteto de cuerdas-, mientras que en "Zamba azul" la voz de Verónica Condomí matiza la traza instrumental del disco.
Para conocer y disfrutar una excelente obra de nuestra cultura popular, "Pequeñas alegrías" es una obra plena de grandezas musicales. (I. A.)

Novedades

Música de las pampas

El guitarrista y compositor Diego Mizrahi lanzó su primer álbum solista, titulado "Pampalucha (Music from the Pampas)", conformado por 14 temas en una amplia y ecléctica gama de sonidos que tiene a la guitarra como principal protagonista.
Los temas son canciones con sonido contundente al estilo power dominadas por la guitarra, pero condimentadas con: música electrónica, loops, steel guitar, cellos, violines, cuartetos de cuerdas, bombos legüeros, sección de vientos y hasta intenciones de tango. Este trabajo cuenta con una versión de "Wonderful World", de Louis Armstrong, donde se dejan entreverar la música klezmer, árabe y americana, en una amalgama de tres culturas opuestas y un esperanzador mensaje de paz en estos tiempos de guerra. (Télam)

Ciento por ciento soul

La banda Open 24 editó su primer álbum titulado "100% funk". Los fundadores del grupo son Lucas y Seca Cutaia, hijos del legendario Carlos Cutaia (ex tecladista de Pescado Rabioso y La Máquina de Hacer Pájaros).
El álbum es como indica su nombre 100% funk y soul con todos los ingredientes necesarios para que sea bienvenido tanto por los fanáticos del género como por los amantes del jazz y el pop. Todos los temas y a excepción de "Satisfaction" (Jagger-Richards), fueron compuestos y arreglados por Seca Cutaia con letras adaptadas de poemas de Walt Witman. Integran el combo: Flor Ciarlo (voz), Seca Cutaia (contrabajo), Lucas Cutaia (guitarra), Fape Ortolan (batería), Juan Escalona (trombón), Miguel Talarita (trompeta), Fabián Aguiar (saxo y flauta traversa). (Télam)

   
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