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Domingo 23 de marzo de 2003 | |
La guerra también invadió a los chicos en el aula |
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Que la mayoría de los docentes de la región haya reflexionado con sus alumnos ayudó a menguar el miedo que los chicos manifestaron ante las noticias del ataque contra Irak. |
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| "Seño, ¿vos mirás las noticias?". Así, sin vueltas, Malén recibió el jueves último a su maestra de segundo grado "3", Nora Dietz, de la escuela 344, de un populoso barrio de Roca. "Además mi hermana me dijo que empezó la guerra y que nos podemos "murir" todos acá. ¿Es así? ¿Dónde estamos nosotros en el mapa, seño, y dónde está pasando la guerra?", repreguntó con pánico Malén. Lo mismo le pasó a Marisa Raca, maestra de segundo grado de la misma escuela. "Es la primera vez que escucho la palabra guerra y me asusta mucho", planteó María José. "¿Nos puede explicar la importancia del petróleo?", pidió otro de inmediato. "Dedicamos tres horas a hablar del tema. De los bandos en pugna, de los intereses en juego y de las consecuencias", sostuvo Marisa motivada por la actitud crítica de sus alumnos. "No hablan de terrorismo sino de la lucha por el petróleo, sin vueltas". Fue tal el grado de entusiasmo de los chicos, que anteayer todos escribieron cartas al presidente de EE.UU. que mañana mismo ellos enviarán -vía correo- a la embajada norteamericana en Capital Federal. "La tienen muy clara", expresó Pilar González Seoane, directora del colegio. "Discuten, aclaran, piden más información y actúan", acotan Marisa y Dietz. Estas dos situaciones bien valen de muestra de lo que ocurrió con nuestros chicos esta semana última en sus casas y escuelas, respectivamente. Es que la vida en el aula produce aprendizajes increíbles, duraderos y decisivos en la formación ética y ciudadana de los chicos, por eso de estar inmersos en un proceso continuo de ampliación de sus conocimientos sobre la realidad en la medida que necesitan adaptarse a nuevas situaciones. En esto de investigar, los docentes consultados reconocen que esta metodología es básica porque: • reconoce la importancia que tiene para el aprendizaje una actitud exploradora y curiosa; • constituye un marco propicio para el desarrollo de la creatividad y el sentido crítico, dotando de significado a la tensión que se plantea en el aula entre desarrollo individual y desarrollo social; • facilita la integración de diversas dimensiones del aprendizaje, como la afectiva y la cognitiva. Lo ideal, insisten, es en vincular la guerra con sus propios intereses. Entonces, primero los docentes organizan las informaciones previas que tienen los chicos sobre el tema; después reflexionan y finalmente establecen conclusiones. Estos tres pasos favorecen la incorporación de nuevos conocimientos, insisten. Para Nilda Bonacci, profesora de Historia en el Instituto de Formación Docente de Roca, lo principal es: • no trabajar con hechos aislados sino encuadrarlos en un proceso (de lo contrario no hay aprendizaje significativo) y • no limitar al área de Sociales el tratamiento de "la guerra" en la escuela; todos deben encarar la cuestión. La contextualización es primordial, sostiene. Un eje globalizador podría ser violencia y la no-violencia, dice Bonacci. Y a partir de ahí, preguntarse: ¿por qué se desata esta guerra?, ¿cuáles son los bandos en pugna?, ¿qué importancia tiene el petróleo en todo esto?, ¿qué empresas petroleras hay en Irak y de dónde son?, ¿Argentina estuvo alguna vez en guerra?. Además, acota Bonacci, vincularía la guerra con la vida cotidiana. ¿Qué pasa en las escuelas en tiempos de guerra?, ¿qué pasa con las familias?, ¿qué pasa con los valores de una sociedad?. "Hablaría del petróleo como fuente de energía", también. La comunicación de lo aprendido es vital, apuntaron todos los docentes entrevistados. Favorece la idea de que el conocimiento es una construcción grupal, colectiva. Y que cada conclusión no cierra un camino, sino más bien que abre nuevas expectativas de conocimiento y maduración personal. En este sentido, la directora Pilar González Seoane dedujo del susto inicial de Malén, la alumna de su colegio, que no solo se trata de juntar un dato con otro dato y de enterarse con precisión lo que pasó. Sino que a partir de las dudas iniciales y del posterior trabajo cooperativo encuentren mínimas explicaciones a la realidad que permita aliviar "sus almitas en pena". Horacio Lara hlara@rionegro.com.ar |
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