Jueves 6 de marzo de 2003

 

Los restos del Carnaval carioca

 

Del Sambódromo sacaron 170 toneladas de basura.

 
Se fue una nueva edición del Carnaval en Brasil, dando paso al descanso tras cuatro días de fiesta.
Los cariocas se recuperaban lentamente de las fiestas del Carnaval, mientras en las calles los encargados de limpieza recogen restos de disfraces y los soldados continúan su vigilancia. Luego de cuatro días consecutivos de festividades, que se abrieron el sábado con los "blocos" callejeros y terminaron el martes con el fin del segundo desfile de las fastuosas "escolas de samba", la ciudad vivía este miércoles la perezosa transición a la normalidad.
El Sambódromo, que abrigó la explosión de luz, música y sensualidad de los desfiles, era este miércoles un paquidermo dormido y vacío, de donde un pequeño ejército de encargados de limpieza retiró nada menos que 170 toneladas de basura.
En la enorme montaña de residuos que sobró de la fiesta del samba se destacaban partes enteras de disfraces, enormes tocados de plumas, y una impresionante pila de abanicos de cartón, con que el público trató de combatir el calor inclemente.
Sin embargo, en las toneladas de residuos retirados del Sambódromo era imposible encontrar las latas de cerveza, que ya fueron debidamente recogidas y recicladas en las noches de desfile. En las proximidades del Sambódromo aún había grupos empujando las gigantescas carrozas hacia los talleres.
El próximo sábado será realizado en el Sambódromo el "Desfile de las Campeonas", con la participación de la gran ganadora y las mejores colocadas, y por ello es imperioso recuperar las carrozas averiadas. En cambio, los carros alegóricos de las "escolas" que no tienen esperanza de una buena clasificación ya fueron desmontadas y uno que otro "esqueleto" era arrastrado ayer hacia algún taller donde pueda ser desmontado.
En el resto de la ciudad, la vida intentaba retornar a la normalidad, y aunque oficialmente el feriado terminó al mediodía de ayer la absoluta mayoría del comercio continuaba cerrado, dejando en evidencia que solamente retomará a su plena actividad a partir de hoy.
Sin embargo, en todos los barrios de la ciudad era posible constatar la pesada presencia de patrullas de las policías Civil y Militar, así como los soldados de las Fuerzas Armadas custodiando puntos estratégicos como puentes y túneles próximos a las "favelas" más violentas.
Ayer, el secretario de Seguridad Pública de Río de Janeiro, el coronel Josias Quintal, defendió la idea de que las tropas de las Fuerzas Armadas continúen vigilando las calles de la ciudad por un tiempo indeterminado.
"El deseo es que las Fuerzas Armadas permanezcan por tiempo indeterminado, hasta que efectivamente hayamos revertido este cuadro de inseguridad que se instaló en Río de Janeiro", dijo Quintal a la red de TV Globonews, al referirse al patrullaje callejero realizado por tropas federales desde la semana pasada.
Quintal destacó que "la decisión final es de la gobernadora (Rosinha Matheus), y por eso ella ya pidió que la participación (de las tropas federales en el patrullaje de las calles) sea prorrogada por 30 días".
Pero semejante despliegue militar no pudo evitar que 90 personas murieran asesinadas durante los cuatro días que duró el Carnaval, según datos oficiales. (AFP)
   
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