Trillizos de Viedma nacieron en Bahía 13-3-03

Jueves 13 de marzo de 2003

Trillizos de Viedma nacieron en Bahía

Son dos bebas y un varón y su estado es bueno.

Marta y Juan Carlos son los orgullosos padres de Lucas, Melanie y Jennifer.

BAHIA BLANCA - Una familia de Viedma se vio bendecida con el nacimiento de trillizos. Sin embargo, para evitar todo tipo de riesgo a la madre, los médicos viedmenses dispusieron una derivación a esta ciudad bonaerense donde existe mayor complejidad para la atención en este tipo de alumbramientos múltiples.
Los agraciados son un humilde matrimonio que vive en el barrio Ina Lauquen de esta capital y que está compuesto por Marta Hernández de 33 años y su esposo Juan Carlos Bravo de 40.
Los niños Lucas, Melanie y Jennifer vieron la luz al anochecer del martes pasado en el Hospital Regional Español de Bahía Blanca, adonde llegaron derivados del Hospital Zatti.
En promedio, su peso de nacimiento superó los dos kilogramos.
El parto fue por cesárea y la madre de las criaturas superó la situación sin inconvenientes, de acuerdo al informe brindado por los médicos bahienses a la familia Bravo.
Hasta que se estabilicen en su peso -alrededor de 2,5 kilos- los niños permanecerán internados en la sala de Neonatología, y una vez dados de alta serán trasladados en ambulancia a Viedma.
Los Bravo tiene dos hijos más de 18 y 16 años, y según comentó Elena Lago -la madre de Marta- "estaban buscando la nena pero nunca pensaron que serían tres", contó a "Río Negro" mientras visitaba a su hija en el nosocomio bahiense.
Muchos curiosos comentaban ayer en los pasillos del hospital la llegada de los niños, sobre todo en las cercanías de esa dependencia a la que cada tres horas Marta es trasladada desde la habitación para amamantarlos. También suelen ingresar al sector sus hijos adolescentes quienes aún no pueden salir de su asombro sobre cómo y de repente se agrandó la familia, y deberán ceder espacios.
Los médicos del Zatti les habían pronosticado que llegarían trillizos por lo tanto amigos y familiares comenzaron desde hace tiempo a recolectar ropa usada, pañales y preparar el ajuar.
Este advenimiento les cambió la vida, pues la familia vive en un departamento del Ina Lauquen que posee solamente dos dormitorios con lo cual ahora tendrán que pensar en alguna ampliación.
La vida de aquí en adelante será distinta, ya que Marta seguirá con su trabajo de portera en el Jardín Nº 5 pero su esposo tendrá que agudizar el ingenio ya que sólo vende rifas y autos de vez en cuando.
"Estoy contento, pero no será fácil", advirtió Juan Carlos cuando se le preguntó cómo se prepara para retornar a Viedma.
La primera preocupación es la cuestión de la vivienda. Al respecto, apuntó que "ahora seremos siete en casa, por lo tanto tendré que hacer alguna gestión ante el Instituto de Planificación y Promoción de la Vivienda (IPPV) o Casa Rionegrina pensando en alguna ampliación o si me dan facilidades para conseguir un departamento más grande".
Bravo es zapatero de profesión pero también vendió rifas y ahora piensa en instalar un negocio de compra-venta de muebles usados porque "es un rubro que anda bien en Viedma". (AV)

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