El derrumbe de un acantilado le provocó la muerte a un pescador 3-3-03

Lunes 3 de marzo de 2003

El derrumbe de un acantilado le provocó la muerte a un pescador

Decenas de rocas cayeron en un parador cercano a Viedma.

Con mucha cautela, la policía trabajó más de 6 horas para rescatar el cuerpo.

VIEDMA (AV)- Un joven viedmense falleció ayer, sepultado por un desprendimiento de un gran volumen de rocas, en el acantilado del pesquero marítimo conocido como "Bajada de Etchandi". En tanto, un amigo salvó milagrosamente su vida.
La víctima fue identificada como Horacio López de unos 40 años, quien estaba pescando allí desde hace varios días junto a la persona que resultó ilesa. Se trataría de un conocido arquitecto de Viedma.
El desmoronamiento de unos 20 metros del acantilado, justo en la bajada que usan los pescadores se produjo al mediodía de ayer, tras lo cual el pescador ileso -Sergio Fernández- se trasladó rápidamente hasta El Cóndor a solicitar ayuda a la Policía.
Fernández no sufrió ningún rasguño debido a que se había alejado varios metros de donde ocurrió el accidente mientras pescaban. Al parecer, los amigos habrían manifestado su intención de retornar a sus hogares pero antes decidieron esperar la última pleamar para seguir probando suerte con la pesca.
La "Bajada de Etchandi" está ubicada a unos 90 kilómetros de esta capital y constituye una de las importantes paradas del denominado "Camino de la Costa".
Al momento de ocurrir la tragedia habría estado una familia que presumiblemente dejó el lugar a raíz del susto, sin embargo hasta anoche no pudo corroborarse la versión por parte de la Policía de Río Negro, que intervino en el rescate.
Una cuadrilla de efectivos, más la incorporación posterior de bomberos e integrante del grupo BORA, trabajaron por casi seis horas para dar con el cuerpo, que quedó bajo los escombros. Recién a las 19 pudieron dar con el cuerpo.
En las tareas de rescate se emplearon picos, palas y algunos "cortafierros" pero debieron desarrollarse con total delicadeza y así evitar nuevos derrumbes.
Según comentó el jefe interino de la Regional I de Policía, Manuel Hernández, justo en el momento que estaban extrayendo el cuerpo vivieron unos segundos de tensión interrumpiendo la tarea como consecuencia de un posible derrumbe, aunque se trató de una "pequeña réplica" que no afectó a los socorristas.
La labor de los rescatistas se vio favorecida porque la marea comenzó a bajar con lo cual se amplió el radio de acción de búsqueda bajo los escombros que taparon unos 20 metros de la playa.
Hernández señaló que se trabajó "sin perder las esperanzas" de que López estuviera con vida pero "lamentablemente no fue así".

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