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Lunes 7 de abril de 2003 | ||
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En Brasil, la unión hace la fuerza |
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La búsqueda de un adolescente confundido en la sociedad actual se muestra en "Nadar solo", primer largometraje de Ezequiel Acuña, que será uno de los filmes que competirán en el Festival Internacional de Cine Independiente. |
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"Es como un cuadro generacional, con una problemática muy cotidiana, pero vista desde muy adentro. Habla de la necesidad de muchos jóvenes de estar con alguien, de recibir afecto y de su incapacidad para poder expresarlo", explicó Acuña, quien realizó varios cortometrajes antes de escribir, producir y dirigir esta película. Acuña ya había abordado los mismos temas, con un estilo muy similar al de "Nadar solo", en sus cortos y mediometrajes en Super 8 milímetros "Tokyo" (1998), "Raro" (1999) -donde marcaba ciertas tensiones en el seno de una familia disfuncional- y "Rocío" (1999), en el que exploraba la relación íntima y ambigua entre dos amigos. "Esos trabajos fueron experimentaciones y pasos previos hacia mi primer largometraje. Son antecedentes de situaciones, diálogos y escenas, que me sirvieron para ensayar un estilo y para hacer mi película, donde plasmé el mismo universo anímico y visual que ya estaba recorriendo", afirmó el realizador. En su ópera prima como largometrajista, al igual que en sus cortos, Acuña se interna en un mundo -muchas veces autobiográfico- en el que el aislamiento, la melancolía, la tristeza, la abulia y la incapacidad para expresar sentimientos constituyen los elementos que caracterizan a sus personajes, seres generalmente solitarios y lánguidos. "La película es como una descripción de soledades. Los personajes están todo el tiempo necesitados del otro, pero cuando van a decirle algo importante terminan diciendo otra cosa. Son muy tímidos e introvertidos y les cuesta expresar las cosas que quieren. No saben qué van a hacer, no saben por qué están mal, no saben casi nada", explicó el director. Protagonizada por Nicolás Mateo, Santiago Pedrero y Antonella Costa, "Nadar solo" describe -en realidad observa, y de manera distante- las vivencias de Martín (Mateo), un adolescente de 17 años que no se encuentra a gusto en lugar alguno, ni en su casa, con su familia, ni en su colegio, ni siquiera con sus amigos o con sus compañeros de una banda de rock. Un clima de melancolía y nostalgia, una sensación de desaliento y la tímida ilusión de alguna respuesta que lo ayude a vivir agitan las aguas de ese mar oscuro en el que Martín naufraga, sin hallar nunca una isla de afecto donde resguardarse. Con la palabra "Triste" escrita en una cinta plástica que lleva pegada a su pecho, sobre un buzo azul grisáceo, Acuña reconoce que "el personaje de la película tiene mucho que ver conmigo. Yo tenía una banda y estaba mucho en salas de ensayo como él, iba a un colegio privado como él y, al igual que él, también viajaba a Mar del Plata en invierno". Acuña, que escribió el guión de la película junto a Alberto Rojas Apel, nació en la ciudad de Buenos Aires el 9 de setiembre de 1976, estudió cine y guión en la Escuela Superior de Cinematografía de Eliseo Subiela, y se recibió de realizador en el CIEVYC (Centro de Experimentación en Video y Cine). Mateo, que debuta en esta película como protagonista, actuó antes en cine en "Un día de suerte" y "Doña Bárbara", así como en televisión lo hizo en las tiras "Cachorra", "Enamorarte" y "Verano del "98", todas ellas emitidas por Telefé. Pedrero, en tanto, trabajó en el filme "No sabe/No contesta (NS/NC)", y Costa actuó en las cintas "La fuga", "El camino", "Alma mía", "H.I.J.O.S.", "Garage Olimpo" y "Los diarios de la motocicleta". El elenco de la película, que se rodó en Buenos Aires y Mar del Plata entre mayo y octubre de 2001 con un costo de 40 mil dólares, se completa con Tomás Fonzi, Manuel Callau, Mónica Galán, Mariana Anghileri, Gerardo Chendo y Susana Pampín. "La película es un reflejo de cierta generación en la que yo estoy incluido y muestra cosas que a mí me pasaban cuando era más joven. De alguna forma expresa ese miedo al futuro y la inhibición para actuar frente a las responsabilidades que tienen los jóvenes de hoy", afirmó Acuña, admirador de los textos de J. D. Salinger y de filmes de Martín Rejtman, Takeshi Kitano y Robert Bresson. "Me interesaba retratar a un personaje torpe, introvertido, tímido, inocente y muy tierno", dijo el director. |
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