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Jueves 27 de marzo de 2003 | ||
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Entierran al poeta Talero en Neuquén |
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El panteón policial será el destino final de los restos del poeta Eduardo Talero, quien tuvo destacado protagonismo en los primeros años de la historia neuquina. Los familiares autorizaron el traslado desde Capital Federal y en el acto de hoy estarán presentes la nieta y la bisnieta del personaje. |
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Los restos del hombre que levantó un castillo en lo que hoy es el barrio Colonia Valentina Sur -donde funciona un centro cultural- estaban en la Capital Federal desde donde fueron trasladados por una comisión de la Jefatura de Policía de Neuquén. Talero fue escritor y poeta, si bien su profesión era la de abogado. Fue uno de los hombres de mayor confianza del gobernador Bouquet Roldán y estuvo al frente de la Policía de Neuquén. Nació en Bogotá desde donde tuvo que escapar porque un militar que era su tío -al frente de un régimen dictatorial- la había prometido fusilamiento. Es que el poeta era socialista. En esta provincia, entre otros cargos, Talero fue jefe de la Policía. Hoy a las 17, en el salón azul de la Jefatura, habrá una conferencia de prensa en la que estarán presentes su nieta Martha Ruth Talero de Passano y su bisnieta María Martha Passano. Fueron ellas las que autorizaron el regreso a Neuquén, el desértico escenario del que se enamoró y al que dedicó las bondades de su pluma y capacidad de trabajo. Los familiares son los invitados especiales para un homenaje póstumo que se iniciará en la Jefatura, desde donde partirá un cortejo fúnebre hasta el Salón de Acuerdos de la Casa de Gobierno. La ceremonia culminará en el cementerio de Neuquén donde los restos serán depositados en el panteón policial donde se les rendirán honores de acuerdo al reglamento general de la ceremonia policial. El traslado de los restos del escritor y su esposa estuvo a cargo de la comisario Elsa Bachman. Cuando escapó su Bogotá natal, Talero llegó a Chile desde donde cruzó a nuestro país a través del paso Pichachen. El destierro obligado llegó cuando el general Rafael Núñez, su tío, le dejó en claro cuál era su destino en tierras cafeteras. Durante su destierro por distintos puntos de América y sin rumbo fijo, el escritor convivió con personajes de la talla de José Martí, Enrique Gómez Carrillo, Rubén Darío y Jorge Isaac, entre otros americanos en fuga de regímenes conservadores autoritarios. Fue él uno de los precursores de la iniciativa de trasladar la capital provincial a la zona de la Confluencia, adonde llegó en los albores de 1900. La torre o castillo que era el casco de la estancia "La Zagala" fue una verdadera obsesión para el escritor que fue el brazo derecho de Bouquet Roldán. A ella el escribió una poesía, que está contenida en su libro La Voz del Desierto. El multifacético colombiano escribió tres colecciones de poemas: "Ecos de ausencia", Troquel de fuego y Cascadas y Remansos. |
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