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Viernes 28 de marzo de 2003 | ||
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Discapacitados no van a clases porque faltan docentes |
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Hay varios chicos que están en lista de espera desde hace más de un año y nada indica que tendrán lugar a la brevedad. Si bien el número de niños en esa situación no parece significativo, la falta de atención les genera serios perjuicios. |
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Cansados de esperar por una respuesta a sucesivas notas enviadas a la ministra Ana Mázzaro, ayer los padres hicieron públicas sus penas, que además incluyen la ausencia de material didáctico para las clases. "Se trata de una decisión política de la ministra. Hicimos pedidos ante todas las instancias previas y no hubo caso. Acá debe quedar en claro algo: nosotros no podemos optar como el resto de los padres entre varias primarias. Es acá o no es", afirmó Wanda Gesteiro, una de las voceras del grupo. Respaldada por el resto de los que tienen hijos como alumnos de la Escuela Especial 12, la mujer agregó que necesitan mantener una reunión urgente con la titular de la cartera educativa, para poner fin a la situación que mantiene en lista de espera a varios pequeños desde hace más de un año. Cabe recordar que la Especial 12 se encarga de personas con discapacidades motrices o sensoriales, mientras que en la ciudad también está la Especial 1, para aquellos con dificultades mentales. "Cuando un chico es discapacitado necesita una educación temprana, desde los 45 días de vida, entonces todo el tiempo que se pierda es muy perjudicial para su desarrollo intelectual futuro", especificó otra madre. De acuerdo al relato del grupo autoconvocado, quienes aguardan por la creación de un nuevo cargo para poder comenzar su educación son tres pequeños, dos de cinco años y uno de siete. La cifra parece escasa para el sistema tradicional, pero no debe olvidarse que en las escuelas especiales cada docente trabaja con grupos que como tope tienen siete alumnos. Incluso si las dificultades son de mayor severidad las secciones son más reducidas. En este sentido, los padres también advirtieron que con la matrícula actual del establecimiento (180 chicos), la tarea de los docentes está sobrepasada en muchos casos, porque la mayoría trabaja con grupos superiores a seis pequeños. "La decisión política debe tomarse ya. Con los chicos no puede usarse la excusa del presupuesto", instó Paola de Zúñiga, otra de las madres de la Escuela Especial 12. Con respecto a las carencias de recursos humanos, el grupo no olvidó que en el establecimiento no hay docentes que se encarguen de la estimulación temprana de los niños discapacitados, una cuestión vital para su crecimiento. El material didáctico fue otro de los aspectos enumerados entre los escollos para un normal funcionamiento. "La mayoría de las veces tienen que armarlo las propias maestras con sus recursos, porque desde el Estado no se envía nada", graficaron los padres. |
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