Miércoles 19 de marzo de 2003

 

La salud en el frente de batalla

 

Los efectos de la inminente guerra de EE. UU. contra Irak se harán sentir inmediatamente en todos los órdenes de la vida cotidiana, a nivel planetario. Por lo pronto, los propios norteamericanos notarán una merma en los fondos públicos para la salud, que serán destinados a los planes bélicos de su presidente.

 
Entrenamiento de periodistas de EE. UU. que serán corresponsales de guerra en Irak. Muchos de ellos ya están en las cercanías de los escenarios donde se desarrollará el ataque contra Bagdad.
Dinero de salud a defensa

Mientras Washington destina grandes fondos para sus planes bélicos, más de un millón de norteamericanos de bajos ingresos perderán los subsidios de salud debido a los problemas económicos de varios estados.
El diario "USA Today" informó que varios estados de la Unión tienen planes de fuertes recortes en los programas del sistema de salud, como consecuencia de sus altos gastos.
Asimismo, se congelará la contratación de más médicos y enfermeras, comenta.
Al respecto, el gobernador de California, Gray Davis, estudia eliminar de esos proyectos a 543.000 personas de un total de 6.500.000 que lo reciben en ese territorio, agrega el periódico.
Por su parte, las autoridades de Massachussets planean hacer lo mismo con 44.000 norteamericanos, mientras Michigan disminuirá la cifra de beneficiados en 52.000.
Missouri retirará el seguro a 20.000 personas; Nebraska a 22.532 y Tennessee a 160.000.
Las leyes que rigen en varios estados del país les impiden tener déficit fiscales, por lo cual sus autoridades han recortado los programas sociales, subraya el matutino.
Organizaciones no gubernamentales norteamericanas celebran la Semana de Cobertura para los No Asegurados, que cuenta con el apoyo de los ex presidentes James Carter y Gerald Ford.
La falta de asistencia médica en la Unión es inconcebible e inaceptable, subrayó el jefe de la agrupación Primeros Cinco de California.
En Estados Unidos unos 75 millones de ciudadanos carecen de seguro médico, según fuentes oficiales.

UNICEF ayuda a desnutridos

En un esfuerzo para acrecentar las posibilidades de supervivencia de niños desnutridos si se produce una guerra, UNICEF está suministrando comida con alto contenido de nutrientes para más de 400.000 menores iraquíes.
El Fondo para la niñez de la ONU ha entregado más de 1.000 toneladas métricas de "galletas con gran contenido de proteínas", que el gobierno de Irak están ahora repartiendo en distintos centros de salud del país.
La agencia ha provisto 155 toneladas métricas de "leche terapéutica para alimentar a niños que sufren desnutrición severa, una de las principales causas de muerte entre menores de 5 años".
"Todavía esperamos una resolución pacífica de esta crisis", dijo el director ejecutivo de UNICEF, Carol Bellamy.
"Pero es un hecho que los niños iraquíes son extremadamente vulnerables. Su salud, nutrición, acceso a agua potable estarán aún más en riesgo en una guerra. Actuando ahora, esperamos salvar vidas en las próximas semanas y meses".
Cerca de 10.000 niños seriamente desnutridos se beneficiarán de inmediato al recibir leche terapéutica, que arribará a cada uno de los 63 centros de rehabilitación administrados por el Ministerio de Salud iraquí.
UNICEF informó que Irak cuenta con uno de los índices más altos de mortalidad entre menores de 5 años, con más de uno de cada ocho niños muriendo antes de alcanzar su quinto aniversario. La desnutrición afecta a uno de cada 4 menores de 5 años, cerca de un millón de niños en total. La mitad de los 24,5 millones de habitantes en Irak son menores.

Materiales para curar

Los trajes preparados para detener el sangrado de las heridas tomando proteínas de la sangre, o vendas que crean coágulos propios para detener hemorragias, son algunos de los desarrollos científicos volcados a los nuevos elementos con los que se equipan los soldados estadounidenses, informó el diario "The New York Times".
Durante los últimos años comenzaron a investigarse en los Estados Unidos tres productos para ser utilizados durante las acciones militares a gran escala. Debido a que la mayoría de las muertes en el campo de batalla se producen debido a la pérdida de sangre antes de que los soldados puedan ser atendidos por los servicios sanitarios, los trabajos científicos se centraron fundamentalmente sobre los procesos de coagulación. Uno de los nuevos productos es un material granuloso para aplicar sobre las heridas.
Otro fue desarrollado por la Cruz Roja y se trata de un tejido que es capaz de tomar proteínas de la sangre encargadas de la coagulación. Estas, junto con una sustancia del propio material, aceleran el proceso para detener el sangrado. Este producto aún no está aprobado por la Food and Droug Administration (FDA), el organismo que regula los alimentos y los fármacos en Estados Unidos- y tiene algunos inconvenientes: provoca reacciones alérgicas y es demasiado quebradizo, según indicó el diario "New York Times".
El tercero de los productos, desarrollado por el Centro de Láser Médico de Oregon (Estados Unidos), parece superar las limitaciones del anterior. El vendaje de chitosan procede de un hidrato de carbono biodegradable, la chitin, que se encuentra en la concha de los crustáceos. Esta sustancia es la segunda más común en el planeta y puesto que no es una proteína, no causa alergias.
La molécula de chitosan tiene carga positiva, mientras que los glóbulos rojos están cargados negativamente. Los contrarios se atraen, de modo que el material tiene la capacidad de crear su propio coágulo independientemente de las condiciones del individuo. Sus inventores aseguraron que es capaz de funcionar incluso en personas con hemofilia, una patología en la que la sangre no se coagula. Aunque el chitosan fue concebido para uso externo, los ensayos con animales demostraron que puede detener durante al menos una hora hemorragias internas. Otra de las ventajas de este producto es que funciona tanto a 50 grados bajo cero como a 140 sobre cero.

México daría los sueros antivenenos

En la franja fronteriza con Irak, tropas estadounidenses esperan su turno para atacar, y mientras eso sucede ocupan su tiempo organizando batallas con alacranes y escorpiones que habitan en la región y que son altamente tóxicos, lo que ha comenzado a preocupar a los médicos militares que los acompañan, pues entre el sofisticado equipo militar que llevan no cuentan con sueros antivenenos de alacrán y víbora.
Ante esta situación, el gobierno de Estados Unidos podría solicitar a México antídotos para sus tropas, toda vez que por la escasa incidencia de casos dejó de producir estos productos. En cambio, en México, según cifras extraoficiales, se registran cada año más de 400.000 casos de personas mordidas o picadas por animales ponzoñosos (escorpiones, arañas y víboras).
Lourival Posani, investigador del Instituto de Biotecnología de la UNAM, explicó que Turquía, Irak y la zona de Medio Oriente cuentan con antídotos de la primera generación que utiliza para su población; sin embargo, México desde hace 10 años es líder en el campo de la investigación y desarrollo de antivenenos de tercera generación a nivel mundial, que han logrado disminuir la mortalidad de pacientes mordidos o picados por animales ponzoñosos, y que no producen efectos secundarios.
El especialista afirmó que los alacranes que habitan esas regiones son comparables con los que hay en México y ambos son letales.
Leslie Boyer, directora médica del Centro de Información de Venenos y Drogas de Arizona, Estados Unidos, confirmó que existe preocupación por parte de los médicos militares desplazados a la franja fronteriza de Turquía con Irak por no contar con antídotos efectivos para sus tropas.
Explicó que en territorio estadounidense los accidentes por picadura de alacrán son mínimos, por lo que no existen empresas que fabriquen en forma masiva antídotos y no lo harán porque resultaría muy costoso producir bajas cantidades de estos productos.
Por su parte, Juan López de Silanes, vicepresidente del Instituto Bioclón y vicepresidente de Investigación y Desarrollo de Laboratorios Silanes, empresa líder en la fabricación de antídotos contra alacranes y otros animales ponzoñosos en México, afirmó que aunque no se ha hecho una petición formal por parte del gobierno de Estados Unidos para surtir estos insumos, esa compañía podría abastecerlos en cuanto se requiera.

   
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